
Qué es el cáncer del cuello uterino?
El cáncer ocurre cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer sin control. Las células normales se dividen y crecen de manera ordenada, pero no las células del cáncer, que continúan creciendo y desplazando a las células normales. Aunque hay muchos tipos de cáncer, todos tienen en común este crecimiento descontrolado de las células.
Los diferentes tipos de cáncer se pueden comportar de maneras distintas. Por ejemplo, el cáncer del pulmón y el cáncer del seno son dos enfermedades muy distintas que crecen a diferentes velocidades y responden a tratamientos distintos. Esas diferencias hacen que las personas con cáncer requieran tratamientos específicos dirigidos a su tipo de cáncer particular.
Aun cuando el cáncer se haya propagado a otra parte del cuerpo, se sigue llamando como la parte del cuerpo en la que comenzó. Por ejemplo, si el cáncer de la próstata se propaga a los huesos, se sigue llamando cáncer de la próstata. Si el cáncer del seno se propaga a los pulmones, se continúa llamando cáncer del seno. El cáncer que le regresa a una persona que parecía estar ya libre de la enfermedad después del tratamiento se conoce como recurrencia.
¿Qué es el cáncer del cuello uterino?
El cáncer del cuello uterino comienza en la membrana que recubre el cuello uterino (también conocido como cérvix). El cuello uterino es la parte inferior de la matriz (útero). El útero tiene dos partes: el cuerpo del útero, localizado en la parte superior, que es donde se desarrollan los bebés, y el cuello uterino, localizado en la parte inferior que conecta el cuerpo del útero con la vagina, llamada también canal del nacimiento.
El cáncer del cuello uterino no se forma repentinamente. En sus inicios, algunas células comienzan a convertirse de células normales en células precancerosas, y luego en cancerosas. Este proceso de cambio puede tomar varios años, aunque a veces sucede con mayor rapidez. Para algunas mujeres, los cambios precancerosos pueden desaparecer sin tratamiento alguno. Sin embargo, lo más común es que se requiera tratamiento para impedir que se conviertan en un verdadero cáncer.
Existen dos tipos principales de cáncer del cuello uterino: entre el 85% y el 90% de los casos son carcinoma de células escamosas y entre el 10% y 15% son adenocarcinoma. Si el cáncer tiene características de ambos tipos se conoce como carcinoma mixto. También hay otros tipos raros de cáncer del cuello uterino. Si usted tiene cáncer del cuello uterino, pídale a su médico que le explique exactamente de qué tipo es.
¿Cuántas mujeres padecerán de cáncer del cuello uterino?
La Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) estima que durante este año se diagnosticarán alrededor de 10,370 casos de cáncer invasivo del cuello uterino en los Estados Unidos. Se estima que alrededor de 3,710 mujeres morirán de esta enfermedad. Algunos investigadores calculan que el cáncer no invasivo del cuello uterino (carcinoma in situ) es alrededor de 4 veces más común que el cáncer invasivo del cuello uterino. Cuando se encuentra y se trata a tiempo, el cáncer del cuello uterino con frecuencia puede curarse.
El cáncer del cuello uterino fue en un tiempo una de las causas más comunes de muerte por cáncer en las mujeres que viven en este país. Sin embargo, desde 1955 el número de fallecimientos por cáncer del cuello uterino en los Estados Unidos se redujo significativamente. La razón principal de este cambio es el aumento en el uso de la prueba de Papanicolaou, la cual permite encontrar cáncer del cuello uterino a tiempo.
¿Cuáles son las causas del cáncer del cuello uterino?
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de que una persona contraiga una enfermedad. Algunos factores de riesgo, como fumar, pueden controlarse. Otros, como la edad o la raza de la persona, no pueden cambiarse. Varios factores de riesgo aumentan las probabilidades de que una mujer contraiga cáncer del cuello uterino.
Cuando se considera el asunto de los factores de riesgo, es útil concentrarse mayormente en aquellos que pueden cambiarse. Sin embargo, los que no se pueden cambiar también pueden servir para recordarles a las mujeres la importancia de hacerse una prueba de Papanicolaou.
