<!--:es-->Peligrosa Combinación Económica: Suben los Precios, Bajan los Salarios!<!--:-->

Peligrosa Combinación Económica: Suben los Precios, Bajan los Salarios!

WASHINGTON, D.C. – Estados Unidos volvió a dar señales de calentamiento inflacionario y enfriamiento económico, al conocerse que mientras que el IPC aumentó un 0.3 por ciento en marzo, la construcción de casas y los salarios reales cayeron el mes pasado.

Suben los alimentos y la energía

La avalancha de indicadores económicos comenzó a primera hora del miércoles, cuando el Departamento de Trabajo informó que el Índice de Precios al Consumo (IPC) había aumentado un 0.3 por ciento en marzo.

El repunte, que se situó en línea con las expectativas, obedeció a la subida en los precios de los alimentos y la energía y fue parcialmente contrarrestada por la caída de otras partidas, como los precios de la ropa.

El dato llega tras la publicación el martes del índice de precios mayoristas, que subió un 1.1 por ciento en marzo, casi tres veces más de lo esperado, lo que incrementó el temor a una posible combinación tóxica de inflación y estancamiento del crecimiento.

El pan y la leche se dispararon

Las cifras confirman la tendencia observada durante los últimos doce meses, en los que Estados Unidos acumula una inflación del cuatro por ciento debido, fundamentalmente, al encarecimiento de la comida y los combustibles.

Según las estadísticas divulgadas el miércoles, la energía se ha encarecido un 17 por ciento en el último año y la comida un 4.4 por ciento, aunque la subida de algunos productos básicos ha sido mucho mayor. Así, los precios del pan han aumentado un 14.7 por ciento y los de la leche, un 13.3 por ciento.

Esas subidas, que coinciden con un repunte de la inflación alimentaria a nivel global, llegan en momentos difíciles para la economía estadounidense, que afronta el fantasma de una recesión.

Esa recesión podría verse agravada si el consumo, que representa una tercera parte del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense, sigue deteriorándose.

Esos temores podrían materializarse si, además de tener que hacer frente a unos precios cada vez mayores, los estadounidenses pierden poder adquisitivo.

Otro informe publicado el miércoles apunta a que los estadounidenses están perdiendo poder adquisitivo, al indicar que los mayores precios y el aumento del desempleo se tradujeron en una caída del uno por ciento de los salarios en marzo frente al mismo mes del año anterior.

Marzo fue el sexto mes consecutivo en el que cayeron los sueldos reales, es decir, ajustados por inflación.

Entre los datos poco alentadores figura también el de la construcción de casas nuevas, que retrocedió un 11.9 por ciento en marzo, hasta el nivel más bajo de los últimos 17 años, una reducción mucho mayor de lo esperado, informó el Departamento de Comercio.

Las estadísticas oficiales muestran que la construcción de casas nuevas aumentó a un ritmo anual de 947 mil unidades, por debajo de los 1.02 millones pronosticados por el consenso de economistas.

Además, los permisos de construcción cayeron un 5.8 por ciento en marzo y aumentan al ritmo más lento desde abril de 1991, en una señal de que la debilidad continuará en el futuro.

La reacción del mercado

Los mercados de futuros reaccionaron al alza tras conocerse la noticia y el dólar a la baja. Además, los títulos del Tesoro detuvieron las pérdidas, ya que las decepcionantes cifras aumentan las expectativas de mayores recortes de los tipos de interés.

La Reserva Federal (Fed) decidirá a finales de mes si abarata de nuevo el precio del dinero.

El banco central estadounidense ha rebajado los tipos de interés de referencia (“Fed funds”) en tres puntos porcentuales desde septiembre pasado, para dejarlos en 2.25 por ciento.

Un gran número de analistas adelanta que la autoridad monetaria volverá a relajar su política monetaria cuando se reúna el próximo 29 y 30 de abril.

La economía, protagonista en la campaña

Los avatares económicos se han convertido en uno de los principales temas de la campaña electoral.

Los demócratas aducen que la actual debilidad económica es fruto de la mala gestión de la Casa Blanca, controlada por los republicanos, y motivo más que suficiente para elegir un nuevo liderazgo político en las elecciones de noviembre próximo.

El presidente estadounidense, George W. Bush, sostiene que el paquete de estímulo fiscal, que pondrá más de $150 mil millones este año en los bolsillos de los estadounidenses, animará a la ahora aletargada economía durante la segunda mitad del año.

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