Berlusconi
Isaac Bigio
Analista internacional
Cuando Bush festejaba 3 años de haber tomado Bagdad, en Italia y Perú se realizaron elecciones en las cuales ganaron los centroizquierdistas. Berlusconi, quien fue un puntal de la invasión a Iraq, perdió por apenas 0.1% ante Prodi y una coalición que va de comunistas a democristianos. En Perú la plancha Perú Flores-Woodman quedó eliminada del balotaje.
Los ‘rojos’ festejan esas derrotas y la anterior del chileno Piñera planteando que los ‘neo-liberales’ y los millonarios vienen perdiendo popularidad. Berlusconi cree que tan baja es la diferencia que los resultados italianos han me-recido ser objetados o dar paso a un gobierno de unidad nacional.
En Italia y Perú hay una marea izquierdizante, la misma que, paradójicamente, se ha alimentado de los efectos internacionales del impasse iraquí. Prodi promete sacar a Italia de Iraq, y Humala es apadrinado por Chávez quien se ha favorecido por el entrampamiento y descrédito de EEUU en Bagdad, el mismo que también ha elevado el precio del petróleo venezolano.
Irán Nuclear
Irán es el noveno país en entrar al club nuclear. Ya puede enriquecer uranio pero a un nivel muy bajo y que les demoraría poder estar en la capacidad de hacer una bomba atómica.
Si bien los ayatolas dicen que su energía nuclear es para fines pacíficos, Irán está presionado a dotarse de armas atómicas pues en su región cuatro vecinos suyos las tienen y cree que así podría impedir un ataque de EEUU e Israel.
Bush ha quedado paralizado. Tal es el grado del caos iraquí que él requie-re el apoyo de Irán para apaciguar a los chiítas. Si EEUU o Israel bombardeasen plantas iraníes ello no podría anular todas las capacidades nucleares de Irán (las que se encuentran estratégicamente dispersadas) e inflamaría más a la región y al mundo.
A Bush lo único sensato que le queda es la presión diplomática y hacer concesiones a Irán. Ese es el precio que debe pagar por haber invadido Iraq: en vez de haber logrado que sus enemigos se asusten les ha empujado a acelerar sus programas nucleares.
Perú en el Camino
de Costa Rica
Las elecciones peruanas parecen una lotería influidas por el contexto continental. Hasta antes que en Noviembre, Honduras iniciase el período de casi un año en donde 14 de las 19 democracias representativas latinoamericanas tendrían elecciones, el Perú parecía que seguiría a Honduras definiéndose entre dos derechistas. Sin embargo, la pugna final peruana ha terminado entre dos centroizquierdistas igual que en Costa Rica, el último país hispano en proclamar un nuevo presidente.
García como el tico Arias fueron los ex presidentes hayistas y socialdemócratas de sus respectivos países hasta hace 16 años. Ambos buscan defender reformadamente al sistema ante la amenaza de un izquier-dizante anti-TLC (como Humala o el tico Ortiz).
Mientras Ortiz es un civilista democratizante que se demarcó de Chávez y Evo Morales, Humala es un ex militar velazquista que oscila entre emular al ‘anti-imperialismo’ de Venezuela y Bolivia y entre quererse ‘moderar’ y no considerarse un ‘socialista’ para no asustar al centro y al empresariado.
Socios Sociales
Las dos mayores internacionales son la socialdemócrata y la socialcristiana. En Perú coexisten hace 60 años, pero nunca sus secciones mayores (APRA y PPC) han hecho una coalición de gobierno.
Esta fue la tercera vez que el PPC presentó un candidato presidencial, el mismo que siempre ha quedado tras García y tercero. Tras ello y ante la ‘amenaza Humala’ el PPC podría por primera vez votar por el APRA.
Los socialcristianos chilenos, a diferencia de los peruanos, ocupan el centro, han estado en el poder 22 de los últimos 42 años, mantienen bases sindicales, compiten con la derecha y co-gobiernan con los socialistas. En Perú mientras un ramal socialcristiano (PDC) nunca despegó por ir tras izquierdizantes, otro (PPC) siempre se alió a la derecha.
El PPC podría seguir ocupando el nicho del conservadurismo peruano, pero si quiere llegar a la presidencia podría seguir a sus camaradas de Chile y Alemania: asociándose a los socialdemócratas y buscar no ser visto como un partido de capitalistas y capitalinos.
¿Evo u Ottón?
Ollanta parece querer amalgamar las estrategias de otros dos exitosos nacionalistas anti-TLC: el boliviano Evo Morales (quien ganó 54% a 27%) y el costarricense Ottón Solís (quien perdió 39.5% contra 40.5%) . Evo se tornó popular tras haber estado en muchas huelgas y levantado discursos radicales ‘anti-oligárquicos’. Ottón casi gana pero distanciándose de Evo y Chávez y apareciendo como un ‘estadista’ pro-diálogo nacional.
Tanto Ottón como Evo crecieron en cada elección y tienen partidos estructurados que se han depurado y cuentan con bases sindicales. Nada de eso tiene Ollanta quien por primera acaba de votar y de improvisar un heterogéneo movimiento.
Ollanta como Ottón busca expresar a empresarios temerosos del libre comercio y se ‘modera’ para no asustar al centro; y como Evo flirtea con el ‘anti-imperialismo’ indigenista. Es probable que este ‘combinado’ le quite un sabor definido a su Olla, aunque Ollanta cree que así podría lograr algo que no han conseguido Evo y Ottón: ganar en su primera elección.
Zurdos
Mientras en América Latina la izquierda crece, en Perú los partidos marxistas no llegaron al 1% de los votos. Si bien dentro del centro y la derecha hay mucho temor ante el avance de Humala, él también bloquea el desarrollo de algo que podría representarles un mayor peligro: grandes partidos apoyados en sindicatos (como el MAS boliviano o el FMLN salvadoreño).
Los comunistas peruanos apenas consiguieron 30,000 votos. Esto, pese a que se están reunificando, a que controlan la CGTP y el SUTEP y a que después del APRA son el partido más antiguo y con más miles de militantes. Ellos fueron quienes inicialmente más levantaron a Ollanta, pero cuando el comandante les desahució quedaron descolgados e incapacitados para diferenciarse de él.
Humala, al igual que Fujimori y Toledo, querrá ganar captando el voto rojo. A cambio de ello integrará a varios cuadros zurdos al aparato estatal con lo que también quiere que la izquierda anule su propia identidad y futuro.
Votos Blancos
En un lapso de 9 quincenas 9 países americanos han tenido elecciones. Las del Perú se destacan por haber tenido un millón de votos blancos. Esto expresa descontentos. Según algunas encuestas en la segunda vuelta éstos incluso podrían multiplicarse.
Paradójicamente, en Bolivia (un país donde el abstencionismo varias veces superó a los votos del ganador), sus presidenciales de diciembre tuvieron una alta participación y pocos votos blancos y nulos. Ello se debió a que el país se polarizó entre dos candidaturas radicalmente muy delimitadas. Morales representaba a quienes quieren nacionalizar los recursos naturales, legalizar la coca y defender a los indígenas, y Quiroga a quienes fomentan la libre empresa, el regionalismo de las tierras bajas y la inversión privada.
Mientras que algunos sectores en Perú querrán que crezcan los votos blancos y nulos para protestar contra el sistema, el intento de contrapesar ello podría radicalizar a los candidatos y hacer que Humala opte por un discurso más ‘anti-imperialista’ tal como el de Chávez y Morales.