Inmigrantes han comenzado a dar a Texas una nueva identidad!
Nueva identidad traerá grandes implicaciones “Vamos rumbo a un nuevo Texas”
Dallas.- La continua llegada de inmigrantes de México y el resto de Latinoamérica, atraídos por las oportunidades de empleo y desarrollo económico, comenzó a dar a Texas un nuevo rostro, que traerá consigo amplias implicaciones para el estado. “Vamos rumbo a un nuevo Texas”, aseguró el ex secretario de vivienda de Estados Unidos, Henry Cisneros, al hablar sobre el cambio demográfico que experimenta la entidad en una reciente entrevista.
Las consecuencias de este cambio, dijo, se observarán en el terreno social, político y económico.
En el año 2003, la población de origen anglosajón o de raza blanca dejó de ser mayoría en Texas, al ser superados por los residentes hispanos, afro americanos y de otros orígenes.
En la última década los hispanos crecieron 54 por ciento para sumar más de 2.3 millones de personas y alcanzar 35 por ciento del total de la población de la entidad, mucho más del 14 por ciento que ocupan a nivel nacional.
En 15 años más, para el año 2020, cuando se estima que la población de la entidad llegará a 30 millones de habitantes, los hispanos se establecerán como nueva mayoría, igual que hace más de una centena de años antes que este grupo étnico fuera superado por los anglosajones.
El cambio en la composición de la población ocurre a un ritmo más rápido de lo que se esperaba, señaló Steve Murdock, jefe de Demografía del Centro de Datos del Estado de Texas.
La inmigración proveniente de México y Latinoamérica y los índices de nacimientos entre los hispanos constituyen los principales factores que han cambiado la fisonomía de esta entidad, explicó.
Durante la década de los noventa, la población de Texas aumentó en 3.9 millones de personas y sobrepasó a Nueva York como la segunda entidad con más población en Estados Unidos después de California, al pasar de 16.9 millones de habitantes en 1990 a 20.8 millones en el 2000.
Entre el 2000 y el 2003, Texas agregó 1.26 millones de residentes adicionales, para un total de 22 millones, al crecer a un ritmo el doble más rápido que el resto de la nación.
De acuerdo con el Centro de Datos de Texas, el incremento de 5.1 millones de habitantes entre 1990 y el 2003, se dio en 55 por ciento por crecimiento natural (nacimientos) y en 45 por ciento por inmigración (extranjera y de otras entidades del país).
Durante ese periodo, llegaron a Texas un millón 810 mil inmigrantes extranjeros y la población de origen extranjero en la entidad sumó en 2003 15 por ciento del total, en comparación con el 11 por ciento del resto del país.
Texas es una de las entidades más populares para el ingreso de inmigrantes a Estados Unidos.
Durante los noventa el número de residentes nacidos en el extranjero se incrementó 90.2 por ciento en la entidad, pero en las ciudades como Austin y Dallas el aumento fue aún mayor con un 172 y 152 por ciento en forma respectiva.
El dramático aumento de la población hispana en general entre inmigrantes y nativos, tendrá de acuerdo a especialistas, amplias implicaciones en las áreas como la vivienda, la educación, el empleo e incluso la salud.
El Banco de la Reserva Federal de Dallas (Dallas Fed) advirtió en un reciente reporte que el asunto clave que enfrentará Texas en los próximos años será el de reducir las disparidades prevalecientes entre los distintos grupos étnicos de la entidad.
En la actualidad existen grandes diferencias socioeconómicas entre los distintos grupos étnicos. Los hispanos tienden a tener menores niveles de educación, salario y depender más de los servicios públicos que los anglosajones.
El Dallas Fed precisó que esto se explica en parte a que los inmigrantes mexicanos reciben salarios ubicados hasta en 40 por ciento por debajo de los nativos de la entidad.
Las diferencias de salario reflejan que los inmigrantes son jóvenes, carecen de experiencia laboral y hablan un escaso ingles.
Los hispanos constituyen el segmento de la población mas pobre de Texas. En 1999, más de 1.6 millones, (25.4 por ciento) de los hispanos en la entidad se encontraban por debajo del nivel de pobreza.
El ingreso promedio de los hogares hispanos era entonces de 29 mil 873 dólares, 10 mil dólares menos que el promedio de la población en general. El Dallas Fed destacó que estas cifras son “alarmantes” dada la importancia que tendrán los hispanos en el futuro.
La institución advirtió que sin cambios en las condiciones socioeconómicas, implicaráque Texas podría contra en un futuro con una población menos educada, menos competitiva, más pobre y con mayor necesidad de servicios estatales.
La conformación de la futura población de Texas coloca retos excepcionales en los actuales gobiernos.
El Dallas Fed advirtió que de continuar las actuales tendencias Texas podría ser una de las entidades del países con mayores índices de pobreza y los más bajos niveles de educación.
Explicó que los hispanos y afro americanos serán los grupos que pagarán la mayor parte de los impuestos en un futuro y de mantener sus actuales niveles de ingreso, sus contribuciones fiscales serán también menores en detrimento de las arcas públicas.
“Esto afectará a los servicios médicos y de salud, a las escuelas y a los programas de gobierno. Sin embargo, Texas puede revertir las tendencias, invirtiendo ahora en educación y capacitación de su futuro fuerza laboral, de forma que esta pueda mantenerse como una de las más competitivas del país.