
Frutas y verduras: cuestión de higiene
La crisis originada por la bacteria E. Coli en Europa, pone de relieve la necesidad de prevenir las intoxicaciones alimentarias, un riesgo que aumenta en las épocas de calor. Unas sencillas precauciones domésticas deben bastar para poder disfrutar de los vegetales sin poner en peligro la salud.
Lavar con agua potable y pelar las frutas y hortalizas que se vayan a consumir en crudo; lavarse bien las manos tanto antes como después de manipular los alimentos que se van a ingerir y evitar las contaminaciones cruzadas, es decir aquellas que se producen por sucesivos contactos entre alimentos o entre alimentos y utensilios o superficies infectadas.
Son tres recomendaciones básicas que no se circunscriben sólo a las situaciones de alarma o crisis alimentaria como la que afecta a Europa debido a las intoxicaciones por la ‘Escherichia coli’ o ‘E. coli’, una bacteria muy común que vive en los intestinos de animales y seres humanos.
“El lavado de los alimentos, utensilios de cocina y las manos, no debe limitarse a situaciones de alarma para después olvidarse, sino que ha de convertirse en hábitos de higiene que hay que aplicar siempre que se consumen frutas y verduras, en cualquier época del año, sobre todo las calurosas», explica la doctora, experta en dietética y nutrición, María Esther de La Paz.
Según esta experta, “además de la bacteria ‘E. Coli’, hay otros gérmenes que pueden provocar una intoxicación o toxiinfeción y que hacen necesario tomar precauciones higiénicas, como el staphylococcus aureus, la salmonella, la shigella, la listeria o el botulismo, en este último caso en los alimentos envasados”.
“Las intoxicaciones alimentarias, que representan un mayor riesgo de salud para los niños y ancianos, son el resultado del consumo de microorganismos o toxinas en alimentos contaminados en salidas al aire libre, establecimientos de comida, o incluso dentro del propio hogar” explica la doctora De la Paz.
De acuerdo a esta nutricionista, “los síntomas de las intoxicaciones alimentarias más comunes suelen comenzar de dos a seis horas después de ingerir el alimento y abarcan, desde cólicos abdominales, diarreas, fiebre y escalofríos o dolor de cabeza, hasta náuseas y vómitos, debilidad y, en algunos casos, cuadros graves que pueden ocasionar el paro respiratorio y la muerte”.
“Con las altas temperaturas aumentan las toxiinfecciones alimentarias, como las causadas por la bacteria salmonella. En esta época, aumentan los casos en establecimientos públicos, pero no hay que olvidar que más de la mitad de las toxiinfecciones alimentarias se producen en el hogar, por lo cual es indispensable una correcta higiene en la cocina”, dice la experta.
De acuerdo a esta experta “para prevenir las infecciones en el hogar no sólo hay que centrarse en los alimentos, como las frutas y verduras, sino además evitar la principal forma de contaminación alimentaria: las contaminaciones cruzadas. Además de cocinar los alimentos, la mejor forma de no sufrirlas es mantener unos correctos hábitos de higiene en la cocina”.
Eugenio Frater.
Una persona lava verduras en la cocina de su casa en Hanover, Alemania.El lavado de los alimentos, utensilios de cocina y las manos, no debe limitarse a situaciones de alarma para después olvidarse, sino que ha de convertirse en hábitos de higiene .
Frutas y vegetales en un mercado de Londres
Investigadores del Centro Nacional de Laboratorios de Referencia de la República Checa saca muestras de un pimiento rojo para analizar si contiene la bacteria «Escherichia coli enterohemorrágica» (EHEC).