
Podría haber Reforma Migratoria y Legalización, pero . . . …Por ahora NO hay respuestas en la Casa Blanca ni en el Congreso!
Tras la convocatoria de la reunión entre el presidente Barack Obama y un grupo de legisladores demócratas y republicanos para acordar el inicio del debate migratorio, millones se preguntan en Estados Unidos si habrá legalización, si todos los sin papeles calificarán para la green card y si el mecanismo de ajuste será gratis o habrá que pagar multas.
Por ahora no hay res-puestas, ni en la Casa Blanca ni en el Congreso. Pero un par de documentos publicados en la página web del legislador Charles Schumer (demócrata de Nueva York), presidente del Subcomité de Inmigración del Senado, muestran “detalles” de lo que podría ser un proyecto que se viene discutiendo, sin éxito, desde mediados del año 2005.
Como el fin del mundo
Desde 1908, millones de estadounidenses se han preguntado cuándo ocurrirá el gran sismo de San Francisco. Nadie conoce la respuesta, como tampoco nadie puede vaticinar si habrá o no reforma migratoria, pese a la presión de organizaciones y votantes latinos.
Según Schumer, cualquier día a partir del 8 de septiembre, cuando el Congreso reanude sesiones tras el receso del verano, presentará un borrador de reforma. Obama mencionó, en la reciente cumbre de mandatarios de Norteamérica celebrada en Guadalajara, México, que será antes de que termine el año y que el debate a-rrancará en los primeros meses de 2010.
¿Y existe algún indicio para determinar una fecha exacta? No. Schumer quiere que primero se establezca como una prioridad el combate a la inmigración ilegal, que incluye mejoras al programa de verificación de empleo conocido como E-Verify y fuertes sanciones a los empleadores que contraten a sabiendas inmigrantes indocumentados.
De qué se trata
El E-Verify fue creado bajo la administración republicana de George W. Bush como parte de las políticas de seguridad adoptadas tras los ataques del 11 de septiembre de 2011.
Consta de una gigantesca base de datos conectada con la Administración del Seguro Social, el servicio de inmigración y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), entre otros, para establecer con rapidez si un extranjero usa papeles falsos para laborar o identificarse en Estados Unidos.
Al ahondar sobre el sistema, el senador demócrata dijo que se creará un sistema que permita detectar de inmediato los números de Seguro Social robados o papeles falsos para trabajar en Estados Unidos.
“El actual sistema permite el caos y ofrece poca certeza”, apuntó y advirtió que como está actualmente construido; el sistema “no puede resolver completamente el problema de la contratación ilegal”.
“Sólo mediante la creación de un sistema biométrico basado en el sistema federal de verificación es que los empleadores y los empleados tendrán la tranquilidad de que las relaciones laborales son, a la vez, legales y apropiadas”, dijo.
CALCULOS y
ECONOMIA
Antes de establecer una vía de legalización, el borrador exige estimar el número de inmigrantes legales que serán absorbidos por la economía estadounidense a corto, mediano y largo plazo.
Luego define el término “integral” con que algunos congresistas han definido la reforma, y explica que el proyecto debe contemplar el combate a la inmigración ilegal, el cierre de fronteras, el combate al tráfico de armas y drogas, un proceso de inmigración ordenada, trabajadores temporales y por último la legalización.
Cita también, como objetivo primordial, la reducción de la inmigración indocumentada en plazos reducidos, mejoras y ampliación de los sistemas de control fronterizo -tales como infraestructura, tecnología y personal de la Patrulla Fronteriza- y más castigos a la contrata de indocumentados, todo ello garantizado durante el primer año de aprobada la reforma.
Y una vez aprobada, agrega, todos los extranjeros indocumentados presentes en Estados Unidos a la fecha de promulgación deberán registrarse y someterse a un riguroso proceso para salir de la ilegalidad y convertir su situación jurídica para poder entrar en el camino a la ciudadanía.
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“Si no lo hacen”, advierte, “enfrentarán un proceso de deportación”.
Familia y cerebros
Completados estos requisitos, el borrador habla del primer beneficio: la reunificación familiar.
Señala que al reducir drásticamente la inmigración ilegal, se creará espacio para la inmigración familiar y el empleo basado en la inmigración legal.
Menciona también ofertas para los más preparados y alientos a los mejores y más brillantes trabajadores profesionales de todo el mundo para que vengan a Estados Unidos.
