Trump Confirma Viaje a Pekín en Abril Tras Conversación con Xi Jinping y Abre la Puerta a una Visita de Estado en Washington
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que viajará a Pekín en abril del próximo año para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, tras mantener lo que calificó como una “excelente” conversación telefónica. La Casa Blanca considera este intercambio como un paso clave en un momento marcado por tensiones geopolíticas y disputas comerciales entre ambas potencias.
El anuncio lo hizo el propio mandatario a través de su red social Truth Social, donde detalló que la conversación abordó asuntos centrales de la agenda bilateral y global. “Acabo de tener una excelente conversación telefónica con el presidente Xi de China. Hablamos de diversos temas, como Ucrania/Rusia, el fentanilo, la soja y otros productos agrícolas, etc.”, escribió Trump.
Además de confirmar su viaje a China, Trump reveló que invitó a Xi Jinping a realizar una visita de Estado a Washington, lo que podría marcar un nuevo capítulo en la relación entre Estados Unidos y China tras años de fricciones producto de desacuerdos comerciales, restricciones tecnológicas y tensiones militares en el Indo-Pacífico.
Un contacto de alto nivel en un contexto complejo
La llamada se produce en un momento en que la administración estadounidense busca contener el incremento de la producción y tráfico de fentanilo, sustancia vinculada a decenas de miles de muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos. Washington ha pedido reiteradamente que China refuerce el control sobre los precursores químicos utilizados en su fabricación.
La conversación también incluyó menciones al conflicto entre Rusia y Ucrania, un tema en el que ambos países mantienen posturas divergentes: mientras Estados Unidos respalda a Kiev, China ha optado por una posición ambigua, llamando al diálogo pero sin condenar ni sancionar a Moscú.
En el ámbito económico, Trump destacó que se discutieron aspectos relacionados con la soja y otros productos agrícolas, sectores clave para su base política y que han sido afectados por anteriores rondas de aranceles y represalias comerciales.
Señales de deshielo diplomático
El anuncio del viaje y la invitación a una visita de Estado sugieren un intento de estabilizar una relación bilateral que ha atravesado momentos de máxima tensión, desde la guerra comercial y las restricciones tecnológicas hasta las disputas por Taiwán y la presencia militar en el Mar de China Meridional.
De concretarse, la reunión en Pekín sería el encuentro presencial más significativo entre ambos líderes desde el regreso de Trump a la presidencia, y podría sentar las bases para una renegociación de acuerdos comerciales y mecanismos de cooperación en áreas sensibles como seguridad, drogas sintéticas, cambio climático y cadenas de suministro.
Lo que viene
La Casa Blanca no ha difundido detalles logísticos ni la agenda completa del viaje, pero funcionarios cercanos a la administración han señalado que el objetivo es “restablecer canales de comunicación directa al más alto nivel” y “explorar compromisos concretos” en áreas donde ambos países mantienen intereses cruzados.
La posible visita de Xi Jinping a Washington, que aún no tiene fecha definida, dependerá del resultado del encuentro en abril y de la evolución de las negociaciones previas.
Con esta llamada y los futuros encuentros, la diplomacia entre Washington y Pekín entra en una nueva fase, marcada por el desafío de equilibrar la competencia estratégica con la necesidad de evitar que las tensiones se conviertan en un conflicto más amplio.
