<!--:es-->Ike Podría ser casi como un tsunami: Dewhurst
…El huracán amenaza con ser mortífero en Texas<!--:-->

Ike Podría ser casi como un tsunami: Dewhurst …El huracán amenaza con ser mortífero en Texas

HOUSTON, Texas – Como un gigantesco monstruo de viento de más de 700 millas de ancho, el poderoso huracán Ike continuó alimentándose durante la madrugada de las aguas cálidas del Golfo de México, sembrando el miedo en millones de residentes en el estado de Texas, donde se espera el fenómeno desatará toda su furia a partir de este viernes por la tarde.

Generará marejadas de 20 pies

Houston y zonas costeras de Texas eran objeto de masivas evacuaciones el jueves, ante la llegada del devastador huracán Ike, que ya golpeó duramente el Caribe, donde dejó una estela de destrucción y muerte.

El Servicio Nacional de Meteorología emitió una preocupante alerta, dirigida específicamente a las familias que viven en casas y estructuras sencillas a lo largo de la costa de Texas, exhortando que evacuen sus viviendas cuanto antes.

«Las personas que no obedezcan las órdenes de evacuación emitidas ante la amenaza del huracán Ike enfrentarán una muerte segura», enfatizó la entidad a través de un comunicado emitido el jueves por la noche. «Las comunidades costeras proclives a las inundaciones quedarán aisladas e incomunicadas».

Este aviso tan fuerte y directo por parte del Servicio Nacional de Meteorología salió acompañado de una advertencia para el litoral de la Bahía de Galveston, donde el oleaje podría alcanzar entre 15 y 22 pies por encima de lo normal.

«Todos los vecindarios… y posiblemente todas las comunidades costeras… serán inundadas durante el periodo de marea alta de la tormenta», puntualizó el aviso.

El gobernador de Texas, Rick Perry, también alertó a la población del peligro inminente: «Mi mensaje a los tejanos (que viven) en la zona del impacto prevista es este: Terminen sus preparativos porque Ike es peligroso y está en camino».

Perry también puso en alerta a 7,500 miembros de la Guardia Nacional y elevó una alerta previa de desastre para 88 condados de este estado.

La única buena noticia relacionada a Ike fue comunicada por el Centro Nacional de Huracanes desde su sede en Miami, y tenía que ver con la intensidad del poderoso fenómeno: Contrario a los pronósticos iniciales, todo parece indicar que Ike no se fortalecerá a un huracán de Categoría 4.

Los expertos coinciden en que Ike impactará las costas tejanas, probablemente al sur de Galveston, con intensidad de Categoría 2 ó 3. En su boletín del viernes, a las 7 a.m. hora del Centro, la entidad meteorológica reiteró que Ike llevaba vientos sostenidos de 105 mph (165 km/h), y ráfagas mayores.

El Centro Nacional de Huracanes, el viernes por la madrugada, colocó el ojo del huracán Ike a unas 230 millas (370 kilómetros) al sureste de Galveston, Texas; se movía en dirección oeste-noroeste a razón de 13 mph (20 km/h); y los vientos con fuerza de huracán se extienden hasta unas 120 millas (195 kilómetros) del centro de circulación de Ike.

«El ojo de Ike debe acercarse a la costa de Texas el viernes, en horas de la tarde. Sin embargo, al ser un ciclón tropical de tanto tamaño, las condiciones climatológicas empezarán a deteriorarse a lo largo de la costa mucho antes de que el huracán toque tierra», precisó el Centro Nacional de Huracanes.

El meteorólogo Félix García, del Centro Nacional de Huracanes en Miami, opinó que Ike podría ocasionar «grandes daños y estragos». La intensidad de sus vientos «podría hacer volar tejados y vehículos y arrancar muchos árboles», advirtió, al considerar que definitivamente se trata quizá del «huracán más peligroso del año».

Toda la Costa debe estar Alerta!

Y es que el meteoro avanza hacia el territorio de Estados Unidos luego de dejar un centenar de muertos en Haití y gran destrucción en áreas rurales, y otros cinco muertos en Cuba, donde más de 200 mil viviendas fueron destruidas.

Por tal motivo, el Centro Nacional de Huracanes emitió un aviso de huracán para la costa del Golfo de México desde Morgan City, Louisiana hasta Baffin Bay, Texas. La llegada de Ike a Texas, explicaron los meteorólogos, generará «mareas muy altas», de seis a ocho por encima de lo normal.

Por otro lado, Ike podría producir además intensos aguaceros, con acumulaciones de entre 5 y 10 pulgadas de lluvias en partes del centro y norte de Texas, y en partes de Louisiana; con lluvias aisladas de hasta 15 pulgadas en algunas zonas.

Las carreteras y puentes de la zona se mantuvieron congestionados por decenas de miles de vehículos y las autoridades del Condado de Harris, donde se encuentra parte de Houston, anunciaron evacuaciones de los barrios inundables, donde viven 250 mil personas, comenzando por las personas más vulnerables, mayores, enfermas o discapacitadas.

«Hemos enviado, y seguimos enviando (aviones militares) C-130 y ambulancias», y «hemos enviado 1,350 autobuses hacia la región», detalló una de las altas autoridades ejecutivas de Texas, el vicegobernador David Dewhurst.

