
Extraen del Camote inhibidor de cáncer!
Ciudad de México.- Un nuevo compuesto que en fase experimental ha demostrado ser mil veces más eficiente que las medicinas comerciales contra el agrandamiento y el cáncer de próstata, ha sido desarrollado por Eugene Bratoeff, especialista de la Facultad de Química de la UNAM.
A partir de un tipo de camote (Dioscorea compositae), común en Veracruz y Tabasco, el investigador búlgaro —adscrito al Departamento de Farmacia y con más de 30 años en la Universidad—, identificó y aisló en laboratorio un compuesto que inhibe la actividad de la enzima 5-alfa-reductasa, la cual participa en las dos enfermedades más frecuentes de la próstata: la hiperplasia prostática benigna, que agranda esa glándula, y el cáncer, que le genera un tumor maligno.
“Nuestro trabajo busca inhibir la actividad de esa enzima con un compuesto eficiente, para así evitar el avance de la hiperplasia o el cáncer en los hombres”, explica en entrevista Bratoeff, quien para obtener el derivado del “camote del monte” analizó en su laboratorio más de cien compuestos de origen natural desde hace seis años.
La literatura química ha reportado que el camote tiene compuestos esteroidales, es decir, derivados del grupo químico de los esteroides. A ese grupo pertenecen las hormonas relacionadas con procesos básicos del organismo, como el metabolismo y la actividad sexual.
“Aunque dentro del camote tiene una función química distinta, el compuesto esteroidal (llamado acetato de 16 dehidropregnenolona), una vez aislado y probado en próstatas de cadáveres humanos y en hámsters vivos, ha demostrado ser muy eficiente para detener la actividad de la enzima. Por eso lo probamos como un nuevo fármaco”, detalla el científico.
Cambio hormonal: En la próstata tienen un papel fundamental los andrógenos, hormonas sexuales decisivas para definir las características biológicas de los varones.
Estas hormonas, en especial la testosterona, son segregadas principalmente en los testículos; su producción se reduce en la madurez, después de los 45 años de edad en promedio. La testosterona —muy activa desde la adolescencia hasta la madurez— produce deseo sexual, participa en la producción de espermatozoides, en el crecimiento del pene y en el desarrollo de la masa muscular y de las cuerdas vocales.
Pero otro andrógeno, la dihidrotestosterona, aumenta su actividad con la edad e interviene, entre otras cosas, en enfermedades como la hiperplasia prostática benigna y el cáncer de próstata.
“La enzima 5-alfa-reductasa participa en la conversión de la testosterona en dihidrotestosterona, por eso al inhibirla se puede detener el avance de esas enfermedades”, ilustra Bratoeff, cuya meta es la localización y puesta en marcha de un fármaco inhibidor. Pruebas in vitro: Una vez que se logró extraer del camote el compuesto químico, Bratoeff y sus colaboradores (entre ellos la doctora Marisa Cabeza, de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco) iniciaron las pruebas in vitro, para medir la eficiencia de la sustancia.
“En el Centro Médico Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) nos dieron próstatas de cadáveres y en ellas probamos la eficiencia del compuesto para medir la enzima”, explica Bratoeff.
En las pruebas se utilizaron como “testigos” los dos medicamentos que se emplean regularmente en los tratamientos contra el cáncer y el agrandamiento prostático.
Ahora sigue un año de pruebas con hámsters (que se prevé concluir a fines de 2007), durante el cual se medirán potenciales daños colaterales, y después se buscará un protocolo médico para examinar su efectividad en humanos.
“Aún pasarán dos o tres años antes de tener este nuevo fármaco en el mercado”, advierte Bratoeff, quien en Estados Unidos trabajó en el desarrollo de un medicamento que controla el movimiento involuntario causado por el Mal de Parkinson.