
Va mexicano por Alcaldía de San Diego
San Diego, Estados Unidos.- David Álvarez, descendiente de un campesino mexicano de Jalisco, busca convertirse en unas semanas en el primer Alcalde latino en la historia moderna de San Diego, California.
Actualmente el regidor más joven del cabildo local, Álvarez ha tenido un ascenso político vertiginoso, que lo llevó a derrotar a los demócratas Nathan Fletcher y Mike Aguirre como candidatos en las primarias, tras la renuncia en agosto de Bob Filner.
Ahora, Álvarez está posicionado con el 46 por ciento de la intención de voto para los comicios de febrero próximo, en los que se enfrentará al republicano Kevin Faulconer, que cuenta con el 47 por ciento, según encuestas.
El aspirante demócrata es el hijo más joven de José Álvarez, un campesino viudo originario de Mascota, en el Estado de Jalisco, y quien trabajó como bracero entre 1959 y 1966.
«Es la historia de muchas familias de inmigrantes que vienen a Estados Unidos a trabajar duro para proporcionar un mejor nivel de vida, la única diferencia es que yo tengo un puesto más público», dijo Álvarez en una entrevista.
A los 13 años, Álvarez fue aceptado por la entonces asambleísta de la Cámara baja estatal, Denise Moreno Ducheny, como enlace de su oficina con el barrio latino Logan, en San Diego.
Logan Heights, su lugar de residencia de toda la vida, es semillero de políticos latinos que han tenido impacto tanto en San Diego como en California.
De allí salieron el actual presidente de la bancada latina de California, el senador Ricardo Lara; el senador estatal más severo para controlar la venta de armas en el país y su trasiego a México, Kevin de León y el ex presidente de la legislatura de California, Fabián Núñez, entre otros.
Este es un vecindario de trabajadores que tiene alternadas industrias y viviendas y cuyos problemas, dice Álvarez, quiere resolver porque los conoce.
En el tópico del medio ambiente, Álvarez habla de cómo una fábrica de cromado le provocó asma; sobre las viviendas asequibles, hace referencia a cómo el aumento en las rentas lo obligó a vivir en el cuarto de huéspedes de un amigo, y en seguridad cita los roces de sus hermanos mayores con pandillas.
«Somos producto de un vecindario olvidado por la vieja clase política, que comprendimos que si nosotros no nos poníamos en pie, nadie iba a hablar por nosotros», reflexionó Álvarez sobre el vecindario.
El reto para la elección del 4 de febrero es motivar a los ciudadanos a participar en los comicios inusuales en ese mes, distintos a los tradicionales de noviembre, y llevar a los electores la inquietud de lo que está en juego.