Annalena Baerbock Presidirá la Asamblea General de la ONU: Quinta Mujer en Asumir el Cargo
La exministra alemana fue elegida para liderar el 80º periodo de sesiones en un contexto global de alta tensión y reformas urgentes.
La exministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, fue elegida este lunes como presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, convirtiéndose en la quinta mujer en la historia en ocupar ese cargo desde la fundación de la ONU en 1945.
Baerbock, de 44 años, miembro destacado del Partido Verde alemán, recibió el respaldo de 167 de los 193 Estados miembros durante una votación secreta celebrada en Nueva York, la cual fue solicitada por Rusia. Superó con creces la mayoría necesaria para su designación.
Un momento clave para la diplomacia multilateral
Baerbock asumirá la presidencia del órgano el próximo 9 de septiembre de 2025, poco antes del inicio del tradicional debate general de alto nivel. Su mandato durará un año y se da en un contexto marcado por crecientes desafíos: crisis geopolíticas, guerras abiertas, cambio climático y profundas desigualdades sociales y económicas.
En su primer discurso tras la elección, Baerbock prometió actuar como una “mediadora honesta y unificadora”, y recalcó la urgencia de modernizar la ONU para responder mejor a los retos del siglo XXI. También hizo énfasis en la necesidad de que todas las regiones y grupos estén representados en los procesos de reforma de la organización.
Una designación simbólica e histórica
La última mujer que presidió la Asamblea General fue la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, elegida en 2018. Antes de ella, solo otras tres mujeres habían ocupado ese puesto, lo que convierte a Baerbock en la quinta mujer en asumir una de las más altas responsabilidades diplomáticas del sistema multilateral.
Hasta ahora, ninguna mujer ha sido secretaria general de la ONU, el cargo ejecutivo de mayor rango dentro del organismo.
Controversia en Alemania
Aunque la candidatura de Baerbock fue respaldada por la Unión Europea, en Alemania generó cierta polémica. Algunos sectores diplomáticos cuestionaron que no se haya postulado a Helga Schmid, una figura de amplia trayectoria en política internacional.
No obstante, el gobierno alemán defendió la elección de Baerbock, señalando su experiencia al frente de la diplomacia alemana y su impulso de una política exterior con enfoque feminista y de derechos humanos.