Arresto, cárcel y deportación
TUCSON – A pesar de las críticas de organizaciones de defensa de los derechos humanos, cientos de indocumentados han sido procesados y encarcelados desde hace dos meses en la operación “Streamline” por el delito de cruzar la frontera de manera ilegal.
En menos de 60 minutos
Desde el pasado 14 de enero, fecha en que se puso en marcha el programa federal en el sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, entre 40 y 55 inmigrantes indocumentados son transportados a diario desde los centros de detenciones hasta la Corte Federal en esta ciudad.
Los inmigrantes se presentan ante el tribunal, se declaran culpables y son sentenciados, todo en menos de una hora.
El pasado 14 de marzo, Efe tuvo acceso a uno de estos juicios.
Detalles del juicio
De los 55 detenidos que fueron presentados ante la juez federal Glend Edmonds, 54 eran hombres, entre los 25 y 35 años de edad, solo había una mujer, todos estaban esposados y llevaban cadenas en los pies que apenas les permitían caminar.
Mientras que un representante de la corte lee el nombre de los detenidos, cada uno de los inmigrantes responde “presente”.
El grupo estaba custodiado por tres agentes de la Patrulla Fronteriza y dos agentes armados.
Lectura de cargos
Con ayuda de un intérprete, los indocumentados, todos mexicanos, escucharon del juez sus derechos y las consecuencias de declararse culpables.
Al declararse culpables, queda un récord permanente de un delito criminal en los expedientes de inmigración de los arrestados por entrada ilegal, lo cual hace prácticamente imposible que en el futuro puedan regularizar su estatus migratorio y regresar de forma legal a Estados Unidos.
Los inmigrantes, aún con las ropas sucias por el viaje por el desierto, quisieron apelar su caso, por lo que el juez prosiguió al segundo paso y de cinco en cinco, cada uno de ellos fue llamado ante la juez Edmonds, quien les preguntó individualmente si se declaraban inocentes o culpables.
“Tiempo cumplido”
Después de que se declararon culpables la juez examinó sus expedientes, si ésta era la primera vez que cruzaban la frontera de manera ilegal y no tenían un récord criminal la juez declaraba “tiempo cumplido”, por lo que podían ser deportados de regreso a su país.
De los 55 casos, seis eran de hombres que previamente habían sido deportados y arrestados nuevamente al tratar de reingresar, por lo que la juez les sentenció a entre 30 a 60 días de cárcel.
La sentencia máxima bajo el programa “Streamline” es de 180 días.
Sólo un inmigrante del grupo tenía un récord criminal previo. Fue deportado y arrestado en su intento por reingresar a Estados Unidos.
La juez Edmonds le sentenció a 90 días de cárcel y después de cumplir la pena será deportado.