‘De Niño a Soldado’

Cicatrices ondas y parlantes han quedad sólo de pensar que mi hijo a la guerra se ha parchado.

Un destino disfrazado, que no estaba preparado. Se queda limpia mi conciencia.

Sólo pido a Dios por mi hijo, ya que quiero seguir viendo mi descendencia.

Miro a través de la ventana y vuelvo a ver a mi hijo cuando disfrutaba de su infancia.

Pero eso ya no es posible, sólo espero y miro al cielo con paciencia.

Tus juguetes rotos y comidos por el sol me demuestran que el tiempo no lo puedes parar. No lo puedes comprar y aunque tengo mi casa, la siento sola y abandonada. No dejo de oir los gritos por la noche y la madrugada. Hay momentos que me ataca la locura, pero son certeras tus palabras que me devuelven la cordura. No quisiera dejarte ir, porque se que te puedo perder. No quiero fallar a mi Dios ni a nadie quiero ofender, pero por qué me separan de mi hijo?

Sólo encuentro consuelo en las Sagradas Escrituras.

Entiendo y lo analizo, porque sólo así Dios lo predijo.

Que Dios proteja nuestra Nación y que bendiga a los soldados, No nos resta más que orar, puesto que ya se han tirado los dados.

también oremos por el Presidente para que sea un poco más consciente. Que esta guerra sin final no esté acabando con la gente.

Roguemos por nuestros soldados y que Dios los ilumine, que Jesús los proteja para que a su lado con ellos siempre continúe.

Como madre y padre pido por mi hija para que tenga segura siempre su cobija. Y como madre y padre, pido por mi hijo para que ahora que te vea, te diga lo que Dios de ti me dijo.

El consuelo más grande es éste, consérvalo en el corazón y mente.

“Que el que habita en el abrigo del altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”.