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Exigen frenar arresto de indocumentados

Tres días después de que una comisión del Congreso criticara los procedimientos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en la redada del 12 de mayo en Postville, Iowa, centenares de manifestantes protestaron por las calles de este poblado y exigieron al gobierno que frene el arresto de inmigrantes sin papeles en centros de trabajo.

Crecen los rechazos

Liderados por 43 mujeres con brazaletes electrónicos en sus tobillos -arrestadas en la planta procesadora de carnes Agriprocessors Inc., junto a otros 346 trabajadores-, cientos de personas de todo Estados Unidos marcharon este domingo y denunciaron supuestos abusos cometidos por las autoridades en la denominada por el gobierno como la mayor redada contra inmigrantes ilegales en la historia de Estados Unidos.

Liberadas de la cárcel para hacerse cargo de sus familias, las 43 mujeres son de nacionalidad principalmente mexicana y guatemalteca. Todas ellas recibieron cargos de portar identidad falsa en un centro de trabajo, entre otras acusaciones blandidas por la fiscalía de Iowa.

Los manifestantes marcharon por las calles de Postville frente a tiendas de judíos y restaurantes mexicanos, y al grito de “No más razzias” acallaron las voces de cerca de 100 manifestantes antiinmigrantes que se congregaron para rechazar la caminata.

“Estoy harta de esto, como estadounidense”, dijo Claire Jamison, quien viajó desde Minneapolis y llevaba un sombrero con el emblema de la Patrulla Fronteriza. “Tenemos leyes, ¿por qué los indocumentados no pueden obedecerlas?”

Familias separadas

Organizaciones nacionales defensoras de los derechos de los inmigrantes y grupos de derechos civiles han reiterado que los arrestos de Iowa -y de otras ciudades estadounidenses donde se han registrado redadas de inmigración- han separado grupos familiares, afectado a niños, devastado los comercios locales -especialmente aquellos para la población de origen latinoamericano- y han afectado los centros de trabajo.

María Laura Gómez, una ex trabajadora de Agriprocessors Inc., se ha ocupado de su nieto durante meses mientras su hija -madre de éste- esperaba en la cárcel.

“Rezo para que las palabras escuchadas hoy (domingo) resuenen en los centros de poder”, dijo Gómez. “Veo el dolor en los ojos de mi nieto cuando visita a su madre en la cárcel”, agregó.

De varios estados

Decenas de manifestantes que marcharon el domingo en Postville llegaron en autobús desde las ciudades de Saint Paul, Minnesota y Chicago para recorrer el domingo las calles de Postville, en una ruta de aproximadamente kilómetro y medio (una milla).

Algunos llevaban carteles, como uno que decía “Unidos por los derechos de los inmigrantes y de los trabajadores”.

Los manifestantes también exigieron al Congreso retomar el debate de la reforma migratoria y que aprueben una ley amplia que permita la legalización de los 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.

Rechazan la criminalización

El rabino Harold Kravitz, de la Congregación Adath Jeshurun en Minnetonka, Minnesota, habló cuando los manifestantes hicieron un alto, cerca de la entrada a Agriprocessors Inc., en las afueras del pueblo.

Mediante un micrófono inalámbrico, Kravitz dijo que los manifestantes querían detener una política que considera criminales a las personas que llegan a Estados Unidos simplemente para ganarse la vida.

“La gente ha venido aquí de Minneapolis, Wisconsin, Chicago, Nueva York y Nueva Jersey porque le importa esto”, agregó.

También criticaron la decisión de dirigir desproporcionadamente las acciones contra los trabajadores extranjeros indocumentados y no contra sus empleadores.

“Esto se ve y se siente como una subasta de ganado, no como un juzgado penal en Estados Unidos”, sostuvo la representante Zoe Lofgren (demócrata de California), una ex abogada de inmigración y directora del Sub Comité Judicial sobre inmigración de la Cámara de Representantes, que realizó una audiencia de cinco horas el jueves para discutir la redada de Postville.

Firmaron por miedo

A los trabajadores detenidos en la redada de Iowa se les otorgaron siete días para decidir si aceptaban los acuerdos en los que se les aplicará un cargo menor, y se presentaron en grupos de 10 en las audiencias ante un juez.

“Los acusados no sabían lo que era un número de Seguridad Social”, afirmó Erik Camayd Freixas, uno de los intérpretes que tradujeron los procesos penales en la corte durante declaraciones al Subcomité Judicial.

Los legisladores expresaron también su preocupación sobre las prioridades gubernamentales, argumentando que la redada masiva dificultó las investigaciones sobre violaciones laborales, de higiene alimenticia y ambiental que se realizaban a la procesadora de carnes de Agriprocessors Inc.

Washington se defiende

Horas después de conocida la postura del Congreso respecto a la redada de Iowa, el Gobierno de Washington afirmó que cuando recurre a las redadas para combatir la inmigración ilegal lo hace de forma “humanitaria” y “compasiva”, tal como sucedió en la acción contra una empresa procesadora de carne en Iowa, el 12 de mayo.

“Tomamos medidas extraordinarias para identificar, documentar y responder adecuadamente a las preocupaciones humanitarias de las personas durante las operaciones policiales y en particular en los sitios de trabajo”, aseguró Marcy Forman, directora de Investigaciones en la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, una de las 23 agencias que integran el DHS).

Los agentes de ICE toman en cuenta la situación familiar de los detenidos y efectúan las redadas “de manera legal, profesional y compasiva”, agregó Forman durante una audiencia convocada para examinar la acción contra Agriprocessors Inc. en Postville.

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