Campeón sin corona

El mexicano Castillo es un buen ejemplo

A lo largo de la historia en el boxeo se ha dado el mítico título de campeón sin corona a muchos boxeadores que por una razón u otra, a pesar de no ser reconocidos por alguno de los organismos oficiales como uno de sus campeones, el público y la prensa sí los reconocen como tales.

Un protagonista mexicano

El sonorense José Luis Castillo ha sido el protagonista principal en los últimos días en las noticias, artículos y pláticas entre los aficionados a esta disciplina, por encima de la inmensa actividad que ha habido por todos lados, producto de su contundente nocáut sobre el estadounidense Diego “Chico” Corrales, en una de las revanchas más esperadas de todos los tiempos, pero también por la polémica suscitada en torno a que si de nuevo se coronó campeón con su altisonante triunfo, o simplemente no.

Toda la controversia se deriva de el hecho de que Castillo, al momento del pesaje oficial para la contienda en que se disputarían las coronas de peso ligero (61.236 kg, 135 lbs) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), ambas en poder de Corrales, se excedió en su primer viaje a la báscula por 2 libras (0.907 kg), con lo que recibió las 2 horas que aplica el reglamento para volver a pesarse y registrar el peso reglamentario.

Al volver 2 horas después a la romana, Castillo no marcó el peso ligero, sino que su tonelaje fue aún mayor que en su primer intento, al marcar 138 libras (62.597 kg), por lo que la contienda, además de que ya se encontraba fuera de poder ser considerada como de campeonato, estuvo a punto de cancelarse por completo, ya que la gente que maneja al estadounidense no querían arriesgar a su protegido ante un boxeador que le aventajaría en peso, aún a pesar de percibir el consabido ‘forfiet’ (multa que se cobra de su sueldo a un boxeador al excederse de peso, para que la pelea siga adelante a pesar de dicha diferencia) de parte del sonorense.

Pero retomando el tema de los campeonatos, el reglamento, por lo menos el del CMB, es muy claro al respecto, al enunciar que en una pelea de campeonato, si el campeón marca el peso debido y el retador no, el primero automáticamente defiende su campeonato en la báscula

Ya si los planes de que haya pelea prosiguen, eso ya es otro asunto, ya que tal sería totalmente fuera de campeonato y claro, para evitar que se caiga todo el espectáculo, lo que ocasionaría enormes pérdidas económicas para todos los involucrados, desde los promotores hasta los aficionados.

Lo analizado anteriormente, la cuestión de los campeonatos, es algo tan claro, sobre lo cual no debería existir ninguna confusión o duda al momento en que se intentaba llegar a algún acuerdo en el caso del peso y del dinero, a lo que se llegó tras la jugosa multa de 120 mil dólares a Castillo por su falta, y el convenio de un pesaje posterior, al día siguiente –sólo unas horas antes de la pelea- de que el mexicano no excedería las 147 libras (66.679 kg), esto, como se mencionaba líneas arriba, buscado por el equipo de Corrales, para no permitir alguna ventaja de peso sobre su boxeador a la hora de la pelea.

Después de todo el ir y venir previo, la pelea resultó, desde el principio, espectacular, tal y como se esperaba, siendo una continuación del memorable combate que ambos guerreros ofrecieron en el mes de mayo, sólo que esta vez Castillo lució aún más fuerte y en el cuarto episodio dio fin a las acciones por la categórica vía del nocaut con un impresionante bombazo de mano izquierda.

Con su gran victoria, el de Empalme, Sonora, olvidó e hizo olvidar el trago amargo de la ceremonia de pesaje, y muy a pesar de vencer sobre el ring al doble campeón, Castillo es pues, el día de hoy, un campeón sin corona, y, de acuerdo al reglamento, al haber vencido al titular en una pelea fuera de campeonato, se gana una nueve oportunidad, en revancha directa, de ir ahora sí por ambas coronas.

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