Disminuyó la pobreza en Latinoamérica . . . Pero aún afecta al 36% de la población

SANTIAGO DE CHILE – La pobreza en Latinoamérica y el Caribe disminuyó un 3.3 por ciento en 2006 en comparación con el año anterior y en esa condición viven 194 millones de personas, de las que 71 millones son indigentes, según un informe difundido el jueves en Santiago por la CEPAL.

194 millones de pobres

“La pobreza bajó mucho más de lo que habíamos estimado”, afirmó el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Luis Machinea, al presentar el “Panorama Social de América Latina 2007”.

Machinea pidió sin embargo “no ser complacientes”, pues las cifras de pobreza “siguen siendo extraordinariamente elevadas”.

“En todos los países se produjeron avances perceptibles, que en la mayoría de los casos permitieron dar continuidad a la tendencia a la baja registrada el año anterior”, subrayó el informe, que destacó que es la primera vez desde 1990 que el número de pobres de América Latina se sitúa por debajo de los 200 millones.

Uno de cada ocho es indigente

Según el documento, en 2006 un 36.5 por ciento de la población de la región se encontraba en situación de pobreza, mientras la extrema pobreza o indigencia abarcaba al 13.4 por ciento de la población.

En términos de volumen, estas cifras revelan que en el último año salieron de la pobreza 15 millones de personas y que 10 millones dejaron de ser indigentes.

“La región muestra a partir del 2002 una disminución importante de la pobreza y sobre todo en la indigencia extrema y eso hay que rescatarlo”, destacó Machinea después de presentar el informe.

Según el economista argentino, la pobreza extrema se ha reducido un 30 por ciento en cuatro años, “lo cual es un récord digno de destacarse”.

Empleo y programas sociales

Explicó que la disminución de la pobreza en la región está asociada “básicamente al crecimiento (económico), que ha generado mucho empleo y a programas sociales, que han involucrado mayor gasto social”.

A ello se agrega “la eficiencia en el gasto social y, en el caso de los países centroamericanos y algunos de América del Sur, el tema de las remesas”.

Entre 2002 y 2006, según el estudio, Argentina presentó “el progreso más importante”, al reducir en 24.4 puntos porcentuales la tasa de pobreza y en 13.7 puntos la de indigencia.

En segundo lugar está Venezuela, que disminuyó sus tasas de pobreza e indigencia un 18.4 y un 12.3 por ciento, respectivamente.

Les siguen Perú, Chile, Ecuador, Honduras y México, que acumularon un descenso de la pobreza superior a cinco puntos porcentuales entre 2002 y 2006, precisó el informe.

Brasil, por su parte, recortó en 4.2 puntos porcentuales tanto la pobreza como la indigencia.

“Este avance tiene un impacto significativo a nivel regional, ya que implica una reducción de seis millones en el número de personas indigentes”, señaló la CEPAL.

Costa Rica y República Dominicana también lograron mermar “en menor medida” sus niveles de pobreza entre 2002 y 2006, mientras que Uruguay, “todavía no ha permitido recuperar los niveles registrados en 2002”, consignó el organismo.

El objetivo de 2015

Pese a los avances, Machinea recalcó “que hay más de 190 millones de personas viviendo en pobreza y 70 millones de personas viviendo en la indigencia”.

“No hay que ser complacientes, por la magnitud del problema y porque nada asegura que si nosotros no logramos un crecimiento sostenible, que genere empleo, no vamos a mantener estos niveles de reducción de la pobreza”, aseguró Machinea.

A partir de las cifras, la CEPAL examinó el progreso de los países de la región en el logro del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que es reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre para el 2015.

“América Latina se encuentra bien encaminada en su compromiso para 2015, ya que presenta actualmente un 87 por ciento del cumplimiento en este indicador”, indicó el documento.

Pero aunque las perspectivas regionales son buenas, hay grandes diferencias entre países e inclusive dentro de ellos.

Al respecto, la CEPAL señala que varios países deben hacer “un esfuerzo muy grande” para cumplir con las Metas del Milenio y para ello recomienda mejorar la distribución del ingreso, “que puede potenciar el efecto del crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza”. “Nuestras proyección es que se seguirá reduciendo (la pobreza), mientras la economía siga creciendo a este ritmo (4.5 por ciento anual) y generando empleo”, concluyó Machinea.

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