Ex guerrillero e Ingrid llegaron a París

BOGOTÁ – El ex guerrillero colombiano Wilson Bueno Largo, que hace poco desertó de las FARC y puso en libertad al ex congresista rehén Óscar Tulio Lizcano, viajó a París junto a su novia y en compañía de la colombo-francesa Íngrid Betancourt.

Nada en su contra

“Isaza”, alias de Bueno Largo, partió en un vuelo comercial tras recibir de manos del alto comisionado para la Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, el pasaporte que le permitió salir con destino a Francia, cuyo presidente, Nicolas Sarkozy, aceptó acogerlo.

“No proporcionaremos detalles sobre las condiciones de acogida y de estancia en Francia de Wilson Bueno Largo, que ha llegado esta mañana de Colombia, con un visado que le permite quedarse en nuestro territorio”, declaró un portavoz de la diplomacia francesa.

“Este es un acto de paz, mediante el cual el Gobierno cumple la palabra”, afirmó el presidente colombiano, Álvaro Uribe, al recordar en un acto público en Bogotá que les ha ofrecido la posibilidad de viajar al exterior a quienes se desarmen y entreguen secuestrados.

La partida de “Isaza” se produjo pocas horas después de que el fiscal general, Mario Iguarán, informó en Bogotá de que el ex rebelde había sido desvinculado del proceso por secuestro en el que comparecía.

La Fiscalía General “considera que no es procedente medida de aseguramiento (orden de detención) por el delito de secuestro” en contra de Bueno, dijo Iguarán durante una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.

‘El Gobierno cumple’

A la reunión asistieron “Isaza” y su novia, Lilia Isabel Bañol, conocida con el alias de “Marisol” y también desertora de las FARC, quienes invitaron a sus antiguos compañeros a que se desmovilicen y pongan en libertad a los secuestrados.

“Hace unos meses dijimos que a aquellos guerrilleros que resuelvan abandonar la guerrilla y traigan consigo a los secuestrados, haremos todos los esfuerzos para que gocen de libertad y estamos dispuestos a mandarlos al extranjero, y además a pagarles una recompensa”, recordó Uribe.

Bueno salió de Colombia con la mitad de los 1,000 millones de pesos (poco más de $428,500) con los que el Ejecutivo le compensó por haber huido con Lizcano, que estaba en un grupo de 29 secuestrados que los rebeldes pretenden canjear por unos 500 insurgentes presos, entre ellos tres extraditados a Estados Unidos.

“El Gobierno cumple”, insistió Uribe, para quien el de Colombia “es un Gobierno de palabra y de honor”.

El Presidente aludió a las gestiones que prometió para que Bueno pudiera salir del país, lo que estaba pendiente de que la Fiscalía de Colombia resolviera la situación jurídica del ex guerrillero.

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