<!--:es-->El sicario Jesús Ernesto Chávez confiesa 800 asesinatos<!--:-->

El sicario Jesús Ernesto Chávez confiesa 800 asesinatos

Jesús Ernesto Chávez Castillo, un asesino a sueldo mexicano, dejó de contar el número de personas que había matado cuando llegó a las 800.
“Siento que hice lo correcto, ya he hecho mucho mal”
Este sicario, detenido en julio de 2010 en Ciudad Juárez, confesó en una corte de El Paso Texas, haber asesinado a cientos de personas, de acuerdo a un reporte publicado por la cadena Fox News.
El juicio contra Chávez, acusado de matar a tres trabajadores del Consulado de EEUU y a sus familiares en Juárez, ha revelado la depravación de uno de los grupos más sanguinarios de México.
Chávez Castillo, identificado como «El Camello» en el momento de su detención, testificó contra quien fuera su jefe, Arturo Gallegos Castrejón.
De acuerdo con el reporte, El Camello explicó que era parte de la banda Barrio Azteca y que tenía una cuota diaria de asesinatos como parte de una campaña para infundir miedo entre la policía y el público, causando «grandes noticias».
«Siento que hice lo correcto, ya he hecho mucho mal», dijo Chávez en los tribunales, explicando por qué ahora estaba testificando contra su exjefe, Arturo Gallegos.
Gallegos Castrejón está acusado de haber ordenado los ataques del 13 de marzo de 2010, en los que murieron Lesley Enríquez, empleada del consulado estadounidense en Ciudad Juárez; su esposo, el agente policiaco de El Paso Arthur Rediles, y Jorge Alberto Salcido Ceniceros, esposo de otra empleada del consulado.
Las víctimas regresaban de un cumpleaños del hijo de un compañero de trabajo en el Consulado cuando fueron atacados por los sicarios.
La brutalidad del cártel de Juárez revela la rivalidad contra el cártel de Sinaloa, el cual ha ganado control de la ruta de la droga en la región de El Paso, Texas.
De acuerdo al analista de seguridad, Tristan Reed, la tasa de asesinatos en Juárez ha persistido debido a la existencia de dos organizaciones criminales poderosas que proporcionan armas, dinero y drogas ilícitas para empujar que se maten entre sí.

Share