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Robotaxis en Nueva York: Taxistas Amenazan Con Paralizar la Ciudad Mientras Waymo Inicia Pruebas

Robotaxis en Nueva York: Taxistas Amenazan Con Paralizar la Ciudad Mientras Waymo Inicia Pruebas

La Federación de Taxistas de Nueva York lanzó este lunes una advertencia contundente: si las autoridades no detienen de inmediato el funcionamiento de los robotaxis de Waymo, la ciudad podría experimentar una paralización total del servicio de taxis. El anuncio coincide con el inicio de las pruebas de cinco vehículos autónomos en Manhattan, en lo que representa la primera incursión de esta tecnología en la capital financiera de Estados Unidos.

En un comunicado dirigido a la gobernadora Kathy Hochul, al alcalde Eric Adams y a legisladores estatales, los representantes del gremio señalaron que los taxis tradicionales no podrán competir contra los costos reducidos y la capacidad de operación ininterrumpida de los robotaxis. “El impacto para nuestras familias será devastador. Ya enfrentamos la competencia de Uber y Lyft, con consecuencias graves sobre los ingresos de los conductores. La llegada de los vehículos sin conductor es un paso más para borrar nuestro trabajo del mapa”, declaró un portavoz sindical.

Waymo, filial de Alphabet (matriz de Google), defendió que sus servicios de transporte autónomo buscan reducir accidentes, mejorar la movilidad urbana y ofrecer alternativas más eficientes al transporte individual. La compañía asegura que sus unidades operan bajo los más altos estándares de seguridad y que durante la fase de prueba estarán limitadas a ciertas áreas específicas de Manhattan. El plan sigue el modelo aplicado en ciudades como Phoenix (Arizona) y San Francisco (California), donde ya ofrecen viajes comerciales sin conductor a través de aplicaciones móviles.

La experiencia en esas ciudades ilustra los retos que Nueva York podría enfrentar. En San Francisco, desde 2022 los robotaxis provocaron polémicas por embotellamientos, bloqueos de intersecciones y dificultades para los servicios de emergencia, lo que llevó a suspensiones temporales de permisos. En Phoenix, la implantación fue menos conflictiva gracias a un modelo urbano menos congestionado y con menor fricción entre transportistas. Sin embargo, Nueva York plantea un escenario radicalmente distinto: calles densamente transitadas, millones de peatones y un sindicato de taxis con gran influencia política.

El alcalde Eric Adams ha señalado anteriormente que ve en la automatización una oportunidad para modernizar la movilidad, pero también ha advertido que debe garantizarse la protección de los trabajadores. La gobernadora Kathy Hochul, promotora de proyectos tecnológicos en transporte, aún no ha respondido públicamente a la amenaza gremial. Ambos enfrentan un dilema: permitir que Waymo avance sin restricciones podría desatar una crisis social con miles de taxistas en huelga, mientras frenar el proyecto enviaría un mensaje de resistencia a la innovación en la ciudad más influyente del país.

El desenlace tendrá repercusiones más allá de Manhattan. Si los robotaxis logran consolidarse en Nueva York, uno de los mercados urbanos más complejos y simbólicos del planeta, el modelo podría expandirse con rapidez a otras metrópolis. En caso contrario, un veto político representaría una victoria temporal para los gremios, pero también un golpe a las ambiciones de las empresas tecnológicas que apuestan por la movilidad sin conductor.

Por ahora, la amenaza de paro es real y la tensión crece en las calles. Mientras tanto, los cinco robotaxis de Waymo circulan discretamente por Manhattan, protagonizando el primer capítulo de un conflicto que enfrenta dos visiones irreconciliables: la defensa del trabajo humano frente al avance de la inteligencia artificial y la automatización.

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