<!--:es-->Cae Imperio de Elba
…Finalizan 24 años de poder!
…Entre otras acusaciones están la de desvío de fondos y de delincuencia organizada<!--:-->

Cae Imperio de Elba …Finalizan 24 años de poder! …Entre otras acusaciones están la de desvío de fondos y de delincuencia organizada

El imperio de la maestra Elba Esther Gordillo Morales se desmoronó en un santiamén. Y la estocada final la recibió la hasta ayer sempiterna lideresa magisterial en terrenos del Presidente Enrique Peña Nieto.

Gordillo Morales cayó en la terminal aérea de Toluca.

Al amparo de Carlos Salinas de Gortari, defenestrado Carlos Jonguitud Barrios, Gordillo se hizo de las riendas del mayor sindicato de América Latina –con un millón 400 mil miembros– en 1989.

Oriunda de Comitán, Chiapas, la maestra Gordillo picó piedra, escaló posiciones y, astuta, se afianzó a poco de tomar el poder en el gremio.

Y a poco asomó la ambición en su persona.

Y la ambición política y la ambición por el dinero, a la postre, marcaron su polémica gestión al frente del gremio magisterial.

«Aquí yace una guerrera y como guerrera murió», alardeó apenas el 7 de febrero…, casualmente en territorio mexiquense, donde ella mismo dibujó su postrero epitafio.

Cobijada con el poder que le representaba el manejo y control del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la maestra gozó de las mieles del poder con cuatro Presidentes: dos del partido que la vio crecer y con el que al final rompió, el Revolucionario Institucional, y dos con el partido en el que impuso su influencia, Acción Nacional, sin que los Gobernantes en turno le pusieran freno.

Gordillo con su mentor, Salinas de Gortari. Gordillo con Zedillo Ponce de León, con quien avaló una primera reforma educativa.

Gordillo con Vicente Fox… y su esposa, Marta Sahagún.

Y Gordillo con Felipe Calderón, quien merced a una inaudita alianza le obsequió posiciones en el Gobierno, con el yerno Fernando González en primerísimo plano.

La ex normalista concentraba el manejo de los vastos recursos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Conforme a cálculos fidedignos, de enero a octubre de 2012, apenas 10 meses, por producto de las cuotas de los maestros, llegaban a las arcas del gremio mil 129 millones de pesos.

Pródiga con sus mentores, Gordillo no escatimaba recurso alguno. Célebre fue el crucero por las islas de Hawai que obsequió a un grupo de maestros incrustado en la cúpula del Comité Ejecutivo del Sindicato.

Las andanzas de la maestra en 24 años al frente del SNTE se explican por su ejercicio político, sustentado éste en la fuerza del gremio.

Su ascenso, por su astucia política. Luego vinieron los apuros y, dentro de las filas del PRI, la tacharon de foxista. Y más tarde asomó la ruptura con Roberto Madrazo.

De la mano de Marta Sahagún, la maestra trabó acuerdos políticos con Vicente Fox y el sindicato que manejaba cobraba mayor fuerza.

El clímax del poderío del SNTE y de su lideresa se manifestó en la gestión de Felipe Calderón, con quien tejió una alianza política que, en opinión de muchos, propició que el michoacano pudiera ganar la Presidencia de la República en 2006.

El acuerdo comprendió, inclusive, cargos para los suyos en la estructura del sindicato, en la Lotería Nacional, en el ISSSTE e, inclusive, en áreas de seguridad pública.

Inocultable resultó la animadversión que la figura de Josefina Vázquez Mota en Educación Pública le representó a la maestra, y las cosas en la materia marcharon a trompicones en tres ríspidos años.

Desdibujada la luna de miel, Gordillo reveló en una sorpresiva rueda de prensa los acuerdos políticos a los que había llegado con Felipe Calderón Hinojosa.

Antes, había auspiciado la creación del Partido Nueva Alianza, que resultó política para muchos de sus allegados.

Y del entendimiento con el PAN en sus 12 años de estancia en Los Pinos, afloraron luego las primeras señales de distanciamiento con Peña como Presidente electo.

