La Corte de EE.UU. se Prepara para la Audiencia de Ovidio Guzmán: ¿Colaborará con la Justicia?
El 9 de julio de 2025 podría marcar un punto de inflexión en la historia del narcotráfico transnacional. Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del exlíder del Cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, se presentará ante una corte federal en Chicago para declararse culpable de cargos vinculados al tráfico internacional de drogas y delitos violentos. De acuerdo con documentos judiciales y fuentes cercanas al caso, la declaración se produce tras un acuerdo negociado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Este giro no solo podría reducir su condena, sino que también amenaza con desestabilizar la estructura interna de la organización criminal conocida como “Los Chapitos”, al abrir la puerta a una posible cooperación como testigo protegido del gobierno estadounidense.
Un Acuerdo Estratégico
Según fuentes oficiales, el pacto con la fiscalía incluye la renuncia de Ovidio a su derecho a juicio, a cambio de una recomendación de sentencia más benigna. Aunque los términos específicos del acuerdo permanecen sellados, se anticipa que podría incluir beneficios adicionales si Guzmán López accede a testificar en procesos abiertos contra otros altos mandos del Cártel de Sinaloa, entre ellos Ismael “El Mayo” Zambada, considerado el último gran líder histórico en libertad.
La audiencia clave está programada para el 9 de julio ante la jueza federal Sharon Coleman. Tres días antes, el gobierno deberá presentar oficialmente el acuerdo de culpabilidad ante el tribunal.
De Extraditado a Colaborador
La captura y extradición de Ovidio Guzmán a EE.UU. en septiembre de 2023 fue en sí misma un hecho de alto impacto. Su detención en Culiacán durante un operativo militar fue seguida por un estallido de violencia en el estado de Sinaloa. El traslado posterior a Chicago se produjo bajo estrictas medidas de seguridad, dado el perfil de alto riesgo del acusado y su relevancia operativa dentro del cártel.
Guzmán López enfrenta cargos por conspiración para producir y distribuir fentanilo, metanfetamina, cocaína y heroína, así como por lavado de dinero y posesión de armas de uso militar. La acusación formal destaca su papel clave en el tráfico de fentanilo, una droga sintética responsable de decenas de miles de muertes por sobredosis anualmente en Estados Unidos.
¿Un Testimonio Que Rompa Pactos?
Analistas coinciden en que si Ovidio Guzmán decide colaborar con las autoridades estadounidenses, podría poner en riesgo no solo a sus hermanos y antiguos socios, sino también a estructuras operativas y financieras aún activas en México, América Central y Estados Unidos.
La fiscalía federal ha señalado previamente que Los Chapitos operaban con logística independiente y brutalidad creciente, particularmente en relación con la producción masiva de fentanilo, usando laboratorios clandestinos en el norte de México. El testimonio de un actor central podría aportar pruebas inéditas sobre rutas, contactos políticos y redes financieras.
“La decisión de colaborar no es solo legal, sino política. Pone en jaque alianzas internas y puede redibujar el mapa del crimen organizado en la región”, señaló un exfuncionario de la DEA consultado bajo reserva.
Este posible cambio de postura de Ovidio Guzmán llega en un momento clave de la relación bilateral entre México y Estados Unidos en materia de seguridad. La administración estadounidense ha intensificado la presión sobre el gobierno mexicano para frenar el tráfico de fentanilo, y el caso de Los Chapitos ha sido utilizado como símbolo de esa estrategia.
En paralelo, el gobierno mexicano enfrenta cuestionamientos por su manejo de los operativos antidrogas y por la protección percibida de ciertas figuras dentro del crimen organizado. La colaboración de Guzmán López, si se concreta, podría poner al descubierto omisiones institucionales, así como vínculos de complicidad entre actores públicos y redes del narco.
Un Caso Que No Termina el 9 de Julio
La declaración de culpabilidad será solo el inicio de una nueva etapa judicial. Tras ello, el tribunal deberá decidir la condena, que podría variar radicalmente dependiendo del grado de cooperación. Si Guzmán López acepta participar como testigo clave en otros procesos, su palabra tendrá consecuencias que irán mucho más allá de su propio caso.
Además, su eventual testimonio podría activar nuevas órdenes de captura, extradiciones, o incluso sanciones contra figuras públicas si se revelan vínculos de protección o financiamiento.
La caída de Ovidio Guzmán puede ser una grieta o una fractura total en la estructura criminal que durante décadas operó con relativa impunidad. En los próximos meses, su voz —si decide usarla— puede cambiar el curso de la lucha antidrogas en todo el hemisferio.