Inmigración legal de trabajadores extranjeros se redujo un tercio desde 2020, generando escasez de mano de obra

Inmigración legal de trabajadores extranjeros se redujo un tercio desde 2020, generando escasez de mano de obra

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La inmigración legal relacionada con el trabajo se ha reducido un tercio desde 2020, generando una importante escasez de mano de obra extranjera en Estados Unidos que detiene el crecimiento económico tras la pandemia.
Así concluye un informe publicado por The Conversation en su página web, indicando además que la falta de trabajadores foráneos se suma al hecho que los estadounidenses tienen menos hijos y la fuerza laboral del país está envejeciendo. Debido a estos factores, “muchos empleadores en la industria manufacturera, la aviación y otras industrias clave en la producción nacional tienen problemas para encontrar suficientes empleados”, agrega.

Cuesta abajo

El reporte detalla que la brecha entre la demanda de mano de obra y la oferta ya se estaba formando en 2017. Y que para 2018 la economía estadounidense tenía cada vez más puestos vacantes que trabajadores desempleados.
En 2020, debido a la pandemia del coronavirus, “la brecha se amplió a medida que más personas murieron a causa del covid-19, el aumento del número de personas que se jubilaron antes de tiempo o simplemente abandonaron el mercado laboral por diversas causas.
Para julio de 2022, indica el reporte de The Conversartion, a medida que los efectos de la pandemia en el lugar de trabajo disminuían, “Estados Unidos tenía 11.2 millones de puestos laborales vacantes, pero solo 5.7 millones de trabajadores desempleados que podrían ocupar las posiciones disponibles”.

Visas de trabajo

Alrededor de 45 millones de personas que viven en Estados Unidos (cerca del 14% de la población) nacieron en el extranjero (la mayoría en México). De ellos, se estima que uno de cada seis trabajadores estadounidenses es inmigrante.
El reporte señala que algunos de estos trabajadores nacidos en el extranjero “están empleados legalmente de forma temporal con una variedad de visas que les permiten obtener trabajos que van desde diseñadores de software hasta recolectores de manzanas”.
Entre las disponibles, se incluyen 65,000 visas H-1B al año para trabajadores profesionales con título universitario y una cuota adicional de 20,000 para graduados en universidades estadounidenses con un grado de maestría, y las visas tipo H-2A y H-2B para trabajadores temporales en agricultura y el sector no agrícola, entre ellos jardineros, personal de hotelería, ganadería y turismo.
En algunos casos, como la visa H-1B, los titulares de estas visas gestionadas por empleadores, los beneficiarios pueden acceder a la residencia legal permanente (green card) si cumplen con ciertos requisitos, explica el libro ‘Inmigración: Las Nuevas Reglas’.
“La clasificación H-1B se puede otorgar hasta por un máximo de seis años, en dos períodos de tres años cada uno”, explica Armando Olmedo, coautor del libro. “El último puede ser extendido si, antes del cumplimiento del quinto año de estadía, tu empleador inicia un proceso de residencia legal permanente (tarjeta verde)”, agregó.
En el caso de las visas tipo H-2ª y H-2B, se trata de permisos temporales por un año con dos extensiones por el mismo período de validez, al término de los cuales el trabajador debe regresar a su país de origen.
El informe de The Conversation revela que el gobierno federal estadounidense emitió un récord de 813,330 visas temporales basadas en empleo en el año fiscal 2019. Pero que el total se redujo en aproximadamente un tercio a 566,000 en 2020, cuando comenzó la pandemia de covid-19, que llevó al cierre de oficinas, consulados y embajadas, afectando los procesos de adjudicaciones.
Los números se mantuvieron básicamente estables en el año fiscal 2021, en 566,001, el primero e la presidencia de Joe Biden.
El reporte indica que es importante que el gobierno no emita visas “de tal manera que los trabajadores extranjeros bajen los salarios o provoquen el despido de estadounidenses con empleo remunerado”.
Pero en marzo de 2017 Univision Noticias publicó un reporte donde señala que no es cierto el argumento utilizado por el entonces presidente Donald Trump, quien afirmaba que el único propósito del programa de visas H-1B era que los inmigrantes sustituyan a los estadounidenses en sus trabajos y las empresas paguen salarios más bajos.
“El efecto sustitutivo es debatible”, explicó Madeline Zavodny, economista del Agnes Scott College. Zavodny estudió el efecto de esas visas en el sector tecnológico y encontró poca evidencia de que, efectivamente, afecten el salario de los estadounidenses.
Sin embargo, reconoció que otras investigaciones muestran resultados distintos a los de su investigación. “La evidencia económica es mixta, aunque una pequeña porción es negativa”, indicó .
Según Zavodny, el programa H-1B prevé formas de evitar la sustitución de trabajadores locales por extranjeros. Antes de pedir la visa al servicio de Inmigración, cada empresa debe solicitar una certificación al departamento de Trabajo, en la que se demuestra que la contratación no afecta los salarios ni las condiciones de trabajo de los estadounidenses.