En cuanto a garantías laborales, el proyecto esbozado en la página oficial de Schumer habla de desalentar a las empresas que contratan trabajadores extranjeros con bajos sueldos para aumentar sus ganancias, y subraya la necesidad de permitir que la economía absorba a los inmigrantes indocumentados no calificados, todo ello dentro de un proceso ordenado y manejable.
ANTES del DEBATE
Según Schumer, durante el debate hay que convencer al pueblo estadounidense de que el problema de la inmigración indocumentada se viene combatiendo desde 2005 y que no se trata de un asunto que comenzará a ser tratado cuando se aprueben los cambios a la ley de inmigración.
“No está bien utilizar el término ‘trabajadores indocumentados’”, apuntó. Dice que este tipo de definición transmite al pueblo estadounidense un mensaje de que no se toma en serio en la lucha contra la inmigración ilegal.
“El pueblo estadounidense se opone abrumadoramente a los trabajadores indocumentados”, subrayó. “El pueblo estadounidense quiere que su gobierno tome en serio la protección del público, haga cumplir el imperio de la ley y la creación de un sistema racional de inmigración legal, que aporte y no reaccione frente a las deficiencias del sistema imperante”.
Criminalización de estadía
Luego aclaró que las personas que ingresan a Estados Unidos “sin nuestro permiso, son extranjeros ilegales, y los extranjeros ilegales no deben ser tratados como personas que entraron a Estados Unidos legalmente”.
Por ahora, la estadía indocumentada en Estados Unidos es una falta de carácter civil no penal, pero se aprobarse el borrador de Schumer las cosas cambiarán radicalmente.
“El pueblo estadounidense no aceptará nunca la reforma de inmigración, a menos que realmente crea y esté convencido de que su Gobierno se ha comprometido a poner fin a la inmigración ilegal”, dijo el legislador.
“El éxito de cualquier reforma migratoria integral pasa por el reconocimiento de este hecho”.
Sobre la seguridad fronteriza, Schumer apuntó que “debemos hacer todo lo que podamos para lograr el control operacional de nuestras fronteras tan pronto como sea posible”. Y agregó: “El pueblo estadounidense necesita saber que, gracias a nuestros esfuerzos en el Congreso, nuestra frontera es mucho más segura hoy de lo que era cuando se comenzó a debatir una reforma migratoria integral en 2005”.
Los avances de Bush
El borrador cita una serie de logros conseguidos por el gobierno federal en la guerra por detener la inmigración indocumentada, la mayoría de ellos alcanzados durante la pasada administración republicana del ex presidente George W. Bush (2001-2009).
9,000 nuevos agentes de la patrulla fronteriza en los últimos 4 años.
Construcción de 630 millas de muro en la frontera con México.
Nuevas tecnologías para incrementar la vigilancia en la frontera. Mayor área de cobertura con menos personal.
“Todas estas medidas han contribuido a un descenso extraordinario del número de inmigrantes mexicanos hacia Estados Unidos, como reportó The New York Times el pasado 15 de mayo”, escribió Schumer.
CUOTAS y MULTAS
Es quizás uno de los temas más delicados de la reforma migratoria. ¿Quiénes califican y quienes no? Schumer mencionó multas, “una especie de acuerdo para que el indocumentado pague su deuda con la sociedad por haber permanecido ilegal en el país”.
Pero no dijo cuánto. En junio, una fuente del Senado consultada por Univision.com dijo que el tema se estaba debatiendo pero que no había nada en concreto.
Sin embargo, reconoció que los indocumentados con faltas graves “es difícil que califiquen” para la obtención de la green card, y que algunos con faltas leves tendrían que pagar para limpiar sus culpas. Algo así como una reforma “sólo para santos”.
En el fracasado debate migratorio de 2007 se habló de multas de hasta $13,500 por cada indocumentado, más los costos del servicio de inmigración y los honorarios de los abogados que lo ayuden durante el proceso hasta conseguir la Tarjeta Verde.
La cuota, según analistas, sentó un precedente y es probable que se mantenga porque contó con el respaldo de ambos partidos. Y a esa cantidad es muy probable que se agreguen “multas” para limpiar faltas pequeñas o menos graves que puedan existir en el récord criminal o penal de un indocumentado.
¿Y las redadas?
Por último, en cuanto a las redadas, el borrador de Schumer indica que la mayoría de estadounidenses entiende que la expulsión de decenas de millones de personas simplemente no es práctica y, en última instancia, se cometería un error.
En Estados Unidos viven unos 12 millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría de ellos provenientes de América Latina.
Según datos del DHS, unos 540 mil tienen una orden de deportación vigente y están siendo buscados para ser arrestados y expulsados del país.