Houston cuarta ciudad de Estados Unidos, tiene 2.2 millones de habitantes y es el epicentro de una zona metropolitana de 5.6 millones.

El presidente George W. Bush, quien decretó el estado de emergencia en Texas, ordenó ayuda federal para apoyar a las autoridades locales y estatales en sus preparativos de respuesta al huracán.

La medida emitida por Bush encarga al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) la coordinación de la ayuda y la asistencia apropiada para poner en marcha las medidas de emergencia requeridas.

Las ayudas de emergencia, incluida la asistencia federal directa, serán costeadas en un 75 por ciento por los fondos federales.

El mandatario también se reunió con el secretario de Seguridad Interior, David Chertoff, y el director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) David Paulison, así como con el gobernador de Texas.

«[Bush] fue informado sobre el itinerario y la fuerza del ciclón, que debería ser muy importante», declaró la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

Al menos cuatro condados del sur y oriente de Houston anunciaron desalojos obligatorios y voluntarios, mientras las autoridades comenzaron a trasladar por autobús a pacientes con debilidad o enfermedades crónicas a San Antonio, a unas 190 millas (300 kilómetros) de Houston.

En la ciudad se encuentra el centro de control de la NASA, que cerró el jueves. Las actividades de control de vuelos estaban aseguradas por equipos en Austin, Texas, y Huntsville, Alabama, precisó la NASA en un comunicado.

«No esperábamos que Ike llegue tan cerca de nosotros», afirmó Joe Steinebaker, encargado de comunicación del Condado de Harris, quien advirtió que el huracán podría crear olas de gigantescas en Galveston. Eso podría ser «catastrófico» para ciertos habitantes, dijo, y agregó: «queremos que esa gente de vaya».

El vicegobernador Dewhurst señaló: «Esto casi podría ser como un tsunami».

No todos quieren evacuar!

Algunas personas, sin embargo se opusieron a la orden de evacuación, como Leslie LeGrande, habitante de Galveston, que explica que «salvo que se ponga realmente mal, no vamos a ninguna parte».

Su vecina, Cecilia Padnos, espera que Ike dé un giro de último minuto. Durante el paso del huracán Rita en 2005, tuvo que desplazarse pero el huracán pasó por otro lado.

Las autoridades de Houston -y otras ciudades en Texas- le han hecho hincapié a la ciudadanía de que la temporada de huracanes está activa y que la mejor forma para sobrevivir este tipo de fenómenos ciclónicos era informándose y tomando medidas de precaución.

«Nos estamos asegurando de que los tanques de combustible estén tapados y que los botes de rescate estén prontos», dijo Frank Michel, portavoz de la ciudad de Houston.

Los residentes de Texas tienen frescos los recuerdos del huracán Rita, que en el año 2005 se dirigió hacia la zona de Houston semanas después de que Katrina devastara a Nueva Orleáns.

En aquella ocasión, unas 2 millones de personas intentaron salir de la zona de Galveston y Houston antes de que fuera alcanzada por Rita, lo que creó enormes embotellamientos. No obstante, el huracán cambió de rumbo en último minuto y el daño en esa región fue mínimo.

«Odio manejar y tuve que manejar por 14 horas hasta Austin (normalmente un tramo que se hace en 3.5 horas) con un gato, todas mis fotos familiares, comida y dos niños pequeños en el auto», recordó del tiempo de Rita Celia Padnos, una residente de Galveston.

También en julio pasado Texas recibió el embate del huracán Dolly, y hace poco se vio amenazado por dos ciclones más: Edouard y Gustav. Por suerte, ninguno de estos dos últimos sistemas serios daños en las áreas de Galveston y Houston.

El sector de los hidrocarburos en la zona estaba atento también a la evolución de Ike ante el temor de que cause daños en el mismo corazón de sus operaciones.

En Texas hay 26 refinerías que representan una cuarta parte de la capacidad de refinación en Estados Unidos, y la mayor parte se encuentra en el litoral del Golfo de México en lugares como Houston, Port Arthur y Corpus Christi.

Si los directores del puerto petrolero de Corpus Christi, dudaban en evacuar, la producción de petróleo y de gas en el Golfo de México fue casi totalmente interrumpida ante la llegada del huracán, a pesar de que «las previsiones actuales muestran que (Ike) no afectará la mayor parte de las instalaciones petroleras y gasíferas del Golfo», anunció el Departamento de Energía en un comunicado.

La trayectoria de Ike ha sido bastante incierta desde el comienzo: Inicialmente se dirigía al estado de Florida, pero después de tener a sus residentes en alerta por varios días, el huracán decidió cambiar de rumbo hacia el sur.

Este cambio de trayectoria afectó a Cuba, donde Ike (que entró a la Isla con Categoría 4) azotó sin clemencia durante casi tres días a sus residentes.

En la actual temporada de huracanes en el Atlántico se han formado diez tormentas tropicales y cinco huracanes.

El Centro Nacional de Huracanes vaticinó que esta temporada iba a ser muy activa, con la posible formación de 14 a 18 tormentas tropicales, de las que entre siete y 10 podrían llegar a convertirse en huracanes.

Share