
Debate migratorio se pospuso! – Será tercera semana de Junio
MIAMI – La reunión entre el Presidente Barack Obama y un grupo de legisladores demócratas y republicanos para iniciar la “discusión política” que debería concluir con la presentación al Congreso, en otoño, de un proyecto de ley de reforma migratoria que legalizaría a millones de inmigrantes indocumentados, fue postergada la tarde del viernes “debido a conflictos de agenda”, dijo a Univision.com un funcionario de la Administración que pidió mantener su nombre en reserva.
Segundo cambio
La fuente agregó que la cita fue aplazada para la semana siguiente, pero no detalló ni el día ni la hora.
El encuentro estaba pautado para el 17 en La Casa Blanca. Originalmente la cita estaba programada para realizarse el 8 de junio, pero la fecha fue cambiada “por conflictos de horario” del presidente a raíz de su gira por el Medio Oriente y Europa, donde visitó Egipto y asistió a los festejos del 65 aniversario del desembarco de los Aliados en Normandía, Francia, que marcó el comienzo del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Las conversaciones entre el mandatario y el grupo bipartidista forman parte de un complejo plan que la Casa Blanca comunicó a inicios de abril, cuando anunció que el propio presidente convocaría a una reunión de expertos a comienzos del verano, y que confiaba que para finales de otoño el Congreso recibiría un proyecto de reforma.
La Casa Blanca ha reiterado que “la idea -de la reunión- es comenzar a trabajar en un debate más intenso este año”, que incluiría la participación de expertos en el tema, dirigentes de organizaciones nacionales que abogan por los derechos civiles y los derechos de los inmigrantes, abogados, académicos, sindicatos y religiosos entre otros.
Hay optimismo, pero…
Mientras La Casa Blanca y el Congreso coinciden en una fecha disponible, los actores del debate ya comenzaron a dar pistas sobre el debate que se avecina.
El jueves, el líder del Senado, Harry Reid, (demócrata de Nevada), refiriéndose al inicio del debate, dijo a un corresponsal de la AFP que ponía “la reputación del Partido Demócrata en juego por la (reforma) migratoria”, pero advirtió que era probable que no todos los 59 escaños de su partido (de los 100 asientos) respaldarían una reforma amplia.
Reid también mencionó que en el caso de perder 10 o 12 votos demócratas, “eso nos deja 48. Pero estoy seguro de que encontraremos a 12 republicanos (que apoyen la reforma). No tengo duda de que ese será el caso”.
Las preocupaciones de Reid en cuando a la unidad del partido para empujar uno de los proyectos clave de la Casa Blanca de Obama para 2009 fueron adelantadas por Univision.com a mediados de abril, cuando Eliseo Medina, Vicepresidente del Sindicado Internacional de Empleados y Servicios (SEIU) dijo que esa organización no daba “por hecho que todos los demócratas votarán a favor. No todos los demócratas nos están apoyando. También hablaremos con los republicanos”.
El sindicalista explicó que la elección presidencial de noviembre de 2008 les abrió los ojos a los políticos “sobre la importancia del voto latino” y dijo que si bien la batalla no será fácil esta vez, “estamos en mejor posición que en el debate de 2007”.
Hasta el momento no se han confirmado los nombres de los congresistas de ambos partidos invitados por la Administración a la reunión que se llevará a cabo en la Casa Blanca la tercera semana de junio, pero se da por hecho que asistirán los líderes de las bancadas en las dos cámaras, los senadores Reid y Mitch McConnell (republicano de Kentucky), y los congresistas Steny Hoyer (demócrata de Maryland) y John Boehner (republicano de Ohio), además de Nancy Pelosi (demócrata de California), presidenta de la Cámara de Representantes.
Es probable que también sea invitado el senador John McCain (republicano de Arizona) y ex candidato presidencial de su partido, quien en varias ocasiones ha manifestado su respaldo a un plan e reforma amplio que incluya una vía de legalización.
Después de la primera reunión bipartidista, la Casa Blanca podría entonces convocar al resto de actores que iniciarán la redacción del plan de reforma, tarea que podría durar varias semanas, incluso meses.
Obama ha declarado en varias oportunidades que apoya un plan integral que atienda tanto las necesidades de seguridad del país como el enorme costo humano que sufren los inmigrantes indocumentados, cuyo número alcanza casi los 12 millones, de acuerdo a cifras recientes del Pew Hispanic Center.
