David Cameron: el ascenso del nuevo conservadurismo

Por Isaac Bigio

Analista internacional

El partido que más tiempo ha estado en el poder en el mundo no son los comunistas rusos, chinos o cubanos o el PRI mexicano, sino los tories británicos. Co-forjaron al mayor imperio ultra-marino de todos los tiempos y transformaron al Reino Unido en el principal baluarte europeo contra los bolcheviques y los nazis. Luego con la Thatcher gestaron el modelo privatizante que se impondría globalmente y despedazaría a la URSS.

Sin embargo, desde 1997 los conservadores venían sufriendo su peor crisis. Por primera vez perdieron tres elecciones generales consecutivas, se redujeron a un tercio del parlamento y se quedaron sin parlamentarios en tres de los cuatro países del Reino Unido.

Blair no solo ha sido el premier laborista que más ha durado en el cargo, sino el que más líderes tories ha logrado hacer remover. Tras haber cambiado 5 veces de líderes y de haber fracasado en golpear al laborismo desplazándose a la derecha extrema y nacionalista, hoy los conservadores han electo un nuevo jefe (Cameron) quien les acaba de llevar a obtener el 40% en las elecciones locales inglesas del 04-05-06.

A mediados de los noventas Blair les debilitó al haberse camuflado como un ‘nuevo laborista’ que hacía que su partido se olvidase de su tradicional propaganda social y se concentrase en emular las políticas económicas de Thatcher pero buscando ciertas reformas sociales y dándole a Gales, Escocia y Londres la posibilidad de elegir a sus gobernantes locales. Con ese giro Blair aparecía potable ante empresarios y clases medias que veían un nuevo conservadurismo ‘rojo’ que les era mejor al euro-escepticismo ‘tory’.

Hoy, Cameron ha decidido invertir la táctica. Si Blair fue un thatcherista rojo, Cameron es un blairista azul. El es joven, va a su trabajo en bicicleta (aunque le sigue su chofer llevando su ropa) y se proclama campeón de la ecología y de la compasión social.

Para Cameron para ser verde hay que votar azul. Igualmente él postula que los nuevos conservadores buscan combatir la polarización social. Su prédica recalca el apoyo a las libertades y la multi-culturalidad.

Si antes Blair levantó al laborismo al girarlo al centro y empujar a los tories hacia la derecha, ahora Cameron quiere hacer lo opuesto. Al eririgirse como el timonel de la centro-derecha, Cameron ha logrado matar tres pájaros de un tiro: ha derrotado al laborismo en las municipales, ha impedido que los liberales sigan creciendo y ha demostrado que la ultra-derecha nacionalista no es un rival tan grande.

En las elecciones europeas la gran sorpresa fue que un quinto de los votos fueron a parar a partidos anti-inmigrantes como el UKIP (Partido pro Independencia del Reino Unido) y el neo-nazi BNP (Partido Nacionalista Británico). En las recientes elecciones inglesas el UKIP no tuvo casi ninguna concejalía, mientras que el BNP creció pero en ciertas zonas.

El ascenso de Cameron ha hecho que los conservadores paren de tener rencillas en torno al liderazgo, mientras que los laboristas y los liberales entran en problemas.

Lo que han mostrado las elecciones municipales del 04-05-06 es que por primera vez en 9 años los conservadores han demostrado que podrían sacar a los laboristas del poder. Cameron se prepara para el 2,010.

Mientras los neo-conservadores norteamericanos plantean imponer la hegemonía norteamericana y la liberalización económica y política mediante el intervencionismo militar unilateral, los nuevos conservadores británicos buscan relanzar a la derecha pero adoptando un discurso más al centro, pro-ecología y pro-marginados sociales.

Si el ascenso del thatcherismo llegó a tener su impacto en el mundo y en Iberoamérica, el cameronismo de avanzar podría generar un cambio en muchas corrientes de la derecha internacional.

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