
Arsenal apareció en cárcel hondureña . . . Pertenecerían a pandilleros recluidos
TEGUCIGALPA – Las autoridades decomisaron gran cantidad de explosivos, ametralladoras de diferente calibre y aparatos electrodomésticos en una sección de la principal cárcel de Honduras conocida como La Maquila, en la que permanecían 143 pandilleros o “mareros”.
Un hotel de cinco estrellas
“Continuamos investigando el caso porque no es posible que eso ocurra en nuestro país”, dijo el ministro de Seguridad, coronel Jorge Rodas.
Advirtió que “las cosas cambiarán en la Penitenciaría Nacional (PN) en las próximas horas, aunque desde hace mucho tiempo debieron cambiar”.
Rodas informó que la policía decomisó el jueves en la amplia sección de los pandilleros tres fusiles AK-47, cuatro escopetas de 12 milímetros y subametralladoras Uzi, dos granadas de fragmentación, 35 escopetas de fabricación casera y numerosos cartuchos de dinamita.
Los reclusos también tenían en sus celdas 30 televisores grandes a color, cinco refrigeradoras, nueve equipos de sonido con 36 potentes parlantes, un acondicionador de aire, 58 ventiladores, 20 camas matrimoniales y mesas de noche.
“Estamos impresionados por tanto equipo de guerra que había en ese lugar de la PN (situada en las afueras de Tegucigalpa)”, subrayó Rodas. “Y los guardias son los responsables de lo que sucede”, aclaró.
Por su parte, el director de la PN, subcomisario Aldo Oliva, aseguró que “los mareros desean continuar con sus privilegios y se resisten a vivir como prisioneros… y ellos desean vivir en un hotel de cinco estrellas, lo que no es posible porque deben pagar sus errores contra la sociedad”.
Los pandilleros están alojados temporalmente en otros recintos o módulos de la prisión.
La semana pasada, la policía descubrió los restos óseos de dos hombres en La Maquila. También cuatro cartuchos de dinamita, seis explosivos plásticos militares C-4, dos granadas de fragmentación, 38 fusiles AK-47, pistolas, cuchillos y 82 proyectiles de calibre 22 y 38.
Buscan asimismo los restos de otros siete mareros, que podrían estar sepultados en el piso y las paredes de las celdas tras ser supuestamente asesinados por sus compañeros.
“Sin embargo, los pandilleros desaparecidos podrían haber huido de la prisión”, afirmó Oliva.
En el lugar habían 150 pandilleros de la Mara (pandilla) 18 y sólo aparecen 143.
En la mayoría de los 24 centros penales del país, con unos 12 mil reclusos, son frecuentes las fugas y asesinatos por la escasa vigilancia, el hacinamiento y la falta de medidas de seguridad.
Unos 438 reclusos han muerto en los últimos siete años en sus celdas a manos de sus propios compañeros, en casos separados.
En la PN hay unos dos mil detenidos, entre ellos 400 pandilleros. Cuenta con nueve módulos, ocho normales y uno de máxima seguridad, con celdas unipersonales. Fue construida en los años 90 para 1,200 prisioneros y alberga una cantidad tres veces superior.