El presidente prometió en su campaña presidencial que durante el primer año de mandato enviaría al Congreso un proyecto de reforma, plan que incluiría una vía de legalización de indocumentados que llevan tiempo en el país, pagan impuestos, cancelen multas y hablen inglés, entre otros requisitos.
Campaña nacional
Mientras la Casa Blanca y el Congreso se alistan para participar en el primer encuentro, a nivel nacional más de 400 organizaciones pro inmigrantes continúan con pie firme la campaña ‘Reform Immigration FOR America’ o ‘Reforma Migratoria PRO América’, que tiene como objetivo presionar a ambos organismos para que aprueben una nueva legislación que permita legalizar a la mayoría de los 12 millones de indocumentados.
Los organizadores de la campaña marcaron como meta conseguir 279 votos en el Congreso (218 en la Cámara de Representantes y 60 en el senado, más el voto del Presidente, número clave para que la reforma migratoria sea aprobada y puesta en vigor.
La Campaña ha dicho que, entre otros aspectos, el proyecto de ley que se envíe al Congreso en otoño debe incluir un componente de seguridad nacional, otro de seguridad laboral para los trabajadores y una vía para que millones de indocumentados puedan gestionar la residencia permanente, y después de cinco años con la Tarjeta Verde, iniciar los trámites de la ciudadanía.
‘Reform Immigration FOR America’ cuenta con la participación, entre otros, de organizaciones religiosas, sindicatos, activistas de grupos sin fines de lucro, grupos defensores de los derechos civiles y de los derechos humanos.
Como participar
‘Reform Immigration For America’ quiere inundar de correos electrónicos el Congreso de Estados Unidos con mensajes de apoyo a la reforma migratoria amplia con vía de legalización.
En los debates de 2006 y 2007 ambas cámaras del Congreso recibieron millones de mensajes en contra de una reforma que sacara de las sombras a los millones de indocumentados que viven en Estados Unidos y por ese motivo esta vez quieren revertir la tendencia.
“Queremos atraer a quienes deseen una solución con sentido común para nuestro dañado sistema de inmigración, que refuerce la igualdad de oportunidades y el estado de derecho, que trate con respeto y dignidad a las familias inmigrantes trabajadoras, y que permita que todas las comunidades y familias en Estados Unidos avancen juntas”, dicen los organizadores.
Si quiere enviar un fax al Congreso
Si quiere unirse a la campaña
Si quiere decirle a sus amigos que se unan a la campaña
Si quiere un modelo de carta para que envíe a su congresista o senador al Congreso de Estados Unidos
“Existe la posibilidad de que se apruebe la reforma migratoria integral este mismo año. Diles a tus amigos que necesitamos de su ayuda para presionar al Congreso para que apruebe la reforma migratoria”, reiteró ‘Reform Immigration For America’.
Crecen Esperanzas
Respecto a recientes cambios administrativos ejecutados por la Administración en cuanto a políticas migratorias, líderes de la campaña ‘Reforma Migratoria PRO América’ dijeron que las medidas tomadas por el gobierno federal “prometen un campo más abierto para una reforma migratoria este año”.
“Parece ser que actualmente se están reconsiderando las regulaciones más dañinas que dejó atrás, a ultima hora, la previa Administración”, señaló Laura Vázquez, analista legislativa de inmigración del Consejo Nacional de la Raza (NCLR), el principal grupo hispano de Estados Unidos.
Los cambios incluyen una provisión que suspende temporalmente la deportación de viudas e hijos de ciudadanos fallecidos, firmada el martes por la Secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, y el permitir que indocumentados que reciben una orden de deportación puedan pedir la reapertura de sus casos cuando sus abogados hayan cometido un error, derecho que fue anulado el 7 de enero por el gobierno del ex-presidente George W. Bush.
La Raza también mencionó como cambios favorables el rechazo a una propuesta de modificación del programa de visas H2A que empeoraba la condición laboral de trabajadores extranjeros.
“Estos cambios van a ayudar a preparar el campo hacia una mejor reforma, pero no debemos confundirlo con una solución”, dijo Janet Murguía, presidenta de la NCLR.
“Es necesario seguir adelante con un sistema de reforma migratoria integral del que podemos estar orgullosos”, agregó.
Debates truncados
En los últimos tres años la reforma migratoria ha sido debatida en dos ocasiones en el Congreso, sin resultados favorables, más un intento también fallido impulsado por la Casa Blanca de George W. Bush al final de su mandato.