El factor de riesgo principal del cáncer del cuello uterino es la infección con el virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés). Esta enfermedad se puede transmitir de una persona a otra durante las relaciones sexuales. El sostener relaciones sexuales sin protección, especialmente a una edad temprana, hace que sea más probable infectarse con el virus de HPV. Además, las mujeres que tienen muchas parejas sexuales (o que han tenido relaciones sexuales con hombres que, a su vez, han tenido muchas parejas) tienen un riesgo mayor de contraer HPV.
Por otra parte, la infección con el virus del VIH (el virus que causa el sida) también puede ser un factor de riesgo del cáncer del cuello uterino. El ser portadora del virus del VIH hace que el sistema inmunológico sea menos capaz de luchar tanto contra el virus como contra los cánceres en etapas iniciales.
Fumar es otro factor de riesgo para el cáncer del cuello uterino. El humo del tabaco puede producir sustancias químicas que pueden deteriorar el ADN (conocido en inglés como DNA) de las células del cuello uterino y hacer que el cáncer tenga más probabilidades de originarse. Las mujeres que fuman tienen el doble de riesgo de contraer cáncer del cuello uterino que las no fumadoras.
La dieta también podría desempeñar una función en este sentido. Una alimentación baja en alimentos de origen vegetal, como ensaladas, frutas y verduras, se asocia con un aumento en el riesgo de cáncer del cuello uterino y otros tipos de cáncer.
Edad: el riesgo de contraer este cáncer es muy bajo entre las niñas menores de quince años, pero aumenta entre los últimos años de la adolescencia y la mitad de la tercera década de vida. A diferencia de muchos otros tipos de cáncer, que rara vez afectan a las mujeres adultas jóvenes, el cáncer del cuello uterino puede afectar a las jóvenes en su tercera década de vida e incluso a las adolescentes. Aunque el riesgo de cáncer del cuello uterino no aumenta mucho después de los 40, tampoco disminuye. Muchas mujeres maduras no saben que tienen el más alto riesgo de contraer cáncer del cuello uterino y que es importante que continúen haciéndose la prueba de Papanicolaou.
Raza y etnia: en varios grupos raciales y étnicos se presenta una mayor tasa de mortalidad por cáncer del cuello uterino. En los Estados Unidos, la tasa de mortalidad por cáncer del cuello uterino en las mujeres de raza negra es más del doble del promedio nacional, mientras que en las hispanas y las indias americanas también está por encima del promedio nacional.
Las mujeres pobres tienen un riesgo mayor de contraer cáncer del cuello uterino. Una posible razón para esto es que no pueden pagar los costos de las pruebas regulares de Papanicolaou.
¿Se puede prevenir el cáncer del cuello uterino?
La mayoría de los casos de cáncer del cuello uterino puede prevenirse. Hay dos formas de prevenir esta enfermedad. La primera es prevenir los precánceres, y la mejor forma de hacer esto es evitando los factores de riesgo.
Las jóvenes pueden aplazar el comienzo de las relaciones sexuales para cuando sean adultas.
Las mujeres de todas las edades pueden protegerse para no contraer una infección por HPV si limitan el número de compañeros sexuales y si evitan tener relaciones con hombres que hayan tenido muchas compañeras sexuales. El HPV no siempre produce verrugas u otros síntomas, y, por eso, es difícil saber si una persona está infectada. Los condones (preservativos) no protegen contra el HPV, pero sí ayudan a protegerse de la infección por el HIV, es decir, ayudan a protegerse del sida y de otras enfermedades.
Las mujeres fumadoras deben intentar dejar de fumar.
La segunda forma de prevenir el cáncer del cuello uterino es hacerse regularmente la prueba de Papanicolaou. La prueba de Papanicolaou puede detectar las infecciones por HPV y los precánceres. El tratamiento de estos problemas puede detener el cáncer del cuello uterino antes de que se convierta completamente en cáncer invasivo.