Vaticano otorgó asilo a venezolano
CARACAS – El Vaticano otorgó asilo diplomático a un dirigente estudiantil que se mantenía refugiado en la Nunciatura Apostólica desde hace año y medio, alegando que es un perseguido político del gobierno del presidente Hugo Chávez, informó el abogado del opositor.
La Santa Sede aprobó el 11 de junio un asilo diplomático para el dirigente estudiantil, Nixon Moreno, de 34 años, por razones de “carácter humanitario”, dijo a la AP el defensor del opositor, Alonso Medina Roa.
Moreno, a quien la justicia solicita por los delitos de homicidio intencional frustrado y actos lascivos contra una policía, se refugió el 13 de marzo del 2007 en la Nunciatura Apostólica, argumentando que es un perseguido político, y que su vida está en peligro.
El abogado indicó que la medida de asilo fue notificada por el Vaticano a la Cancillería venezolana en junio, y ratificada el 26 de agosto por medio de una nota diplomática.
Una funcionaria de la Nunciatura Apostólica, que habló en condición de anonimato porque no está autorizada para declarar, dijo a la AP que el representante del Vaticano en Caracas, el arzobispo Giacinto Berlocco, autorizó a los abogados de Moreno para informar el martes sobre el otorgamiento del asilo.
Medina Roa explicó que en este caso la Santa Sede está actuando como mediadora, y “podrá acordar en el momento que Nixon Moreno salga del país su envío a un tercer país”.
El abogado indicó que “le corresponde ahora al gobierno venezolano emitir el salvoconducto a los fines que Nixon Moreno pueda retirarse del país”.
Agregó que, de negarse las autoridades venezolanas a otorgar el salvoconducto de salida a Moreno, estarían “desconociendo los pactos internacionales, estarían desconociendo las consecuencias del asilo diplomático”.
A una pregunta sobre las razones que llevaron a Moreno a refugiarse en la Nunciatura Apostólica, Medina Roa dijo que el dirigente decidió tomar esa vía “por considerar que no había un respeto por los derechos fundamentales porque se le dictó una medida judicial sin haberlo oído, y sin ser citado previamente por el Ministerio Público”.