
Los tres tipos de juicio que ahora llevará adelante la corte de inmigración
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Durante la pasada administración de justicia, la Corte de Inmigración (EOIR) pasó a convertirse en parte de la política migratoria de ‘tolerancia cero’ bajo las órdenes del entonces secretario de Justicia, Jeff Sessions.
A los jueces les quitaron poderes discrecionales, les impusieron cuotas, les exigieron que aceleraran los procesos, les ordenaron que los juicios fueran enfocados precisamente en la expulsión de los extranjeros y cerraran las puertas a la obtención de beneficios legales disponibles. Y Sessions anuló más de 350,000 decisiones de cierres administrativos para volver a revisar las sentencias, entre otras medidas antiinmigrantes.
Tras el cambio de gobierno, en enero del 2021, el Departamento de Justicia (DOJ) dejó sin efecto varias de las órdenes y memorandos que ataron las manos a los jueces con el objetivo de establecer un sistema de justicia migratoria acorde con la política del gobierno, enfocada en tratar a los extranjeros con humanidad y respeto, según ha afirmado la Casa Blanca de Joe Biden.
Entre los principales cambios, destacan la eliminación de las cuotas (700 casos por año bajo amenaza de castigos administrativos), recuperación de los poderes discrecionales para el cierre administrativo de casos, facilitar que los inmigrantes bajo proceso encuentren ayuda legal pro-bono y mejorar el trato por parte de las autoridades judiciales migratorias.
Los cambios incluyen, 19 meses después de la salida de Donald Trump, el diseño de un nuevo sistema de juicios. Esto dice la guía firmada por David L. Neal, director de la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR, Corte de Inmigración).
Tres tipos de Juicio El memorando, firmado el 11 de agosto, establece tres tipos de juicios: en persona, por teléfono o vía internet. Y en algunos casos pueden comparecer uno o más inmigrantes simultáneamente.
La guía agrega que no es necesario que el juez y el indocumentado estén en un mismo lugar físico. Es decir, durante el juicio el juez, por ejemplo, puede estar presidiendo en California y el no ciudadano asiste de manera remota o por teléfono desde Utah, Nueva York o cualesquiera de los otros estados.
Neal explica además que “tradicionalmente” la Corte ha utilizado un sistema de videoconferencia cerrado (circuito cerrado) cuando un participante aparece por video. Pero con la llegada de las videoconferencias basadas en internet, “la EOIR actualmente permite que los participantes aparezcan a través de la plataforma Webex de Cisco”.
Sistema clave
Neal expone que la Corte “anticipa que las audiencias que utilizan Webex u otras plataformas similares seguirán siendo importantes para sus operaciones el futuro”.
A su vez, explica que “son posibles varias configuraciones para audiencias basadas en internet”. Y señala que el juez de inmigración puede realizar una audiencia en persona, con una o ambas partes compareciendo por video desde fuera del tribunal. O una o ambas partes pueden comparecer ante el tribunal y el juez de inmigración puede realizar una audiencia por video desde fuera del tribunal.
Incluso el juez de inmigración y ambas partes en el proceso pueden participar por video desde fuera de la corte. “Cada uno de estos escenarios se puede describir como una ‘audiencia basada en internet’ y tiene la misma validez jurídica, puntualiza
“La EOIR está autorizada por ley para celebrar audiencias por internet”, aclara Neal.
“Todavía no es confiable”
A pesar del optimismo del gobierno, algunos abogados advierten que el sistema de juicios de inmigración por internet no es tan seguros como estar cara a cara delante de un juez.
“Nada se compara a estar en persona”, dice a Univision Noticias Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix, Arizona.
“Los juicios por internet se hicieron populares por la pandemia del coronavirus, pero a veces fallan”, comenta. “A veces algo sucede con el sistema, falla la comunicación, se cae la conexión y hay que posponer todo. En esos casos se convierte en un dolor de cabeza”.
Barrón señala además que “también hay que tener en cuenta, dependiendo del caso y del lugar, en que la persona que es juzgada no puede estar presente por internet”.
“Todavía el gobierno, la EOIR, está trabajando en hacer confiable el sistema. Hay que esperar un poco para que funcione en óptimas condiciones”, precisó.
La apuesta de la corte
Según el documento, todos los tribunales de inmigración “ahora tienen” la capacidad de realizar juicios por internet. Este tipo de procesos “han demostrado ser una valiosa medida de seguridad durante la pandemia, ya que los jueces de inmigración pueden celebrar los procesos sin necesidad de que grupos de personas se congreguen en una sala del tribunal”, explica la guía.
Neal anticipa que “la Corte, en el futuro, las audiencias basadas en internet seguirán siendo esenciales para sus operaciones”, permitiendo además “mover los expedientes” en un lugar con espacio reducido de la sala del tribunal.
La EOIR apuesta a que el sistema digitalizado de juicios le facilite “programar audiencias de calendario individuales” mucho antes que los juicios en persona y, de esa manera, descongestionar el atasco en el calendario maestro que supera los 1.8 millones de casos.
Para un total de casi 600 jueces, en promedio un expediente puede demorar entre tres y cuatro años en ser resuelto, situación que se vuelve aún más compleja teniendo en cuenta la cantidad de inmigrantes que están llegando a la frontera sur del país en busca de asilo.
