
La casa ordenada… ¡Es posible! …Consejos para ahorrar tiempo y energía
Socorro! La cocina aún tiene restos de la cena de ayer, los cacharros no se marcharon solos al fregadero; por el baño ha pasado un ciclón que dejó ropa por el suelo, el espejo con huellas y el lavabo en un estado lamentable en el que el peine resbaló y el cepillo de dientes, del visitante anterior a este lugar tan íntimo, no sabes por qué razón, está también sobre la pila.
No hay panorama más desolador que levantarse de la cama y ver por la mañana un juguete por el suelo y la ropa sucia aún sin recoger. Es entonces, cuando coger fuerzas para emprender el día resulta más pesado y tedioso.
Es la letanía de cada hogar, de las madres y los padres: recoger. Cuántas veces lo habremos oído, lo habremos dicho. Poner en orden la casa es sólo cuestión de voluntad y de tener los elementos adecuados. ¡Ponte al día!. Se impone un poco de orden en el hogar para mantener una convivencia pacífica, una higiene adecuada y un poco de equilibrio que nos permita conocer el lugar exacto de donde dejamos las cosas sin tener que buscar sin parar.
Cestos de colores: Es difícil imponer a los más pequeños una disciplina de organización, pero de una manera divertida se puede aprender a tener ordenada la habitación y el resto de dependencias de la casa. Ikea, la casa de decoración, dice que llegada la hora de ir a dormir, los niños `coloquen´ sus cosas en pequeños cestos de colores. Los hay anchos y no muy altos con una tapa en flor, y estrechos y largos con rejillas de colores que se pueden colgar del techo visualizando una estructura a modo de fuelle. Son cómodos y sirven como mesita de arriba a las habitaciones con literas.
Lo sucio en el cubo: ¿Quién pone orden en la ropa sucia? Tarea imposible, a simple vista, pero lo que no cuesta mucho es colocar un cubo donde ir metiendo lo que hay que lavar al final del día, independientemente de su color, para luego seleccionar y poner una lavadora separando texturas y tonos, para que no se produzcan las desagradables mezclas de colores que inhabilitan una prenda para siempre.
Para todo uso: Los tradicionales cestos de mimbre han cedido terreno a unos modernos cubos de metal de colores, muy parecidos en la forma y en la capacidad a los antiguos y útiles de zinc. Su apariencia y resistencia permite la posibilidad de no limitarlos a una sola función, como guardar la ropa sucia.
Cajas para todo: Los incómodos papeles, revistas o recibos que se acumulan sobre la mesa al final de la semana se pueden almacenar en cómodas cajas con la posibilidad de poner un nombre por fuera, como si se tratara de cómodos archivadores de despacho, con la salvedad de que no tienen la formalidad que requiere una oficina.
Elige un sistema de almacenamiento: Tanto los CDs como las películas en DVD acaban siempre sobre las estanterías o el equipo correspondiente, sin que la carátula logre encontrar por sí sola el lugar original. Se impone un sistema de almacenamiento cómodo y que no ponga trabas ni a los más perezosos. Los armarios y estantes actuales sin puertas favorecen el “según se elige, se guarda”, de tal manera que las carcasas van directamente al lugar del que salieron sin necesidad de esperar a terminar de ver la película o de escuchar la música.
Un detalle para la cocina: En la cocina un pequeño botellero permite tener un mínimo almacén de vinos a mano para cualquier cena inesperada. Una solución factible para cualquier espacio.