La primera discusión se celebró en diciembre de 2005 cuando la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley HR 4437, que incluyó la construcción de un muro en la frontera con México, eliminó el sorteo de la lotería de visas, aceleró las deportaciones, sancionó a quienes den trabajo o ayuden a indocumentados y criminalizó la estadía ilegal, hasta ahora una falta de carácter civil.
Cinco meses más tarde, en mayo de 2006, el Senado aprobó la versión S. 2611, que incluyó entre otras recomendaciones el muro fronterizo, presupuesto para aumentar la dotación de la patrulla fronteriza, reforzó la seguridad en la frontera y dividió a la población indocumentada en tres grupos, y a cada uno de ellos los trató de manera diferente.
Grupo 1. Lo integraban indocumentados que llevaban cinco años o más en Estados Unidos. Accederían a una residencia temporal de seis años y luego a la residencia permanente. Once años más tarde podrían solicitar la ciudadanía. Se beneficiarían 7.8 millones.
Grupo 2. Lo integraban indocumentados que llevaban más de dos años y menos de cinco en el país. Deberían registrarse en un puesto fronterizo y calificarían para un permiso temporal de trabajo hasta que cumplan cinco años de estadía. Cumplidos cinco años, debían cumplir con los requisitos del Grupo 1. Se beneficiarían 3.5 millones.
Grupo 3. Lo integraban indocumentados que llevaban menos de dos años en Estados Unidos (contados a partir de una fecha que iba a ser determinada por el Senado). No calificarían para ningún tipo de beneficio y deberían irse del país. Afectaría a 1.4 millón.
Adiós a las
Esperanzas
Ambos planes debían ser armonizados por el Comité de Conferencia, pero esta instancia fue cancelada en junio de 2006 por el entonces liderazgo republicano aduciendo razones de seguridad nacional.
En mayo de 2007 un proyecto bipartidista respaldado por la Casa Blanca fue debatido sin éxito en el Senado. El plan incluía una compleja y delicada vía de legalización que contemplaba multas de $13,500 a cada inmigrante que calificara para el programa.
Tras el fracaso de los tres debates en el Congreso el gobierno federal activó masivas redadas de inmigrantes en adentros de trabajo y residencias particulares. En el año fiscal 2008 (del 1 de octubre de 2007 al 30 de septiembre de 2008) el departamento de Seguridad Nacional dijo haber deportado a casi 350 mil indocumentados, un 20 por ciento más que los expulsados en el año fiscal 2007.
Planes alternos
Mientras la Casa Blanca batalla por escribir una propuesta y enviarla al Congreso a más tardar en otoño, el legislativo discute varias iniciativas dirigidas a modificar partes de la ley de inmigración y que, eventualmente, pudieran ser añadidos como enmiendas a un proyecto de reforma migratoria.
Una de ellas es el DREAM Act, que propone otorgar residencia temporal a miles de estudiantes sobresalientes, quienes una vez graduados, podrán solicitar la residencia permanente y luego la ciudadanía.
Otro proyecto de ley enviado al Congreso es el AgJobs, que legalizaría la permanencia de entre 2 a 3 millones de campesinos que llevan tiempo en el país, tienen trabajo y pagan impuestos, además de carecer de antecedentes criminales.
Después de un tiempo como residentes temporales, podrán gestionar la residencia permanente.
Reunificación familiar
Otros proyectos enviados a ambas cámaras del Congreso tratan sobre la unificación familiar y la ampliación de la cuota anual disponible y que administra el Departamento de Estado, que favorece las peticiones hechas por residentes permanentes y ciudadanos.
El plan recomienda recuperar unas 400 mil visas no utilizadas en años anteriores para achicar los tiempos de espera, que en algunos casos supera los 10 años.
Iniciativas similares recomiendan eliminar restricciones a estudiantes extranjeros que han obtenido un doctorado en universidades estadounidenses y ampliar la cuota de visas tipo H2A y H2B, para trabajadores extranjeros no profesionales.
Visas tipo H1B
También se han enviado proyectos para ampliar la cuota de trabajadores profesionales con visa tipo H1B.
El gobierno entrega cada año 65 mil cupos y otras 20 mil para extranjeros que han obtenido una maestría en una universidad estadounidense.
Todos estos proyectos pudieran ser añadidos al plan de reforma que será redactado a partir de la reunión del día 17 entre Obama y el grupo bipartidista que se reunirá a puertas cerradas en la Casa Blanca la tercera semana de junio.