
Acepta Evo aplazar referendos en Bolivia . . . El organismo electoral dijo que dos referendos nacionales sobre la Constitución fueron convocados sin cumplirse todos los requisitos legales
La Paz, Bolivia.- El Presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que acepta el aplazamiento de polémicos referendos sobre una nueva Constitución y estatutos de autonomías regionales y llamó a líderes rebeldes a abrir un nuevo diálogo por la unidad del país.
Los referendos, convocados para el 4 de mayo, fueron suspendidos el viernes pasado por la Corte Nacional Electoral (CNE), que arguyó problemas legales y riesgos para la estabilidad democrática en el empobrecido país sudamericano.
El Mandatario indígena declaró en una conferencia de prensa que no pondría objeciones a la participación de observadores nacionales o extranjeros en sus próximos encuentros con los prefectos (gobernadores), que rechazan la nueva Constitución “plurinacional” e impulsan procesos de autonomía.
Las resoluciones de la CNE que suspendieron los referendos deben ser respetadas por todos los bolivianos y bolivianas, deben ser llevadas adelante sobre todo para garantizar la democracia y las normas vigentes, afirmó Morales, quien impulsa una izquierdista revolución democrática y cultural.
El organismo electoral dijo que dos referendos nacionales sobre la Constitución fueron convocados sin cumplirse todos los requisitos legales y que los referendos sobre autonomía deben ser convocados por el Congreso y no por los prefectos.
Morales, quien según diversas encuestas goza todavía de una aprobación mayoritaria aunque no logra consenso para sus reformas políticas, dijo estar de acuerdo con que el Congreso emita nuevas convocatorias a todos los referendos.
“Estas decisiones de la CNE deben ser una base para abrir una nueva etapa de diálogo, sobre todo para que se respete la legalidad, la democracia y la unidad del país”, sostuvo Morales, en alusión a un abierto desacato de los prefectos rebeldes a los referendos nacionales.
Nuevas convocatorias
Horas después de la declaración de Morales, el Vicepresidente Alvaro García anunció que el Congreso Nacional sesionará el próximo viernes para debatir las resoluciones del organismo electoral.
“A raíz de este pedido de la Corte Nacional Electoral (de nuevas convocatorias a referendos) y evaluando la situación del país he tomado la decisión de convocar al Congreso Nacional el día viernes”, dijo García a reporteros, tras una reunión con el presidente de la CNE, José Luis Exeni.
Y señaló que dependiendo del debate político creía posible que el Congreso apruebe las nuevas convocatorias.
“Esperemos que los congresistas asistan en este momento crítico político a (cumplir) su responsabilidad de enmarcarse en el debate y la contribución a la solución de la tensión política en el país”, agregó.
Sin embargo, el prefecto del rico distrito oriental de Santa Cruz, Rubén Costas, convertido en líder del movimiento autonomista, rechazó la decisión del ente electoral y dijo que “no hay marcha atrás” en la organización de un referendo sobre un estatuto de autonomía regional previsto para el 4 de mayo.
Otros tres líderes opositores regionales -del petrolero Tarija y los amazónicos Beni y Pando- dijeron que seguirán los pasos de Santa Cruz, en tanto que los restantes cinco prefectos parecían dispuestos a dialogar con el Gobierno.
Los cuatro prefectos rebeldes llamaron a referendos sobre estatutos de autonomía en sus regiones, desafiando una ley que dice que tales consultas sólo pueden ser hechas por el Congreso.
Los gobernadores opositores impulsan las autonomías en contraposición al cambio constitucional prometido por Morales para “refundar” Bolivia, dando más poder a los indígenas y estableciendo un régimen económico controlado por el Estado.
La nueva Constitución fue aprobada por una asamblea dominada por el oficialismo y de la cual se autoexcluyó la principal fuerza de la oposición, la derechista Podemos, que frecuentemente está de acuerdo con los prefectos autonomistas y llamó también a no acatar los referendos nacionales.
Los prefectos pretenden que la autonomía llegue sólo a nivel de departamentos y no hasta los municipios y comunidades indígenas como dispone el proyecto de nueva carta magna.