Instalado en el poder, Peña Nieto delineó sin cortapisas, el primer día de su gestión, su intención de recuperar para el Estado la rectoría educativa. Al parecer, Elba no se plegó y, en un último desafío, el SNTE tachó de «ignorante» al Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet.

En Palacio Nacional, el 1 de diciembre, Peña se había granjeado la mayor ovación al deslizar su intención de empujar una reforma educativa.

«Habrá reglas claras y precisas, para que todo aquel que aspira a ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor, lo haga con base en su trabajo y sus méritos, garantizándoles plena estabilidad laboral», anunció, para abogar por la eliminación de las plazas vitalicias o hereditarias.

Elba salió ese día de Palacio Nacional discreta, sin mayores aspavientos. La ruta estaba trazada: al amparo del Pacto por México, la primera reforma de gran calado fue la educativa, y apenas este lunes –sin la presencia de la maestra– el Presidente Peña la promulgó. Era la señal de lo que se veía venir. Treinta horas después, en territorio mexiquense, donde esbozó su epitafio, la maestra Gordillo era aprehendida por incurrir en presuntos delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Mensaje de Gordillo a otros líderes sindicales

El arresto de la líder sindical más influyente de México por sospechas de usar fondos de su organización para gastos personales envía el mensaje a otros jefes laborales y magnates de no meterse con el presidente Enrique Peña Nieto ni su Partido Revolucionario Institucional, de regreso en el poder que ostentó durante siete décadas hasta fines del siglo pasado.
El evento resonó en la mente de los mexicanos, habituados al presidencialismo de antes del 2000 cuando se detenía a líderes de sindicatos pero solo lograba desplazar el poder a otras manos y no arrancar los problemas de raíz. La pregunta para muchos es si esta vez el arresto propiciará un cambio genuino.
«Es un viejo recurso. Ojalá que no quede ahí solamente como antes que bastaba con un solo caso para que ya las cosas se calmaran», dijo José Antonio Crespo, un analista en el Centro de Investigación y Docencia Económicas. «Ojalá que no quede ahí, sino que sea algo más sistemático. Los tiempos lo exigen».
Crespo dice que por muchos años dueños de grandes empresas y líderes sindicales han acumulado fortunas y poder político por medio del monopolio de sectores enteros de la economía. Al igual que Gordillo, esas personas pudieran representar un obstáculo para Peña Nieto, quien tiene en mira modernizar y abrir la economía a inversión extranjera al deshacerse del dominio de estos grupos.
El fuerte mensaje del martes, un día después de promulgar la reforma educativa más amplia en décadas, puede ser suficiente.
Gordillo, la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que cuenta con 1,5 millones de miembros, fue arrestada al bajarse de su avión privado de un vuelo de San Diego el martes y fue llevada a una cárcel femenil en la Ciudad de México. Un funcionario judicial le leyó los delitos relacionados con delincuencia organizada y operación con recursos de procedencia ilícita por presuntamente desviar millones de dólares de los fondos de su sindicato para pagar prendas en la exclusiva tienda departamental Neiman Marcus, propiedades en San Diego y cirugías plásticas.
En diferentes apariciones públicas, Gordillo ha sido fotografiada vistiendo costosos abrigos de Prada y bolsos de la casa Hermes, dos de las más exclusivas casas de diseño cuyos modelos suelen costar miles de dólares.
Al preguntársele de si tenía investigaciones contra otros líderes poderosos, el procurador general de la República Jesús Murillo Karam dijo «no tengo un elemento tan claro como en este caso.»
Sin embargo, otros jefes sindicales estarían atentos.
Y como resultado del golpe asestado a la lideresa, entre los sindicalistas «creo que va a haber más disposición a negociar y a aceptar, más que a confrontar», expresó Crespo. Peña Nieto propone también abrir Pemex a inversión extranjera, una medida que también pudiera provocar enojo en ese sindicato. El presidente también ha hablado de abrir competencia en el sector de telecomunicaciones en México, donde los hombres más ricos del mundo tienen sus intereses.
