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La diabetes no tiene que ser dolorosa!

por la Dra. Varuni Kumara

La diabetes afecta a 10 millones de personas en los Estados Unidos y los casos continúan aumentando en todo el mundo. Pueden surgir múltiples complicaciones a raíz de la diabetes prolongada, especialmente en casos de control deficiente del azúcar en la sangre. Muchos de los sistemas del cuerpo pueden verse afectados, lo cual causa toda una serie de síntomas. Una complicación en particular es la neuropatía diabética periférica, la cual causa daños a la capacidad del cuerpo de sentir y percibir las cosas de forma adecuada y muchas veces se manifiesta con síntomas en las piernas y los pies.

Un número tan alto como la mitad de los diabéticos en los Estados Unidos pueden desarrollar ese tipo de daños en los nervios, lo cual la convierte en un problema inminente. A los pacientes muchas veces les causa dificultad describir los síntomas exactos, ya que pueden variar. Muchas personas los describen como hormigueo, adormecimiento, ardor o un sentimiento como que se les entumen los pies. Algunos pacientes pueden sentir cambios de temperatura en las extremidades inferiores —una sensación de frío en los dedos de los pies—, mientras que otros dicen que sienten lo que se conoce comúnmente como “hormigueo”. Este dolor en los nervios es muy único y distinto al dolor más conocido de las lesiones comunes. La fuerza de los síntomas puede variar, especialmente en situaciones cuando la persona tiene el nivel de azúcar en la sangre extremadamente alto. Por eso es preferible mantener un nivel de azúcar controlado, en vez de tener cambios constantes de azúcar en la sangre. Con el paso del tiempo, estas variaciones de azúcar pueden causar que los daños en los nervios ocurran más rápidamente.

Los síntomas de la neuropatía diabética periférica pueden ser molestos, ya que interrumpen actividades diarias e incluso el sueño. A la larga, los daños a los nervios pueden avanzar, causar adelgazamiento y debilidad de los músculos y dificultad para caminar. La función de las glándulas de sudor disminuye, lo que causa que la piel se reseque y se ponga delgada. Los pies se vuelven propensos a lesiones cuando ocurren estos cambios.

Los daños en los nervios pueden causar deformaciones en los pies, como los llamados “dedos en martillo”. Puede cambiar la fuerza y la forma de los pies, lo que puede resultar en acontecimientos adversos. La evaluación preventiva de los pies y el uso de aparatos protectores o adecuados en los zapatos puede ser parte integral de un plan completo de tratamiento. La neuropatía es uno de los factores de riesgo de la aparición de úlceras o llagas en los pies. A medida que aumenta el adormecimiento, los pacientes pierden la capacidad de detectar las llagas a tiempo. Muchas veces pueden ser más profundas, infectarse o incluso resultar en amputaciones. Lamentablemente, las amputaciones son una realidad inevitable al tratarse de la diabetes y los pies. Recibir educación a tiempo sobre la neuropatía diabética periférica puede ser una herramienta importante en la prevención de extremidades. Se recomienda prevenir estas complicaciones de alto riesgo antes de que sucedan.

No todo el dolor en las piernas o pies se atribuye automáticamente a la neuropatía diabética periférica. Existen otros problemas de salud que pueden resultar en dolores de las piernas y los pies. Es importante que los pacientes busquen evaluación y atención de un profesional en servicios médicos, para determinar el diagnóstico inicial. Por ejemplo, otras fuentes de dolor en los pies pueden ser bioquímicas, vasculares o por golpes, y sus diagnósticos requieren planes de tratamiento específicos.

Sin embargo, existen muchas opciones de tratamiento para la neuropatía diabética periférica diagnosticada. Algunos incluyen tomar medicamentos orales y otros pueden incluir tratamientos o modalidades tópicas (de uso externo). Los medicamentos tradicionales contra el dolor pueden no ser eficaces para calmar los dolores de los nervios y pueden prevenir que el paciente funcione normalmente en su vida diaria. Es importante hablar con el médico sobre los tratamientos de opciones disponibles y lo que sería un método seguro para usted.

Cada paciente es único y su terapia debe ser diseñada y aprobada por un médico. Lamentablemente, existen ciertos problemas, como la cobertura de seguro médico, que pueden obstruir el proceso, pero la meta principal es trabajar junto con el encargado de atención médica para prevenir complicaciones graves.

La prevención es esencial. Hay que animar a los pacientes a que trabajen con sus proveedores de servicios médicos para diseñar y adherirse a una dieta a la medida de sus necesidades nutricionales. Al diseñar una dieta adecuada y sana, se toman en cuenta todos los problemas de salud del paciente. Asimismo, el paciente y el proveedor trabajan juntos para determinar la frecuencia y tiempos de las pruebas de azúcar en la sangre, además de hacer los ajustes necesarios en caso de resultados anormales. Lo más importante es animar al paciente a que se comunique con su proveedor de servicios médicos en caso de que se presenten problemas o surjan preguntas. Al hacernos responsables de nuestra salud y tomar medidas a tiempo, ayudamos a prevenir, detectar y tratar los síntomas de la neuropatía diabética periférica.

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