Campaña de mensajes al Congreso …Cardenal exige freno de deportaciones
Bajo el lema “¡Dejen que nuestros padres estén con nosotros!”, la arquidiócesis católica de Los Angeles, California, reiteró el llamado a participar en una campaña de envío de mensajes al Congreso para que apruebe una medida que ponga freno a las redadas y la deportación de padres de hijos estadounidenses, y vuelva a debatir una reforma migratoria que incluya una vía de legalización.
El sistema está roto
El Cardenal Roger Mahony dijo el miércoles, en la Catedral de Los Angeles, que la Iglesia Católica de Estados Unidos apoya a los “valientes niños” cuyos padres están siendo arrestados y deportados por las autoridades federales de inmigración, y advirtió que otros padres “están en peligro de ser detenidos en redadas en sus trabajos y en sus hogares”.
El jueves, un día después del lanzamiento de la campaña, más de 100 agentes federales realizaron una redada en una fábrica de componentes para impresoras en el Valle de San Fernando, California, y arrestaron a 120 trabajadores supuestamente indocumentados, quienes fueron interrogados y sometidos a proceso judicial ante una corte de inmigración.
Mahony resaltó que la campaña iniciada el Miércoles de Ceniza y que se mantendrá durante toda la Cuaresma, tiene como propósito ayudar a proteger a los niños estadounidenses hijos de padres sin estadía legal en el país, pidiéndole al Congreso que repare el sistema migratorio “que se encuentra roto”.
Son trabajadores
Los padres de familia que están siendo arrestados y deportados por las autoridades federales “emigraron a este país para trabajar, mantenerlos y darles un mejor futuro”, reiteró el Cardenal.
Y agregó: “Ellos (sus hijos estadounidenses) nos suplican: ‘¡Dejen que nuestros padres estén con nosotros’”.
Mahony precisó que con la ayuda de Dios “tenemos que encontrar una manera de proteger a estos niños y mantener juntas a sus familias”.
Dos de las maneras sugeridas por el religioso para alcanzar los objetivos de la campaña son, por una parte la oración, y simultáneamente el envío, durante la Cuaresma, de tarjetas con mensajes a los integrantes del Congreso para que reparen la ley de inmigración y aprueben una reforma que permita legalizar a los millones de indocumentados que viven en el país.
“Mantengamos a estos niños en nuestros corazones y oremos para que Dios guíe a los líderes de este país a reformar la injusticia de nuestro quebrantado sistema de inmigración”, dijo.