La pandemia de covid-19

En 2020 y 2021, debido al cierre de las fronteras causado por la pandemia de covid-19, la cantidad de extranjeros autorizados a trabajar temporalmente en Estados Unidos se redujo drásticamente.
En los números de visados y entradas también afectó la política migratoria de ‘tolerancia cero’ del gobierno de Trump, que impulsó una agresiva campaña denominada “compra estadounidense prefiere (la contratación de) estadounidense(s)”. Las restricciones por razones de seguridad sanitaria y la estrategia antiinmigrante ordenada por el mandatario redujo significativamente la emisión de visas.
La fuerte reducción en la cantidad de visas temporales para trabajadores foráneos en los años fiscales 2020 y 2021 “dañó la economía estadounidense”, dijo The Convsersation. “El costo total fue de alrededor del 0.4 % anual del Producto Interno Bruto (PIB) total: al menos $82,000 millones por cada año”, indicó.
Pero la política migratoria restrictiva de Trump y la pandemia no solo impactaron negativamente en las visas para trabajadores extranjeros. También dañaron los procesos de miles de extranjeros que reunían los requisitos y no pudieron obtener una tarjeta verde (green card) debido al cierre de embajadas y consulados, y dependencias de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS). En total, se estima que unos 2 millones menos de inmigrantes en edad laboral se vieron seriamente afectados.
Estas pérdidas adicionales “casi triplica el costo económico de las restricciones de inmigración en alrededor del 1.1% anual del PIB de Estados Unidos, añade el informe.
Una proyección estimada por la publicación indica que, a menos que el gobierno cambie de rumbo y emita más visas relacionadas con el trabajo, “la escasez de trabajadores se duplicará a más de 4 millones para el año fiscal 2030”. Y el PIB se reducirá en promedio en “alrededor del 4.3% anualmente durante los próximos ocho años”.

Acumulación de visaS

La tercera semana de agosto las USCIS advirtió a miles de solicitantes de la residencia permanente, entre ellos trabajadores extranjeros, que pusieran al día un formulario médico clave que permitirá a la agencia aprobar las peticiones de ajuste por petición laboral. Y que el plazo vence el 30 de septiembre.
En cuanto a la cantidad de visas de inmigrante disponibles para el año fiscal 2022, requisito básico para obtener una green card, la USCIS explicó que el límite anual de visas basadas en el empleo para usarse en el año fiscal 2021 (autorizadas por el Congreso) fue de 262,288, casi el doble del total anual típico.
“El Departamento de Estado (DOS) publica las cifras oficiales del uso de visas en su Informe de la Oficina de Visas. En general, las dos dependencias federales en conjunto usaron 195,507 visas de inmigrante basadas en el empleo en el año fiscal 2021”, indicó.

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