
Pugnan por trabajadoras domésticas
Pese a que hace más 200 años fue abolida la esclavitud en México, algunas trabajadoras del hogar siguen experimentando condiciones de esa naturaleza, pues son sometidas a extenuantes jornadas laborales sin ningún tipo de derechos.
Por ello, instituciones federales y locales y organizaciones civiles lanzaron este miércoles la campaña «Ponte los guantes por los Derechos de las Trabajadoras del Hogar», cuyo objetivo es impulsar la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece las condiciones del trabajo digno para este sector.
«El año pasado celebramos el bicentenario de la Independencia, pero hay sectores que no han logrado esa independencia porque siguen trabajando en un esquema de moderna esclavitud», expresó Luis González Plascencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
«Se ha llegado a confundir la relación con una relación familiar, como en la Colonia, pareciera que las tratamos como si fueran de la familia, entonces no tienen ningún derecho y mucho menos a reclamar esos derechos y con frecuencia eso se coloca en la base de hacer trascendentes las obligaciones que les imponemos a quienes forman parte de la familia de nuestras trabajadoras por ejemplo las hijas y los hijos quienes son tratados como parte de la servidumbre».
Se calcula que en el País existen 2.5 millones de empleadas del hogar de las cuáles el 90 por ciento son mujeres, lo que las sitúa en condiciones de mayor vulnerabilidad debido a su género y edad, afirmó Sonia Río, directora General de Estudios, Legislación y Políticas Pública del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
La funcionaria detalló que entre los abusos se cuenta el tener mucho trabajo y poco sueldo, sufrir abusos, humillación y discriminación más si pertenecen a una etnia o se proviene de sectores económicos muy bajos, además laboran sin descanso ni prestaciones.
Por otro lado, no tienen contrato, liquidación, jubilación, ahorros para el retiro ni créditos para la vivienda, para ellas no existen los horarios establecidos, tampoco horas extras y son sometidas a tratado despectivos dándoles la comida sobrante o negándoles el uso de aparatos electrodomésticos.
«A veces hay situaciones que se parecen a las de la esclavitud moderna, nadamás que estamos en el siglo 21. El no tener un marco legal que las proteja facilita su desprotección y las pone en la condición de aceptar salarios muy bajos y tener que aguantar condiciones laborales indecentes», precisó Río.
«La ratificación nos daría la posibilidad de empezar en México un proceso de armonización legislativa y luego de elaboración de políticas publicas especificas para este sector de la población».
En 2011, México firmó el convenio, sin embargo, desde esa fecha el Ejecutivo federal no ha enviado la iniciativa de ratificación al Poder Legislativo por ende el documento no puede aplicarse.
Las normas mínimas establecidas en el tratado son los derechos básicos de las trabajadoras, información sobre los términos y condiciones del empleo, salario mínimo, jornadas laborales equiparables a las de los trabajadores en general, derechos a un seguro y un ambiente laboral saludable, entre otras.