
Planes para Viajar y Festejar las Fiestas Patrias en México!
Querétaro, Guanajuato y Zacatecas son la Ruta de la Independencia!
Si has planeado viajar y festejar en México, las inigualables fiestas patrias del 15 de septiembre que está ya a tres semanas aproximadamente, no te confíes y aprovecha reservando ya tus boletos de avión y hotel, y gozarás de precios más accesibles y disponibilidad de los servicios.
Si quieres escapar de las multitudes, recuerda que lugares como Querétaro, Guanajuato y Zacatecas en México, rebasarán su demanda por ser ciudades de la Ruta de la Independencia.
Aquí te proponemos otras alternativas que ofrecen descanso y diversión.
Descanso a la tampiqueña
Las playas de Miramar son una opción de descanso al estilo tamaulipeco.
Quizá no te encuentres con las aguas turquesa del Caribe, pero sí con una playa tranquila y con una amplia oferta hotelera de primer nivel.
Miramar, al noreste de Tampico, tiene 10 kilómetros de playa de fina arena que se caracteriza por su declive para adentrarse a sus aguas sin peligro de sumergirse.
Puedes nadar, hacer jet ski y veleo. Por el atardecer, acude a su malecón, una franja carretera que delimita la unión del río Pánuco con el Golfo de México. Podrás admirar la entrada y salida de buques y barcos camaroneros.
Tamaulipas se caracteriza por su gastronomía; prueba la carne a la tampiqueña, el tamal de pescado y los refrescos de fruta natural de El Globito. Y para la digestión, prueba el mezcal de San Carlos y el tequila Chinaco.
Por las haciendas campechanas
Antes eran haciendas productoras de henequén; hoy son hoteles de lujo que brindan confort en un ambiente de antaño. La más representativa es Uayamón, del Siglo 16.
Cuenta con 12 suites de estilo colonial, dos de ellas con alberca privada, y con una jarra de café servido todas las mañanas al pie de tu puerta.
Las mermeladas y panes son preparados por mujeres mayas, y hay huertos de naranja y coco, cuyos productos forman parte del menú.
Si quieres relajarte, toma un masaje en la alberca o da un paseo a caballo o en bicicleta; o bien visita Edzná o Campeche.
En esta ciudad amurallada está Puerta Campeche, acondicionada en una casona del Siglo 19, ubicada frente a la entrada a tierra de la muralla. Cada habitación es diferente y tiene una alberca incrustada en la construcción.
Agua en el desierto
Cuatro Ciénegas, en Coahuila, no sólo es mencionado en revistas turísticas, también en las de corte científico. Se trata de un laboratorio vivo en donde la diversidad biológica es única.
Este valle emergió del mar hace millones de años, pero el agua no se retiró del todo. Sobrevivieron un sistema de 200 pozas, ríos subterráneos, manantiales, lagos y ciénegas.
A más de 3 mil metros de altura se conserva un ecosistema de miles de especies de las cuales más de 70 son endémicas. Hay fósiles vivientes que habitan las pozas desde hace 3 mil millones de años. Se ha descubierto la lagartija dorada y la tortuga de concha blanca.
Acude al centro de información en Poza Azul. Hay guías que te llevan a cuevas, cañones y pinturas rupestres de alrededor. Puedes nadar en las pozas de la Becerra y Playitas, que tienen una temperatura de entre 20 y 32 grados centígrados.
En la Becerra hay palapas y asadores y, al igual que en la Playitas, se puede acampar. En la Poza Azul está prohibido nadar, pero cuenta con plataformas para la observación de un santuario de peces y tortugas. En el Río los Mezquites se hace canotaje.
Por la zona del chocolate
En La Chontalpa tabasqueña te encontrarás con la Hacienda de la Luz. En esta casa rústica de 1890, el alemán Otto Wolter Hayer inició una empresa cacaotera familiar, donde se sigue produciendo de modo artesanal el chocolate más famoso del estado.
Visita sus instalaciones y los cacaotales donde te explicarán la elaboración del chocolate.
Complementa tu visita con la zona arqueológica de Comalcalco, a una hora de Villahermosa. Contemporánea de Yaxchilán y Palenque, Comalcalco está hecha de ladrillos horneados en lugar de piedras como las demás ciudades mayas.
Muchos de ellos tienen grabados de animales y seres fantásticos, además de un color parecido al del chocolate de la Hacienda de la Luz.
Al parecer, la escasez de piedra obligó a los pobladores a hornear el barro para elaborar ladrillos.