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¿Hasta dónde debo esforzarme extra? …Guíate por la descripción de tu trabajo

Cuando somos contratados para un nuevo empleo no todos nos tomamos el trabajo de conocer nuestra descripción de trabajo sino que, simplemente, en la mayoría de los casos vamos dándonos cuenta de lo que nos “toca” hacer en el “camino”. Y si esto fuera poco, no sabemos dónde y cuándo empiezan o terminan nuestras responsabilidades.

Qué es la descripción del trabajo

La descripción de trabajo es el “retrato” de lo que se hace en cada puesto, para qué sirve y lo que se puede esperar de quien cubra la posición. Una buena descripción facilita la comunicación y ayudará a cada trabajador a saber qué hacer y a quién recurrir.

Hasta aquí todo suena muy bien pero, ¿qué está pasando hoy en día cuando el mercado laboral está tan agitado con empresas que, para poder sobrevivir, están realizando ajustes –despidos de personal- para lograr productividad?

¿Hasta dónde estamos dispuestos a decir “sí” o “no” cuando nos pidan correr “la milla extra”?

Tomando en cuenta este tema realicé una pequeña encuesta -nada científica, por supuesto- que refleja la disposición de las personas en ajustarse o no a las necesidades de sus empresas.

Casi de manera unánime me manifestaron que ellos tienen claro que, para poder mantenerse en sus puestos, deben colaborar más con otras asignaciones que no son parte de su “descripción de trabajo”, pues de sobra entienden que también la empresa está haciendo esfuerzos para mantenerse en pie y que solamente los que estén dispuestos a dar un poco más serán los que puedan cruzar a la otra orilla.

Estamos hablando de un esfuerzo extra, no de explotación usando como pretexto la crisis, que también es un tipo de abuso en el que algunos están incurriendo.

Que si tu jefe te solicita ese esfuerzo extra, tú gustosamente le demuestres tu solidaridad con la empresa. Pero de una forma profesional le debes recordar que entonces es él quien debe establecer el orden de prioridad de tus responsabilidades porque tú de ninguna manera quieres que se rezague el trabajo que ya tenías asignado de antemano.

Aclarar esto a tiempo te deja como:

– Un trabajador flexible, dispuesto a dar un extra para salir adelante siendo parte de los esfuerzos de la empresa.

– Alguien que está poniendo más sobre su plato, que a lo mejor ya está algo cargado.

– Un empleado que reconoce que su supervisor tiene la autoridad pero también la responsabilidad de los cambios que está haciendo.

Obviamente no estamos en el mejor momento, por lo que con sabiduría tendremos que salir adelante evitando ser víctimas de abusos.

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