
Ana Bárbara y “El Pirru” juran amor ante el Altar
San Luis Potosí, México.- Terminaron como las telenovelas y los cuentos de hadas: en el altar. Pero el amor de Ana Bárbara y José María Fernández “Pirru”, tal como lo vivieron a lo largo de los últimos meses, no podía ser ignorado por los medios, y menos ayer, cuando se juraron amor eterno.
Ante un batallón de cámaras apostadas en la puerta del Hotel Westin, donde se hospedaron, los novios salieron para atender a los medios. El encuentro por momentos pareció salirse de control, aunque “Pirru” parecía el más relajado cargando a su hijo frente a los micrófonos.
Cuando todos gritaron que se dieran un beso al subirse a una camioneta negra, la pareja se miró y atendió a la petición. Su destino era una hacienda de Valle Umbroso, un pequeño pueblo a 30 minutos de la capital del Estado, donde casarían a las 17:00 horas.
“Es (un día) muy especial, se consuma nuestro amor en todos los sentidos”, declaró el novio.
Ante el bombardeo de preguntas, Fernández sólo acertó a decir que quedaron superadas las críticas, y que para ellos se trataba de una ceremonia especial, porque era la primera vez que se casan por la Iglesia.
En cuanto los hijos de ambos, aseguró que estaban encantados, y que era una mentira que Ana Bárbara no quisiera en verdad a los niños que procreó con la fallecida Mariana Levy.
“Ustedes lo han visto, porque nos siguen hasta al banco: los niños siempre están con nosotros, hasta en la luna de miel se fueron con nosotros. Jamás han estado una noche solos”.
Y sí, Paula y Emilio (hijos de él), y Emiliano (de ella) jugaron y se pasearon en la puerta del hotel durante toda la mañana.
Pese a los rumores, Ana Bárbara rechazó que su padre estuviera molesto con ella.
“Mi papá no está molesto, es sentimental, pero está feliz. No está sentido, es sensible natural. ¿Por qué crees que yo tengo este sentimiento natural?”.
Al cuestionarle al novio el que hubieran vendido la cobertura de la boda a una revista, explicó que lo hicieron para donar ese dinero a una fundación de niños enfermos de cáncer.
El Presbítero José de Jesús Aguilar, encargado de Radio y Televisión del Arzobispado de la Ciudad de México, fue quien ofició la ceremonia, pero no dio detalles.
“Me pidieron que fuera muy respetuoso. Es un matrimonio eclesiástico completo, porque ninguno de los dos tiene impedimento para casarse. Es un matrimonio con todas las de la ley”, dijo el sacerdote.