
Lo que se llevará en el 2007 En el 2007: Delicada y femenina
Propuestas comunes: Los diseñadores que presentaron sus colecciones para la primavera del 2007 en Nueva York confeccionaron bajo un denominador común: telas delicadas y colores discretos.
Tejidos. Seda, raso, gasa. Caricias para la piel que los diseñadores han usado al redefinir la feminidad moderna con tejidos que exclaman lujo.
Colores. Adiós al abuso de los tonos chillones. Dominan el blanco, el gris, el azul ocre, el color plata, el champagne. El azul, el amarillo y el rojo eléctricos son solo partes de los accesorios.
Lujo “al volante” y recién despeinada
El rito del ruffle. Los volantes (oleanes) adornaron escotes y faldas de muchos de los diseños que se presentaron en la semana de la moda en Nueva York, como esta blusa de Oscar de la Renta. La gasa fue el tejido clave esta semana.
Recién despeinada. Los peinados que usaron la mayoría de los diseñadores lograron lo imposible: equilibrio. En muchas ocasiones los estilistas pecan de sobrios, lo cual da un toque inaccesible a las modelos. En otras, pecan de originales, rozando en el quasi-ridículo y opacando las prendas. Esta semana las modelos de los diseñadores latinos lograron peinados recién despeinados. Todos tenían un toque demente, pero ninguno perdió la clase.
Romántico urbano
Olvídate del urban-chic. El término que salió de esta semana no puede ser otro que el romántico urbano. El ejemplo perfecto es este abrigo gris. Color y línea urbanos, romanticismo en los tejidos como son la seda y los encajes, los patrones con relieve.
Lentes que te entrarán por los ojos. ¿Qué es esto? ¿Regresan los lentes que dejan ver los rostros? ¡Aleluya! Aunque muchos diseñadores usaron lentes grandes para poner de manifiesto sus mensajes de mujer con caracter, el regreso de los lentes de sol discretos está comenzando a tomar fuerza.
Confianza, fuerza, elegancia
Mientras Michael Kors perdió su tiempo diseñando un vestido en rosa chillón que gritaba ¡spandex! (menos mal que no nos invitó a su show por admitir que no tenía “interés en nuestro medio”. Sería un crimen ver a una hispana en sus atuendos), Monique L’huilier dejó patente que el negro sigue siendo el rey si se diseña con astucia.
La caída de la manga, tan informal pero tan bien pensada. La confianza de la modelo, el detalle bajo el pecho tan de moda esta temporada. Una ejemplo de sensualidad y delicadeza, de personalidad.
Minis y globos
Corta por lo sano. A enseñar las piernas y que sea en vestido de minifalda porque la mayoría de los diseñadores latinos ignoró la moda de los shorts. Si tus piernas no te gustan, más vale que te compres un buen spray quita manchas y corrige defectos, a esconderlas tras unos pantalones que son tan yesterday.
Globos. Te guste o no, es lo que se lleva. Las falditas que terminan en forma de globo y que hacen ver las caderas más grandes. ¿Pensabas que esta moda ya no regresaría como lo hizo en los ochenta? Malas noticias. La amorfidad de los globos es compensada esta temporada por los skinny jeans. Pero que no nos escuche la señora Herrera.
Picture perfect
Este es un ejemplo maravilloso de lo que se vio en Nueva York esta semana. Define a la mujer como la vieron los diseñadores esta temporada: aire romántico, volantes (oleanes) coquetos y sensuales, peinados con personalidad, colores de ensueño, una mujer natural con funcionalidad urbana, como es este ejemplo de Gustavo Arango.
La mujer ejecutiva y exitosa de las ciudades no tiene porqué lucir sobria, intimidante o masculina para ser poderosa y exitosa, sino mujer y única. Uno de los conceptos más acertados de las últimas pasarelas.
Layers, layers, layers
De capa, pero no caída. También es el término de la temporada. Vestirse en layers, como dicen en EU, o en capas, como decimos los hispanos. En lugar de ponerse una camisa, lo que está de moda es ponerse una camisola de tirantes bajo una camisa transparente, bajo un chaleco, bajo una chaqueta. Terrible para desvestirse, pero el resultado es chic, es cool, desenfadado y cómodo para los cambios de ambiente o termostato.
Rico, suave. Todo lo informal que es la propuesta de vestir en capas, se vio equilibrado por la calidad y pulcritud de los tejidos. Sencillamente maravilloso el brillo de estos pantalones de seda, la riqueza en el detalle del chaleco de esta creacción de Brian Reyes.
La noche es larga… o corta
De largo: femenina con un edge, como este vestido de la colección de Oscar de La Renta. El amarillo chilla “aquí estoy”, pero la sobriedad del escote y la frialdad de las flores, inmensas pero nada cursis, lo hacen monumental.
En corto: el famoso vestido negro de cocktail sigue siendo una necesidad en cualquier armario, pero en lugar de negro quizá deberías de comprarlo gris, y en lugar de falda en vuelo, quizá puedas con un globo, un tubo o unos buenos volantes.
Carteras: tienen que ser rectangulares, sin tirantes (que se agarren de una argolla o una cadena), de piel en pliegues o de charol en liso. En colores negro, blanco o rojo.
Ejemplo a seguir
Básicamente lo que ya estás viendo en cada escaparate o mall que visitas. En cada revista o alfombra roja no falta un vestido de tejido sedoso, en línea holgada, con el escote abierto y un detalle justo debajo del pecho.
El color de este vestido es la novedad. ¿Será que para la próxima temporada el rojo a gritos será sustituido por el callado granate? No tires a la basura tu estola roja o tu lapiz de labios en fire rouge porque muchos de los diseñadores usaron el rojo como accesorio, en sus blusas y un vestido que otro de noche.
El arte de los tejidos
Gustavo Arango fue el diseñador más enfocado en el contraste de tejidos. La falda blanca de volante y en raso, una tela que usó en casi toda su colección, aporta dulzura al diseño desgarrado que utilizó en la blusa. Todo esto en colores vainilla, blanco. La colección de Arango es de ensueño.
En primera fila de su presentación estaba una clienta recurrente del boricua, su paisana Adamari López, quien no lucía un diseño de él, pero dice ser fanática. Arango le diseñó los dos vestidos que lució en su boda veraniega con Luis Fonsi.
A soñar despiertos
Sueños de color champagne, líneas de diosa. Esta creación de Monique L’huilier podría ser un camisón para dormir en lujo, podría ser un vestido para una boda de noche o para que una de las famosas lo paseara bronceada por la alfombra roja de cualquier estreno.
Y así es como deberían de ser la mayoría de los grandes diseños: funcionales y prácticos. Algunos diseñadores confunden la creatividad con ser estrafalarios: cuanto más estrafalarios, más difícil de llevar la ropa. Monique no tiene ese problema. Sus diseños se adaptan a la vida real sin dejar de ser únicos y exquisitos.
Coquetería real
Los diseños de Brian Reyes son emocionantes porque combinan piezas de todos los días con tejidos, patrones y formas diferentes. Su propuesta para el mini vestido es así de flamenca. Los volantes que otros diseños usan para los escotes, él los bajó a las faldas, a las mini-faldas.
También sobresalió del resto por sus colores. Arango se fue por lo etéreo, De la Renta por lo chillón, y Brian Reyes por los marrones, dorados y blancos.