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Mexicanos temen política de «tirar a matar» a inmigrantes

También rechazan la pretensión estadounidense de construir más "muros de la infamia" a lo largo de los 3.200 kilómetros de frontera común

Tijuana.- Los mexicanos de la frontera exigen a Washington que no aplique una política de «tirar a matar» a los inmigrantes, a raíz de la reciente muerte de un indocumentado y los anuncios de EEUU de que reforzará la vigilancia fronteriza.

Habitantes de la ciudad de Tijuana y de otras localidades del norte de México también rechazan la pretensión estadounidense de construir más «muros de la infamia» a lo largo de los 3.200 kilómetros de frontera común, cuyo anuncio hace un mes no hizo más que enturbiar aún más las históricamente complejas relaciones bilaterales.

«Espero que no estemos en el preludio de una política de ‘tirar a matar’ a los indocumentados, tal como hemos visto en otros episodios de la ‘guerra’ contra el terrorismo», dijo a EFE Omar Toribio, un pequeño comerciante tijuanense que afirma haber ido «varias veces por mes» a la cercana ciudad de San Diego (EEUU).

La indignación no cesa en Tijuana desde el pasado 30 de diciembre, cuando un agente fronterizo estadounidense disparó contra el indocumentado mexicano Guillermo Martínez, quien logró regresar herido a su país donde murió al día siguiente.

El cuerpo de Guardia Fronteriza de EEUU aseguró que Martínez agredió a pedradas al agente que supuestamente le disparó y que el indocumentado tenía un vasto historial como traficante de personas entre el estado mexicano de Baja California y el estadounidense de California, aunque sus familiares lo niegan.

Al igual que Toribio, muchos tijuaneses temen que el despliegue en el lado estadounidense de camiones militares y cuerpos policiales, así como la operación de guardias privados que portan rifles y pistolas, represente el preludio de un plan de «tirar a matar» a los indocumentados latinoamericanos.

El gobierno del presidente mexicano, Vicente Fox, expresó la semana pasada que no cree que esté por desatarse una espiral de violencia en la frontera, aunque llamó a los guardias estadounidenses a «actuar con más cuidado» y exigió una investigación sobre la muerte de Martínez.

Fox aboga por un acuerdo migratorio que permita un «flujo legal, ordenado y respetuoso de los derechos humanos» de los inmigrantes.

Cada año, miles de mexicanos, centroamericanos y suramericanos intentan cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos en busca de un mejor nivel de vida.

La eventual política de «tirar a matar» no es lo único que preocupa a los mexicanos, que también rechazan la pretensión de Washington de construir más muros a lo largo de la frontera para detener el paso de los indocumentados latinoamericanos y endurecer las medidas antiterroristas.

«Serían más muros de la infamia y la xenofobia, pero ello no lograría frenar a los inmigrantes, que buscarían otras rutas, inclusive por el mar», declaró Estela Sotelo, una joven que llegó a Baja California procedente del sureño estado mexicano de Oaxaca, con la pretensión de seguir hacia el vecino del norte.

La construcción de otros cinco tramos de murallas fronterizas es parte de una medida avalada por la Cámara de Representantes de EEUU el pasado 16 de diciembre, que debe aprobar el Senado para que se convierta en ley.

Ese iniciativa contempla la construcción de un tramo de muro de 35 kilómetros en la localidad estadounidense de Tecate, lindante con Mexicali (México), y otro de 581 kilómetros entre la californiana de Caléxico y Douglas, en el estado de Arizona, fronterizo con el mexicano de Sonora.

Asimismo, la medida aprobada por los legisladores incluye construir una muralla de 412 kilómetros entre Columbus (Nuevo México) y El Paso (Texas), otra de 82 kilómetros entre Del Río y Eagle Pass y una más de 283 kilómetros entre Laredo y Brownsville, todas estas localidades ubicadas en Texas.

El estado de Texas comparte fronteras con los mexicanos de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

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