
EU deportará a todo ilegal que detenga
Máximo jefe de seguridad revela objetivo
WASHINGTON – El secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, aseguró este martes que el objetivo de su departamento (ministerio) es expulsar a todos los ilegales detenidos tras cruzar la frontera de Estados Unidos y no liberarlos como ocurre actualmente con la mayoría de los que no son mexicanos.
«Erradicar» el problema
«Nuestro objetivo en el departamento de Seguridad Nacional (DHS) es erradicar el problema policial de detener y liberar, y expulsar, sin excepciones, a cada uno de los ilegales que entre» a territorio estadounidense, declaró Chertoff en una audiencia de la comisión de Justicia del Senado.
Con la expresión «detener y liberar», el máximo jefe de la seguridad de Estados Unidos aludía a los problemas registrados principalmente en la frontera del suroeste con México, donde dijo que su departamento se enfrentaba a su «responsabilidad policial más urgente».
Casi un millón
Según sus cifras, «cerca de 900 mil mexicanos detenidos cuando intentan entrar ilegalmente en Estados Unidos son expulsados inmediatamente a México», país cuya cooperación valoró en «la lucha contra el crimen organizado, incluso intercambios de información».
Pero, «un inmigrante ilegal que no es mexicano tiene un 80 por ciento de posibilidades de ser liberado tras su arresto en la frontera del suroeste por falta de centros de detención», lamentó Chertoff, quien no dudó en admitir que el problema era «especialmente severo».
Desde su punto de vista, «las experiencias pasadas demostraron que un esfuerzo concentrado en las deportaciones puede disuadir las entradas ilegales de no mexicanos por la frontera del suroeste», donde los ciudadanos efectuaron rondas este año para detener a los indocumentados y entregarlos a la policía.
«Es crucial resolver el problema de la detención para llevar una estrategia policial eficiente», insistió Chertoff.
«Nuestro plan es ampliar las deportaciones mediante una mejor utilización de nuestros sistemas de detención y expulsión para aumentar la rotación», subrayó.
«En cooperación con el departamento de Estado, ya hemos empezado a aplicar numerosos cambios para pasar del ‘detener y liberar’ al ‘detener y expulsar'», afirmó el jefe del departamento de Seguridad Interior, quien pronosticó «avances significativos en menos de un año» en ese ámbito.
Sobre la reforma
Chertoff aseguró asimismo que la «estrategia para reformar el sistema migratorio» (estadounidense) estaba basado en tres pilares: «Controlar la frontera, elaborar un sólido programa de control interior y establecer un programa de estatuto temporal».
La idea de permitir que trabajadores extranjeros entren legalmente a Estados Unidos por un periodo determinado y limitado ha sido lanzada por el propio presidente George W. Bush hace casi dos años, al principio de la campaña electoral de cara a los comicios de noviembre pasado.
Tras recordar que ocho millones de indocumentados aportan su contribución a la economía estadounidense y que los empresarios los necesitan, el responsable norteamericano aseguró que el estatuto temporal permitiría dar satisfacción tanto a los empresarios como los emigrantes.
Durante el año fiscal 2005 (1 de octubre de 2004 al 30 de septiembre de 2005) la patrulla fronteriza estadounidense detuvo a más de 160 mil indocumentados no mexicanos.
De ellos, sólo 30 mil de ellos fueron deportados, mientras que el resto fue puesto en libertad sin fianza debido a que no hay espacio en los centros de detención.
Antes de ser puestos en libertad los detenidos se comprometieron a presentarse a una audiencia frente a un juez en una Corte de Inmigración.
«Pocos de ellos» regresaron para presentarse ante el juez, dijo Chertoff.
Dinero para celdas
El secretario añadió que el nuevo presupuesto de su departamento para el año fiscal 2006 (que arrancó el de octubre) incluye partidas de hasta 90 millones de dólares para construir celdas adicionales de detención.
El funcionario también dijo que la agencia que dirige proyecta ampliar el uso de un programa acelerado de deportación que reduce el tiempo promedio que podría pasar detenido un indocumentado.
Las esperas actuales son de al menos 90 días y el plan las reduce a menos de la mitad.
El DHS también cuenta con un plan de Repatriación Voluntaria que este año permitió la expulsión de al menos 20 mil mexicanos durante el verano.