
Senado no debatirá reforma migratoria!
...Si lo hace, será a principios de 2006
Washington.- Asuntos relacionados con los huracanes y la nominación de la abogada Harriet Miers a la Corte Suprema de Justicia serían los temas que abordará el Senado en lo que queda de 2005, quedando fuera de agenda la reforma migratoria.
Debate «exhaustivo»
Según el senador John Cornyn (republicano de Texas), la discusión en torno a la reforma inmigratoria se tratará en la Cámara Alta en enero de 2006.
Aventuró que no esperaba que el Senado vote sobre una ley de inmigración que aborde sólo aspectos relacionados con el control fronterizo, sino que incluirá a los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
«Tenemos que tratar el asunto exhaustivamente», indicó Cornyn, quien preside la Comisión de Inmigración, Seguridad Fronteriza y Ciudadanía, reportó la agencia Prensa Asociada (AP), el martes.
El Plan Cornyn-Kyl
Cornyn y el senador Jon Kyl (republicano de Arizona) entregaron el 20 de julio un proyecto de ley que rechaza cualquier tipo de amnistía a inmigrantes ilegales y exigieron que los indocumentados salgan del país antes de recibir un permiso temporal de trabajo por dos años.
La propuesta llamada ‘Ley para una mejor acción policial y reforma migratoria 2005’ establece que cada indocumentado deberá pedir «voluntariamente» su retorno a su país de origen a fin de poder solicitar el reingreso «a través de canales legales».
Uno de esos «canales legales», dijo Kyl, «sería mediante una previa inscripción en el programa de trabajadores temporales».
Otros detalles del plan
Entre otras recomendaciones el proyecto incluye:
Contratación de 20 mil nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza.
Elevar multas a empleadores que contraten indocumentados.
Fijar un plazo de 5 años para que los indocumentados salgan de Estados Unidos. Sólo quienes salgan podrán optan para una visa temporal de empleo válida por dos años.
Quienes salgan dentro del primer año no serán multados. Quienes lo hagan después de ese plazo pagarán una multa de 2 mil dólares por cada año de permanencia ilegal.
Durante la permanencia legal en Estados Unidos el trabajador podrá ser visitado por familiares inmediatos, pero la estadía de éstos no debe superar los 30 días.
La visa podrá ser renovada en dos ocasiones, cada una de ellas por otros dos años.
Elevar los castigos a quienes sean declarados culpables en juicios por contrabando de personas, fraude de documentos, narcotráfico y violencia pandillera.
Contrario al plan Cornyn-Kyl, el 18 de mayo los senadores John McCain (republicano de Arizona) y Edward Kennedy (demócrata de Massachussets) presentaron la propuesta denominada ‘Un país seguro, una inmigración ordenada’, que entre otros aspectos incluye:
Otorgar visa temporal de permanencia a indocumentados que llevan al menos 5 años en Estados Unidos, tienen trabajo, pagan impuestos y carecen de antecedentes penales.
La visa durará de 3 a 5 años. Una vez expire el plazo, las empresas podrán someter una solicitud de residencia ante la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) a beneficio del trabajador, a efecto que éste ajuste su estatus a residente.
Quienes califiquen deberán someterse a un chequeo médico y de seguridad conforme las normas federales impuestas tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y deberán demostrar que existe una empresa estadounidense dispuesta a ofrecerles empleo.
Si en el período de vigencia de la estadía el trabajador pierde el trabajo, tendrá un plazo de 60 días para conseguir un nuevo contrato. Si no lo consigue, deberá entonces regresar a su país de origen.
Los requerimientos de empleo deberán ser revisados frecuentemente por el Banco de Empleos de Estados Unidos, esto con el fin de garantizar que el trabajo haya sido ofrecido previamente a trabajadores estadounidenses.
Los beneficiarios del programa deberán pagar una multa de 2 mil dólares o más (dependiendo de lo que indique el Congreso) y someterse a un chequeo de su historial criminal, sus conocimientos de inglés y su historial de pago de impuestos.
La visa temporal de permanencia permitiría a estos trabajadores salir y entrar de Estados Unidos, al tiempo que habilita a sus parientes inmediatos (cónyuges e hijos solteros menores de 21 años) a iniciar trámites para vivir legalmente junto a ellos.
El Senador Harry Reid, líder de la minoría demócrata en la Cámara Alta, comentó que la reforma inmigratoria debe contemplar el «combate al flujo ilegal» de inmigrantes a través de nuestras fronteras mediante la creación de «canales legales para que puedan venir aquí a trabajar y puedan continuar contribuyendo al crecimiento económico de nuestra nación».
«Estados Unidos se merece algo mejor», dijo en referencia a las actuales leyes de inmigración, cuya última reforma se llevó a cabo en 1996.
El Consejo de La Raza, el principal grupo hispano de Estados Unidos, insistió en que la reforma a la ley de inmigración debe ser «justa» y «realista».
La Raza apoya el proyecto McCain-Kennedy y se pronuncia a favor de una reforma que contenga «un camino abierto hacia la residencia» de miles de indocumentados.
Entre 10 y 12 millones
Fuentes privadas y gubernamentales estiman que en Estados Unidos viven entre 10 y 12 millones de extranjeros sin estatus y que la mayoría es de origen mexicano.
Vanessa Cárdenas, asociada en asuntos legislativos y de comunicación del Foro Nacional de Inmigración (NIF), mencionó que el proyecto de ley McCain-Kennedy contiene un componente de legalización “ganada” para los extranjeros que cumplan con determinados requisitos.
La Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) reiteró su amplio respaldo al proyecto de reforma bipartidista de los senadores McCain-Kennedy.
Jeanne Butterfield, directora ejecutiva de la entidad, dijo: «Necesitamos un sistema de inmigración compatibles con los valores fundamentales estadounidenses de la justicia y la igualdad ante la ley».
El plan McCain-Kennedy cuenta con el apoyo de al menos 150 grupos y organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes y trabajadores en Estados Unidos.
El plan Cornyn-Kyl cuenta con el respaldo de un importante sector republicano que se opone a la permanencia en Estados Unidos de inmigrantes indocumentados.