
México Reitera su rechazo al muro fronterizo
Una semana después que la Cámara de Representantes aprobara la ley HR 4437, el Canciller mexicano Luis Ernesto Derbez habló con el subsecretario de Estado, Robert Zoellick, acerca del disgusto de México -compartido por algunos países latinoamericanos- por los planes para construir un nuevo muro en la frontera y detener el cruce de indocumentados.
Tras la reunión celebrada en Washington, ninguno de los funcionarios hizo comentarios públicos sobre el encuentro.
Fuentes mexicanas revelaron que la reunión se efectuó en la residencia de Zoellick, ubicada en la región de Northern Virginia, adyacente a Washington D.C.
Las oficinas del departamento de Estado estuvieron cerradas el lunes por el feriado federal de Navidad.
Escuetas declaraciones
«Este encuentro ha sido una oportunidad para revisar una amplia gama de temas de interés común entre Estados Unidos y México, un socio estratégico clave», dijo Justin Higgins, portavoz del Departamento de Estado.
Rafael Laveaga, vocero de la embajada mexicana en Washington, declaró que fue una reunión «muy cordial».
«Hablaron de la posición de México en el tema migratorio y de temas regionales, incluyendo asuntos de América Latina», afirmó el funcionario sin dar detalles.
Antes de viajar a Estados Unidos Derbez calificó la HR 4437 como un proyecto “xenofobo” y dijo que su país lanzará una campaña diplomática para rechazar la construcción del muro y exigir a Washington una reforma migratoria justa y humana.
A su vez, el Congreso de México pidió el lunes a los parlamentos de España, Portugal y los países latinoamericanos que rechacen la construcción por parte de Estados Unidos de muros en su frontera sur para impedir el ingreso de inmigrantes.
El parlamento mexicano expresó su respeto a la función legislativa de su homólogo estadounidense, pero destacó que el fenómeno migratorio, por sus efectos económicos y sociales, se debe analizar con un enfoque integral de carácter bilateral para lograr una migración legal y ordenada.
Bloque mesoamericano
Guatemala anunció el lunes que se unirá a México y otros países de Centroamérica en un esfuerzo por persuadir al Senado estadounidense de que no ratifique la Ley HR 4437, que entre otras medidas autoriza construir un muro en la frontera y criminaliza la estadía indocumentada.
Fuentes de la diplomacia guatemalteca dijeron que se unirán al denominado «bloque Mesoamericano» para apoyar las acciones emprendidas por el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Ernesto Derbez, quien se reunió el lunes en Washington con funcionarios del Departamento de Estado.
Derbez se reunirá el 29 de diciembre con los cancilleres de Centroamérica para afinar detalles de la estrategia que el bloque emprenderá contra la ratificación de la ley HR 4437.
La valla fronteriza que aprobó la Cámara de Representantes el 16 de diciembre sería el mayor muro fronterizo del mundo, con una longitud de 1.100 kilómetros.
El muro que actualmente construye Israel para separarse de los territorios palestinos tiene una longitud de 700 kilómetros.
El presidente de México, Vicente Fox, califica el plan estadounidense como «muro de la vergüenza», y demanda a su homólogo estadounidense, George W. Bush, que no apruebe el proyecto y se incluye por una reforma migratoria justa y ordenada.
De construirse, la nueva valla tendría un costo aproximado de un millón de dólares por cada kilómetro.
La ley HR 4437
El proyecto ‘Border Protection, Antiterrorism, and Illegal Immigration Control Act of 2005’ (HR 4437):
Cambia la figura jurídica de la estadía indocumentada de falta civil a delito criminal grave.
Permite construir un nuevo muro. Abarcaría la frontera con México en los estados de California, Nuevo México, Arizona y Texas.
Exige verificar estatus. Obliga a los empleadores comprobar que sus empleados están legalmente en Estados Unidos y tienen permiso de trabajo. La información debe ser enviada a las autoridades federales.
Estipula sanciones. Aumenta los castigos civiles y criminales contra empleadores que contraten indocumentados.
Ordena eliminar la Ley Orantes. No se permitirá que los extranjeros detenidos tengan su día en Corte para que sea un Juez de Inmigración quien decida su suerte en Estados Unidos.
Acelera las deportaciones. En promedio, no más de 14 días contados a partir de la fecha de arresto.
Destina fondos adicionales. Para contratar nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, incorporar tecnología y nuevos inspectores que serán destinados a los puertos de entrada a Estados Unidos.