«Es un mensaje a los demás líderes corruptos», comentó Humberto Castillo, un maestro jubilado de 55 años, quien leía un artículo del arresto de Gordillo mientras esperaba que su hija saliera de una entrevista de trabajo. «Yo pensé que era intocable».
Por años, Gordillo se percibió como una mujer odiada en la política mexicana. Muchos creen que su rostro ha sido desfigurado por cirugías plásticas. Viste prendas de diseñador y es dueña de propiedades en zonas exclusivas. Fiscales dicen que gastó casi 3 millones de dólares del sindicato en compras a la exclusiva tienda Neiman Marcus y 17.000 dólares en cirugías reconstructivas.
«Ya desde hace años resultaba ofensiva la manera como presumía su poder», dijo Sergio Aguayo, analista político del Colegio México. «Era totalmente lógico que el gobierno de EPN buscara acotar su poder».
Se desconoce si dejará su cargo como presidenta del sindicato. El líder del sindicato de mineros Napoleón Gómez Urrutia ha continuado al mando aún cuatro años después de mudarse a Canadá en medio de acusaciones del mal uso de 55 millones de dólares del grupo de trabajadores.
Gordillo no es la única líder laboral acusada de corrupción. El actual líder del sindicato de trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamps, ha sido criticado por supuestamente obesquiarle un Ferrari de $2 millones de dólares a su hijo y su hija ha publicado fotos de sus viajes en Europa a bordo de jets privado y yates. En 2000, Romero Deschamps gozaba de inmunidad a un proceso judicial por ser legislador después de que se reveló que el sindicato que dirige donó ilegalmente 61 millones de dólares al Partido Revolucionario Institucional.
Aun así, Gordillo se tornó rebelde en días recientes con expresiones como «Quiero morir con un epitafio: Aquí yace una guerrera, como guerrera murió».
Pudo haber fallado en excederse de combatiente durante el recién regreso del Partido Revolucionario Institucional que había permanecido fuera de la presidencia desde el 2000, pero que ha sido conocido como autoritario.
«Ella lo subestimó», dijo el columnista político Raymundo Riva Palacio refiriéndose al nuevo presidente Enrique Peña Nieto.
El PRI, que gobernó de 1929 a 2000, gozó de una tradición de aplastar a disidentes y enemigos del presidente.
El arresto de Gordillo evocó el recuerdo de la detención en 1989 de otro líder sindical, Joaquín Hernández Galicia, también conocido como «La Quina», antiguo jefe del sindicato de trabajadores petroleros quien fue detenido durante los primeros meses de la administración del entonces presidente Carlos Salinas.
En 1988, Hernández había criticado la candidatura del presidente y amenazado con huelgas si Salinas decidía privatizar alguna parte del monopolio petrolero estatal, Pemex. En enero de 1989, soldados usaron una bazuca para derribar la puerta de la casa de Hernández.
Fue liberado de prisión después de que Salinas dejara el poder.
Es ironía que en su afán de limpiar poderes fácticos de líderes corruptos, Salinas apoyó a Gordillo cuando fue nombrada por primera vez líder del sindicato en 1989. Después Gordillo se separó del partido gobernante para ayudar al ex presidente Felipe Calderón a ganar la presidencia.
La primera propuesta significativa de la administración de Peña Nieto fue reformar la educación. Con la reforma a la ley aprobada, se creará un sistema para reclutar y promover maestros basado en méritos y también se hará un censo para conocer el número de maestros, escuelas y alumnos, cifras hasta ahora desconocidas.
En México el control del sindicato ha impedido mejorar la calidad de enseñanza. El sistema es uno de los peores evaluados de países en desarrollo, pero México es uno de los países que gasta un alto porcentaje de su presupuesto en educación. Casi todos los niños de 4 años asisten a preescolar, pero solo el 47 % se gradúan del bachillerato. En Estados Unidos, el índice de graduación es del 80%.
En una entrevista con Televisa la semana pasada acerca de la reforma educativa, la conductora dijo a Gordillo que era la mujer más odiada de México.
«No hay nadie más amado por los suyos que yo», respondió Gordillo.

Share