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Como entender al Abuelo que Empieza a “Chochear”

En esta vida generalmente tendemos a buscar información para casi todo: la educación, la salud, los deportes, el trabajo, el matrimonio…

Pero nunca se nos ocurre informarnos acerca del proceso de envejecimiento, y es por eso que la mayoría de las personas cuando empiezan a envejecer la pasan bastante mal, porque las sorprende la cantidad de cambios físicos, emocionales, culturales y familiares a los que se enfrentan.

Cuando se vive la adolescencia, en plena juventud se empiezan a formar todos los sueños y se espera que un día se realicen, la carrera profesional, el noviazgo y los viajes ocupan la prioridad a esta edad.

Después de que muchos de estos sueños se realizan se empieza a formalizar la relación de pareja pensando en construir una familia, dejando la casa de los padres y soñando con adquirir la propia para formar un hogar.

Así pasan muchos años desde el momento en que nacen los hijos hasta que van madurando, todo esto conlleva una serie de metas a corto y largo plazo haciendo que el ciclo que los padres vivieron con sus propios altibajos se vuelva a repetir.

Pero es en este momento que la pareja madura de entre 40 y 60 años (con hijos adolescentes o recién casados y con padres envejeciendo) se sorprende ante una realidad que no tenía contemplada por estar absorta en sus propios problemas, y es el hecho que sus propios padres han envejecido y no se tiene la menor preparación para enfrentar dicha situación.

Los nietos empiezan a rechazar a los abuelos o a no tomarlos en cuenta diciendo despectivamente que sus “abues” están chocheando. Los hijos, con la presión de enfrentar la responsabilidad de sus propios hijos, entran en conflicto sin entender o aceptar que sus propios padres han entrado en una nueva etapa y que las necesidades de ellos han cambiado.

El aceptar que están envejeciendo, perdiendo facultades físicas y mentales y que necesitan cuidados diferentes y especiales se vuelve muy doloroso, y algo que lo hace muy difícil es el desconocimiento de qué es los que les pasa a esos abuelos y por qué ya no son los mismos.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Pedir asesoría médica, acudiendo con un geriatra es una de las prioridades para entender la calidad de salud de la persona mayor.

No hay que subestimarlos, ellos saben que ya no son los mismos y sufren no solamente las consecuencias del deterioro físico y mental; también experimentan sufrimiento emocional, ya que sus sentimientos son dañados al sentirse solos, abandonados (muchos de ellos ya han vivido varias pérdidas en sus vidas), y se sienten relegados por su propia familia.

Todos deberíamos participar activamente en la vida de ellos ya que es cuando realmente nos necesitan, mostrar respeto, compasión y amor ante ellos es uno de los primeros pasos a seguir para atenuar su difícil situación.

Integrarlos en actividades dentro del hogar, si esto es posible, ayudará mucho a que su memoria continúe activa; y si esto no es posible, se les puede proporcionar el ambiente y compañía necesaria para su cuidado.

También es deseable incorporarlos en alguna actividad (terapia ocupacional). Existen centros donde la persona asiste sólo por algunas horas y se siente acompañada por sus iguales realizando trabajos manuales, escuchando música de su tiempo o escuchando conferencias de su interés.

Invitarlos a participar con los integrantes de la familia a lugares como ir al súper, ir a algún café y platicar de sus recuerdos, invitarlos a las piñatas de los pequeños, en fin, haciéndolos sentir que son importantes y tomados en cuenta.

Devolver lo que un día ellos hicieron por nosotros es lo más amoroso que podemos hacer por ellos.

Los signos de la vejez

Lo primero que se debe obtener es información acerca de lo que suele suceder en la vejez, como:

· Pérdida de la memoria inmediata: Suele ocurrir que las personas mayores van perdiendo la memoria en lo que respecta a eventos o situaciones recientes, y recuerdan hasta los mínimos detalles del pasado.

