Caracas: Encapuchados ocupan Arzobispado . . . Hacen “mártir” a hombre que murió

CARACAS – Un grupo de encapuchados ocupó durante dos horas el palacio arzobispal de Caracas para revindicar “como un mártir” a un hombre que murió cuando detonó un explosivo el domingo en la sede del principal gremio empresarial de Venezuela, Fedecámaras.

“Que cese el acoso”

“Un grupo de jóvenes ingresó en el palacio (arzobispal), manifestando que querían hacer una toma pacífica de dos horas para leer un comunicado a los medios de comunicación”, relató a la AFP el obispo auxiliar de Caracas, Jesús González. Los encapuchados, que no causaron ningún daño en el edificio episcopal, se reunieron en la céntrica Plaza Bolívar, rememorando el 19 aniversario de la protesta popular conocida como el ‘Caracazo’, que oficialmente dejó 276 muertos.

“Reivindicamos la memoria del camarada muerto, lo consideramos como un mártir de la revolución”, dijo a periodistas Lina Ron, una encendida dirigente afecta al oficialismo que encabezó la toma, al referirse a la persona que murió en la sede de Fedecámaras, gremio que mantiene tensas relaciones con Chávez.

La dirigenta denunció los allanamientos en el populoso barrio 23 de Enero, un enclave del oficialismo radical, donde vivía el hombre que murió cuando detonó un explosivo plástico, según la versión oficial, y pidió al gobierno que allane también los barrios residenciales del este de Caracas, bastiones opositores.

“Están haciendo que parezca criminal cualquier actuación de nuestro colectivo”, dijo Ron y añadió: “exigimos rectificación a funcionarios gubernamentales”.

“Que cese el acoso y la criminalización del movimiento popular”, remató Ron.

“¡Con Chávez todo, sin Chávez plomo!”, exclamaron los militantes, algunos de ellos con los rostros cubiertos, acompañados de dos diputados.

El cardenal venezolano Jorge Urosa rechazó la toma del palacio arzobispal “porque, si bien no hubo destrozos, es un acto de violencia”, dijo a la televisora local Globovisión.

“Es un asunto sumamente serio, no puede haber anarquía. Al gobierno se le está yendo de las manos” la situación, insistió el cardenal.

Urosa, quien fue víctima en diciembre de una agresión por parte de simpatizantes oficialistas a las puertas de la sede episcopal tomada, pidió respeto para la Iglesia y exigió a las autoridades garantizar la paz y la solución de los conflictos por la vía democrática.

“El gobierno debe ser el principal garante de la paz y el respeto a las instituciones”, remató Urosa.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, está enfrentado con la cúpula de la Iglesia católica en Venezuela por las críticas que el clero ha emitido contra su gobierno.

Explosivos de baja intensidad

Durante los nueve años del mandato de Chávez, la Conferencia Episcopal Venezolana ha emitido varios documentos cuestionando la gestión gubernamental, incluido uno difundido en noviembre que criticó el proyecto del mandatario venezolano para modificar la Constitución, rechazado en referendo el 2 de diciembre.

Los obispos denunciaron entonces que el proyecto “limita la libertad de los venezolanos, incrementa excesivamente el poder del Estado, elimina la descentralización, y el gobierno controla muchísimos espacios de la vida ciudadana”.

Chávez respondió a los prelados que los enviaría a la cárcel si se involucraban en acciones desestabilizadoras contra su gobierno.

Tres atentados con explosivos de baja intensidad ocurrieron en semanas pasadas sin causar víctimas, pero sí daños materiales en Caracas.

Uno de los blancos fue la sede de la Nunciatura donde se refugia un estudiante opositor desde hace casi un año, argumentando persecución política. El gobierno venezolano exige que el líder estudiantil sea entregado a la justicia para responder por cargos criminales.

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