
Advierten a Bush en política para Iraq
Se suma el líder
de las fuerzas
estadounidenses en el país árabe a crítica sobre permanencia prolongada;
reprueban tropas manejo de guerra
Washington DC, Estados Unidos.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, se dispone a revelar su nueva estrategia para Iraq en momentos en que varios aliados republicanos del Congreso se oponen a una escalada militar por una guerra cada vez más impopular.
Bush, quien se espera presente sus nuevas propuestas en un discurso el 15 de enero, asegura que ha considerado todas las opciones, incluyendo lo que algunos han llamado un crecimiento o crecimiento sostenido en el número de soldados estadounidenses en Iraq.
Pero la mayoría de la oposición demócrata, muchos republicanos, e incluso el comandante de las tropas de Estados Unidos en Iraq, General George Casey, han advertido contra una expansión prolongada de la presencia militar estadounidense.
“Cuanto más tiempo nosotros, las fuerzas estadounidenses, continuemos tolerando la carga de la seguridad en Iraq, más tiempo tendrá el Gobierno iraquí que tomar difíciles decisiones sobre la reconciliación y lidiar con las milicias”, dijo Casey.
“Y la otra cosa es que ellos pueden continuar culpándonos por todos los problemas de Iraq”, agregó Casey.
Entretanto, un alto funcionario informó ayer que Bush recibirá a legisladores demócratas y republicanos para discutir la situación en Iraq, entre otros temas.
“Mañana (hoy, miércoles) en la noche habrá una recepción y será de carácter informal. El grupo discutirá una variedad de temas, incluyendo Iraq”, dijo el funcionario que pidió el anonimato.
El cuestionado Presidente ha estado sosteniendo consultas antes de su esperado discurso.
Un sondeo realizado por el grupo privado de medios Military Times, que sirve a una audiencia militar en Estados Unidos pero no está afiliado al Departamento de Defensa, encontró que las tropas en actividad de ese país desaprueban la forma en que el Presidente Bush manejó la situación en Iraq.
Sólo un 35 por ciento aprobó la gestión, mientras que el 45 por ciento la desaprobó, según el estudio realizado en base a cuestionarios enviados por correo a mediados de noviembre pasado a 6 mil suscriptores en actividad seleccionados al azar.
La encuesta encontró que 50 por ciento se siente confiado o muy confiado en que Estados Unidos tendrá éxito en Iraq, mientras que el 41 por ciento se siente poco o nada confiado.
El sondeo tiene un margen de error del 3 por ciento.
Bush hizo votos por que Estados Unidos combata a los terroristas y trabaje por un Iraq libre y unificado en 2007, en un mensaje de Año Nuevo que envió desde su rancho en Texas.
“Derrotar a los terroristas y a los extremistas es un reto de nuestro tiempo, y responderemos al llamado de la historia con confianza y lucharemos por la libertad sin vacilar”, aseguró el Presidente, cuya popularidad ha caído por la guerra.
Se espera que Bush revele su nuevo plan antes de realizar su discurso anual sobre el Estado de la Unión a fines de enero, ante un Congreso ahora dominado por la oposición demócrata y con algunos influyentes republicanos que se oponen al envío de más tropas.
Mientras el Senador John McCain, considerado el principal candidato republicano para reemplazar a Bush en 2008, ha estado presionando por un incremento de las tropas estadounidenses en Iraq, otros republicanos han calificado esta política de absurda.
Los demócratas han destacado su plan para realizar audiencias sobre la política que se sigue en Iraq, y un republicano experto en política exterior, el Senador Richard Lugar, ha pedido a la Casa Blanca consultar el tema con los legisladores.
Lugar además pidió a Bush que se tome en serio las recomendaciones del grupo de estudios para Iraq, conocido como la comisión Baker, y aseguró apoyar el pedido del grupo de iniciar conversaciones con Irán y Siria.