Respalda CSG a Felipe Calderón!

Ciudad de México.- Carlos Salinas defiende a Felipe Calderón. Ve en él a un reformador que merece “todo el apoyo” y a un Presidente capaz de revertir la década perdida por las fallidas administraciones de Ernesto Zedillo y Vicente Fox.

“Observo una firme decisión del Gobierno federal de lograr que México tenga un mejor horizonte, y eso sin lugar a dudas merece el apoyo de todos nosotros”, dijo el ex Mandatario.

Las reformas de Calderón, entre ellas la energética, serán posibles con el fortalecimiento de un consenso nacional de que Pemex se fortalezca en beneficio de los mexicanos.

“Hay reformadores dentro del PRI, dentro del PAN, dentro del PRD, comprometidos con una transformación progresista del País. En la medida en que ellos sean los que –en la indispensable negociación que la política exige– lleguen a acuerdos y consensos y los transformen en decisiones, no tengo dudas que se darán pasos hacia delante”, aseguró.

Para Salinas, tanto Zedillo como Fox dejaron ir una oportunidad fundamental para reactivar la industria petrolera.

“Al término de la década neoliberal, Pemex resultó una empresa prácticamente quebrada”, expresó.

“¿Como fue posible que teniendo precios de petróleo tan favorables y una circunstancia tan prometedora, hayamos llegado a este punto en nuestra empresa nacionalizada con tanto orgullo por el Presidente Lázaro Cárdenas?

“Lo que me parece increíble es que cuando se tuvieron los excedentes del petróleo, en lugar de constituir un gran fondo para contingencias del futuro como hizo Noruega, que tiene 3 millones de habitantes y 350 mil millon s de dólares en su fondo de excedentes petroleros, aquí para un país de 100 millones de habitantes la información del propio gobierno confirma que se usó para gasto corriente.

“En lugar de haberse utilizado para crear infraestructura nueva o para ampliar la capacidad de producción de Pemex, durante esa década perdida se dejó ir una oportunidad fundamental”.

Por ello, apoya “el ánimo reformador” de Felipe Calderón.

“La visión del Presidente Calderón ha retomado el proceso de reformas indispensables dentro del País.

Podrá o no estarse de acuerdo con todas las reformas o en sus detalles, pero de que hay un ánimo reformador, y que ese ánimo reformador ha encontrado en varios de los partidos políticos, en particular en el PRI, una resp esta positiva, me parece muy favorable para los intereses de la nación”.

Salinas de Gortari devoró los trozos del mango de manila en segundos. En la segunda tanda acabó con un diminuto tlacoyo y dejó a la orilla del plato azul restos intactos del huevo con jamón.

Desayunó en veinte minutos. Su apetito es otro. Regresar a la palestra para reclamar por las “oportunidades fallidas” que tuvieron sus sucesores Ernesto Zedillo y Vicente Fox y también su antagonista Andrés Manuel López Obrador. Los devora en su nuevo libro “La década perdida”, que es pretexto para su reaparición pública.

¿Se convirtió una obsesión suya atacar a Zedillo y ahora a Fox?: No hay referencias directas, personales, a ninguno de ellos. En este trabajo no hay cuestiones personales.

¿Son sus innombrables?: Están nombrados como tales desde el inicio del libro. Es muy explícito y muy claro a qué administraciones se refiere. En realidad, Salinas nunca menciona por su nombre a sus destinatarios. Ni en el libro ni en la entrevista.

Ni a Zedillo ni a Fox, representantes de “gobiernos neoliberales”, ni a Andrés Manuel López Obrador, representante del “populismo autoritario”.

El trámite lo resuelve en la primera nota a pie de página colocada en la número 30 de un texto de 557 páginas, profuso en citas hemerográficas.

Ahí sí vienen, en letra chiquita, como en los contratos que ocultan lo importante, los nombres completos de los jefes de los gobiernos federales de 1994 a 2006.

Afirma que Zedillo y Fox pactaron no informar a la nación el estado en que recibe al País. ¿En qué sustenta eso?

Esta reflexión proviene de un miembro del equipo de la segunda administración neoliberal refiriéndose a la primera. Lo que hice fue tomar la cita textual de ese servidor público, quien dijo que prefirieron no hacer un balance de en qué condiciones recibieron al País a finales del año 2000.

Ante esa situación los mexicanos esperaban tanto de ese cambio, que al no informarles cuál era la circunstancia real en que vivían no se les pudo explicar que no se podía responder a sus expectativas, y éstas se vieron f ustradas.

Entre 2000 y 2006 tuvimos la administración cuyo crecimiento fue el más bajo –el segundo más bajo– desde 1934.

Habla de una situación de ruina, la peor desde 1910.

Tanto la CEPAL, de la ONU, como el Banco Mundial han documentado que entre 1994 y 1995, esos dos años, entre ocho y 12 millones de mexicanos pasaron a formar parte de la pobreza extrema por el efecto terrible de la crisi del 95.

Ese cataclismo social es el que hace que este hecho sea el más adverso desde el periodo de la Revolución de 1910.

La percepción en México es que la responsabilidad de la ruina es del gobierno de Salinas…

Conforme ha pasado el tiempo y en base a la información objetiva (organismos nacionales e internacionales) han venido mostrando que al final de mi gobierno si existía un problema, pero no una crisis.

Precisamente las decisiones que se dan con posterioridad convierten ese problema en una crisis de esta dimensión mayúscula.

Si en 1994, al dejar el gobierno, la economía ya crecía 4.5 por ciento al año, en los siguientes seis años creció menos de 3.2 por ciento y en los otros seis años todavía menos, en promedio 2.3 por ciento al año.

Mientras el resto del mundo, y América Latina en particular, rebasaban las tasas anuales de crecimiento de 5 por ciento, nosotros crecíamos cada vez menos, y esto en un contexto de disponibilidad de recursos como pocas v ces se había tenido en México.

Share