
Cuestionan fusión inmigración y aduanas
Lo tildan de mal movimiento estratégico
WASHINGTON – La fusión de las responsabilidades de inmigración con las de aduanas, bajo el mando del departamento de Seguridad Nacional (DHS), ha creado en Estados Unidos serios problemas en el área de investigaciones, según agentes y ex funcionarios de ambos sectores.
Descontento generalizado: Esta situación ha generado descontento entre el personal de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que ya ha planteado la crisis ante sus superiores, afirma la publicación mensual independiente «Money Laudering Alert» en su número de octubre.
A mediados de año también trascendió la preocupación de algunos miembros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sobre la carencia de fondos y de las herramientas necesarias para el buen desempeño de su trabajo.
En esa ocasión, el DHS explicó que estaba consolidando los diversos programas prioritarios, incluida la protección fronteriza, y que cualquier deficiencia recibiría una atención inmediata.
Poderoso ministerio: El DHS, cuya creación representa la mayor reestructuración del ejecutivo de Estados Unidos desde el gobierno de Harry Truman (1945-53), absorbió 22 agencias federales el 1 de enero de 2003 y cuenta con unos 170 mil empleados, y un presupuesto anual superior a los 40 mil millones de dólares.
El impacto negativo de la asignación de tareas de inmigración -como la persecución de indocumentados- a expertos en el control del lavado de dinero del desaparecido Servicio de Aduanas se ha discutido con altos cargos del ICE, según «Money Laundering Alert».
La publicación señala que los puntos álgidos de la crisis fueron expuestos en una reunión celebrada con el entonces comisionado del ICE, Michael García, en Leesburg (Virginia) en abril pasado.
Fallos preocupantes: La crisis entre el personal del ICE surge en medio de alegaciones de que una pobre coordinación entre esta agencia y la CBP causa fallos en la detección y deportación de inmigrantes indocumentados.
Un informe federal difundido esta semana recomienda al gobierno federal estadounidense formar una sola agencia con el ICE y la CBP para eliminar la competencia y la deficiente operación de las dos entidades.
Tres funcionarios del ICE que asistieron a la reunión en Leesburg, revelaron que hubo un intercambio muy fuerte de puntos de vista entre una veintena de jefes de campo del ICE y García.
Varios subalternos dijeron a García que los problemas provienen de la creación del DHS tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Le indicaron que la fusión Inmigración-Aduanas dio lugar a «serias negligencias» en las complejas investigaciones de delitos financieros, cuyos éxitos distinguieron al antiguo Servicio de Aduanas.
Subrayaron que especialistas en pesquisas sobre lavado de dinero fueron jubilados o transferidos a nuevos trabajos que nada tenían que ver con su experiencia y capacidad.
Uno de los participantes en la reunión dijo que García estaba «claramente disgustado» por las preguntas, y que otro agente, Joe Webber -entonces a cargo de la oficina de Houston (Texas)-, le indicó que los investigadores del ICE no podían realizar su trabajo eficientemente debido a la falta de dinero para sus tareas.
García renunció: A mediados de año García renunció de su cargo y en julio pasado el Senado le confirmó como fiscal del Distrito Sur de Nueva York con sede en Manhattan.
Las quejas de algunos de los agentes del ICE reflejan las frustraciones sobre los obstáculos existentes en las investigaciones criminales, de acuerdo a analistas citados por la prensa local.
Un ex supervisor de investigaciones financieras aseguró que parte del problema es que la administración del ICE parece estar más centrada en el volumen de las operaciones que en su calidad.
Mucho ruido, pocas…: El ex funcionario de Aduanas que prefirió no ser identificado, puso de relieve que las operaciones de inmigración generan «grandes estadísticas» lo que no ocurre en los casos de investigaciones criminales algunas de las cuales producen solo un arresto en un período de pesquisas de cinco años de duración.
Otro ex oficial informó de que agentes del ICE en Miami (Florida) esperaron casi dos años por la aprobación de dos investigaciones encubiertas que empezaron en el segundo trimestre de 2005.
Para Anthony Arico, del antiguo grupo contra la corrupción pública foránea del ICE en Miami, la fusión «fue un horrible movimiento estratégico».