Trastornos del aprendizaje y cómo dañan . . . Llegan a tener repercusiones futuras
Los trastornos del aprendizaje constituyen un síntoma muy común que puede tener graves repercusiones en la vida cotidiana del individuo. Suelen afectar a la lectura, al cálculo y a la expresión escrita. Aunque su tratamiento es difícil, el hallazgo reciente del factor cerebral que impulsa el aprendizaje ha abierto el camino de la investigación para corregir esta patología.
Dificultades para aprender
Los trastornos del aprendizaje se diagnostican cuando el rendimiento del individuo en lectura, cálculo y expresión escrita es sustancialmente inferior al esperado por edad, escolarización y cociente de inteligencia.
Los problemas de aprendizaje interfieren significativamente el rendimiento académico o actividades de la vida cotidiana tan simples como leer un texto breve, hacer una operación aritmética o rellenar un formulario.
Según el catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, Juan José López-Ibor Aliño, los trastornos de aprendizaje pueden asociarse a “desmoralización, baja autoestima y déficit en habilidades sociales”.
El experto calcula que la tasa de abandono escolar en niños y adolescentes españoles con trastornos de aprendizaje puede alcanzar el 40 por ciento.
Consecuencias sociales
y laborales
En tanto, los adultos afectados por este problema pueden sufrir dificultades significativas tanto en su ámbito laboral como en sus relaciones sociales. Las estadísticas revelan que un elevado porcentaje de personas afectados por patologías psíquicas trastorno disocial, trastorno negativista desafiante, trastorno por déficit de atención con hiperactividad o depresión también presentan trastornos del aprendizaje.
El trastorno disocial es definido por la presencia persistente en el comportamiento del individuo de conductas distorsionadas, destructivas y de carácter negativo, además de transgresoras de las normas sociales.
Entre otros síntomas, los infantes diagnosticados con este problema suelen intimidar o acosar a compañeros, están dispuestos casi siempre a la pelea física, suelen tener atracción por las armas, les gusta provocar incendios, mienten con frecuencia para eludir obligaciones o disfrutan atacando a animales o a personas.