De acuerdo con la nueva guía, “los demandados (inmigrantes en proceso) y los abogados que comparecen de forma remota no tienen que viajar al tribunal”, y las audiencias por internet “facilitan que las partes presenten testigos, incluidos los peritos, ya que las partes pueden evitar los costos y las complicaciones del viaje de los testigos”.
Las nuevas pautas
Las nuevas pautas para las audiencias basadas en internet son las siguientes:
La decisión de si el juez de inmigración comparece ante el tribunal o de forma remota recae en el tribunal y se toma de acuerdo con la política de la agencia y las necesidades operativas;
La decisión de si el demandado y el abogado comparecen ante el tribunal o de forma remota también recae en el tribunal, pero el juez de inmigración debe aceptar la solicitud del demandado de comparecer ante el tribunal o de forma remota cuando sea apropiado y factible;
Si el demandado tiene representación legal, el juez de inmigración generalmente debe conceder las solicitudes para que el demandado, el abogado o ambos comparezcan ante el tribunal o de forma remota;
El tribunal no ordenará a un demandado no representado que comparezca de forma remota. Sin embargo, un demandado sin representación legal (sin abogado que lo defienda) puede solicitarlo y, por lo general, un juez de inmigración debe conceder dicha solicitud;
Un juez de inmigración debe acomodar una solicitud para que un testigo comparezca de forma remota cuando dicha solicitud sea razonable;
La solicitud de una comparecencia remota o en persona debe hacerse por escrito, 15 días antes de la audiencia, a menos que el juez de inmigración diga otra cosa;
Si tanto el demandado como el abogado comparecen de forma remota, pueden comparecer juntos o desde diferentes lugares. No existe ningún requisito de que el demandado y el abogado comparezcan juntos desde la oficina del abogado;
Un juez de inmigración que realiza una audiencia por internet debe confirmar que todas las personas que aparecen de forma remota sean claramente visibles en la pantalla y que todos los participantes, ya sea que aparezcan de forma remota o en el mismo lugar que el juez, puedan escuchar todo lo que se dice
En caso de problemas
Si durante un juicio asoman dificultades técnicas o de conectividad, la EOIR designó “puntos de contacto (POC)” en cada tribunal para respaldar las audiencias basadas en internet y “ayudar a las partes y a los jueces de inmigración abordar cualquier problema en tiempo real a medida que surja (una dificultad)”.
Además:
Si un demandado no tiene acceso a una computadora o dispositivo móvil, el tribunal permitirá que el demandado comparezca por video desde una sala designada en el tribunal utilizando el equipo del tribunal;
Cada tribunal debe asegurarse de que sus POC estén disponibles para ayudar a las partes a probar la conectividad antes de las audiencias;
Los POC también deben estar de guardia para abordar los problemas de conectividad durante el horario del tribunal;
Si un participante en una audiencia por Internet no se ha conectado antes de la hora de inicio programada de la audiencia, o si un participante pierde la conectividad durante la audiencia, el juez de inmigración debe esperar un tiempo razonable para ver si el participante se conecta o recupera la conectividad;
Si no sucede nada, el juez de inmigración debe preguntar al POC de la corte si un participante reportó un problema de conectividad. Solo después de haber estado en contacto con el POC de la corte, el juez de inmigración debe determinar cómo proceder;
Si se pierde la conectividad de video, pero no la conectividad de audio, el juez de inmigración puede proceder con una audiencia de solo audio, pero solo si las partes dan su consentimiento. De lo contrario, el juez puede reprogramar la audiencia;
Si se reprograma una audiencia por Internet debido a problemas de conectividad, el juez de inmigración y el personal del tribunal deben trabajar con el abogado del demandado para encontrar una fecha de audiencia de mutuo acuerdo en un futuro relativamente cercano;
Si hay problemas de conectividad recurrentes por parte de una de las partes en un caso específico, el juez de inmigración puede indicarle a esa parte que comparezca ante el tribunal en la audiencia reprogramada.
“Son prácticos”
Abogados con experiencia en el manejo de casos a través de internet indican que este tipo de juicios “son prácticos”, pero hay que estar atentos a los problemas porque surgen en el momento menos pensado. “Y saber qué hacer” si se registra una dificultad, dice Ezequiel Hernández, quién ejerce en Phoenix, Arizona.
“Es un buen sistema. Lo vienen mejorando a raíz de la pandemia y también lo utiliza el sistema de justicia criminal”, indicó. “Son juicios prácticos”.
Hernández explicó que, para cuando se llega al punto de celebrar un juicio por internet, “usualmente toda la información ya debe estar sometida” al tribunal.
“Pero hay que estar consciente que no es lo mismo estar físicamente presente cara a cara ante un juez y sentir la dinámica de la audiencia”, comentó.
También señaló que “no todas personas (demandados, abogados, testigos y demás participantes en una audiencia) no saben o no tienen la tecnología adecuada”, un factor determinante en el desarrollo del proceso.
“Pero en términos de seguridad cibernética, este tipo de juicios sí son seguros”, indicó.
Por último, Hernández previno que “no importa si el inmigrante tiene o no representación legal para asistir a un juicio por internet”. Pero precisó que, si el extranjero no consiguió un abogado para este punto, “tiene un problema bastante serio que enfrentar”, concluyó.