Esto genera mucha angustia, miedo y desesperación, porque ellos no entienden qué es lo que sucede y sus familiares suelen alarmarse o enojarse.

· Enfermedad de Parkinson: Ésta es una enfermedad 10 veces más recurrente que la demencia, se presenta cuando las células del cerebro que producen un químico llamado dopamina no funcionan bien y mueren.

La demencia de esta enfermedad se asemeja al Alzheimer y a la depresión mayor. Se caracteriza por temblor corporal e incapacidad para iniciar movimientos.

· Alzheimer: Esta enfermedad generalmente ocurre después de los 60 años, aunque en ocasiones antes, con una duración variable de 8 a 10 años. Tiene tres fases:

1.- Etapa inicial, en la que el juicio está típicamente intacto.

2.- Etapa moderada, en la que el juicio tiene alteraciones graves y las personas requieren ayuda en sus actividades cotidianas.

3.- Etapa severa, en la que el juicio está perdido y las personas dependen de otros para sus actividades normales y su cuidado personal.

· Problemas de motricidad: Se puede deber a diferentes padecimientos como artritis, osteoporosis, alta presión, infartos y diabetes, entre otros.

· Deterioro de su salud en general: Se presentan condiciones como pérdida de la vista, el oído, coordinación y se es vulnerable a las enfermedades, en general.

28 de Agosto:

Día de los Abuelitos y las Abuelita!

Sabios, tiernos, amables, cariñosos, chistosos y traviesos, ¿quiénes son? Viejitos o no muy jóvenes, arrugaditos, de pelo blanco o sin pelo, encorvados, con bastón, sin dientes y muy bonitos, ¿quiénes son?

¡Claro que sí, los abuelitos y las abuelitas, que hoy festejan su muy merecido día!

Los abuelitos y abuelitas, son como “un gran cofre de tesoros ocultos y maravillosos”, entre los que se encuentran muchos conocimientos, experiencias, recuerdos, anécdotas, ocurrencias, travesuras, chistes, alegrías y tristezas.

Sus consentidos, ¡los nietos y las nietas!, que siempre despiertan en ellos un cariño muy, pero muy especial y hacen que su mirada cansada y a veces como ausente, se ilumine y que de sus labios brote una maravillosa y tierna sonrisa.

Los abuelitos y abuelitas tienen el don de llevarnos al pasado a través de sus historias y de sus muchas fotografías. Ellos y ellas guardan los más raros e interesantes objetos a los que dan un valor muy especial y tienen muy arraigados los valores y principios con que fueron educados.

También nos hacen reír con sus aventuras, cuando vemos cómo se vestían, a qué jugaban, qué música escuchaban o qué películas veían y se convierten en nuestros cómplices, para que papá y mamá perdonen nuestras travesuras y errores, nos den permisos o nos compren algo que deseamos.

Aunque el paso de los años ha dejado huellas, cicatrices y a veces muchas penas, aún conservan sus ilusiones de niños, sus sueños de jóvenes y sus experiencias de adultos.

Lo triste, es que muchos, pero muchos abuelitos y abuelitas, están muy solos, porque sus hijos y nietos no se acuerdan de ellos o no les tienen paciencia porque están enfermos y cansados, son algo “mañosos” y los años les han quitado fuerzas y muchas de las capacidades que antes tenían.

Pero eso no es justo, por que ellos y ellas nunca nos han dejado a nosotros. Por eso, este día, vamos a recordar que los abuelitos y abuelitas tienen grandes cualidades y muchas necesidades, pero que también tienen derecho al amor, a la vida, a la tolerancia, a la atención y al entretenimiento, pero sobre todo a la compañía, que ellos nunca nos han negado.

Hoy, de forma especial, recordemos todo lo que los abuelitos y abuelitas han hecho por nosotros, pero no solamente para festejarlos este día muy merecido, sino para ayudarlos para que el resto de su vida sean felices, tengan lo que necesiten y reciban de nosotros mucha compañía y mucho, pero mucho amor.

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