Tormenta Tropical Andrea No Representa Riesgo y Se Disipará en las Próximas Horas
La tormenta tropical Andrea, primera formación nombrada de la temporada de huracanes del Atlántico en 2025, no evolucionará a huracán, según el pronóstico actualizado del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). El sistema, que se formó la mañana del martes, presenta condiciones que apuntan a una rápida disipación sin impacto sobre zonas habitadas.
Ubicación y Condiciones Actuales
Andrea se encuentra a unos 1,785 kilómetros al oeste de las islas Azores y a cerca de 2,200 kilómetros al este de la costa este de Estados Unidos. Los vientos máximos sostenidos se mantienen en 65 kilómetros por hora, con desplazamiento en dirección noreste a una velocidad de entre 27 y 31 kilómetros por hora.
Perspectiva Meteorológica
De acuerdo con el NHC, Andrea mantendrá su categoría de tormenta tropical solo por un breve periodo. Las condiciones atmosféricas desfavorables y las temperaturas oceánicas más frías en su trayectoria impedirán que el sistema se intensifique.
“Andrea será una tormenta tropical de corta duración, ya que las condiciones ambientales se volverán cada vez más hostiles durante el próximo día”, explicó el centro en su boletín oficial.
Se espera que el sistema comience a debilitarse la noche del martes y se disipe por completo durante el miércoles 25 de junio.
Sin Riesgo para Zonas Costeras
Hasta el momento, no se han emitido alertas ni advertencias para tierra firme. La trayectoria de Andrea la mantiene alejada de cualquier área habitada, y los modelos actuales indican que continuará desplazándose mar adentro, reduciendo aún más su intensidad.
Inicio de una Temporada Activa
La formación de Andrea inaugura la temporada de huracanes 2025 en el Atlántico, la cual, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), se perfila como una de mayor actividad que el promedio histórico. Se pronostican entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales hasta 10 podrían alcanzar la categoría de huracán, incluyendo cinco huracanes mayores.
Andrea, sin embargo, no será uno de ellos. Su rápida disipación y trayectoria oceánica la ubican como un fenómeno sin consecuencias para la población ni para infraestructuras costeras.
Andrea no se convertirá en huracán y no representa amenaza alguna para tierra firme. Aunque simboliza el inicio de una temporada potencialmente intensa, el sistema será recordado como un evento de corta duración y sin impactos relevantes. Las autoridades meteorológicas continúan monitoreando el Atlántico, en espera de futuras formaciones durante las próximas semanas.