México Reactiva en Junio el Sello ‘Hecho en México’ para Fortalecer su Industria Frente a Nuevos Aranceles de EE.UU.
El distintivo vuelve al centro del discurso económico nacional como símbolo de identidad, estrategia comercial y resiliencia productiva.
En respuesta al complejo entorno comercial que enfrenta el país, el gobierno mexicano anunció el relanzamiento oficial de la campaña “Hecho en México” para junio de 2025, con el objetivo de estimular el consumo interno, fortalecer la producción nacional y blindar la economía frente a la reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. El anuncio fue hecho por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en conjunto con representantes del sector empresarial.
Un Sello con Historia y Poder Simbólico
El emblema Hecho en México no es una simple etiqueta: es un ícono creado en 1978 por el diseñador Omar Arroyo Arriaga, que desde entonces ha identificado a los productos fabricados en territorio nacional con un distintivo que combina raíces prehispánicas y diseño moderno. A casi cinco décadas de su creación, el gobierno pretende no solo reposicionarlo, sino convertirlo en un eje estratégico de política industrial, revitalizando su presencia dentro y fuera del país.
“El sello simboliza nuestra capacidad de crear, de producir con calidad y con identidad. Es un símbolo de orgullo nacional, pero también de estrategia económica”, subrayó Ebrard.
Objetivos de la Nueva Campaña
La campaña no será meramente simbólica. Incluirá una serie de acciones articuladas entre gobierno, empresas privadas y organizaciones productivas, enmarcadas dentro del llamado “Plan México”, una iniciativa que busca impulsar la inversión local y la sustitución estratégica de importaciones.
Entre los ejes clave de la campaña destacan:
- Fomentar el consumo de productos mexicanos para disminuir la dependencia de bienes extranjeros.
- Reactivar el mercado interno, beneficiando a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs).
- Reforzar el vínculo emocional entre consumidores y producción nacional, apelando al orgullo de lo propio.
- Aprovechar el momento geopolítico para proyectar a México como un destino atractivo de inversión global, más allá de EE.UU.
La Participación del Sector Privado
Empresas como Walmart de México y Centroamérica han confirmado su adhesión a la campaña. La cadena —que asegura que el 91% de los productos que vende en México son de origen nacional— ya ha comenzado a preparar señalización especial en tiendas para destacar los productos con el sello Hecho en México. Se espera que otras cadenas comerciales, tanto minoristas como mayoristas, se sumen al esfuerzo.
El Consejo Coordinador Empresarial, la CONCAMIN y otras cámaras industriales también han manifestado su respaldo, subrayando que esta iniciativa puede ser clave para aumentar la competitividad del país.
Aranceles de EE.UU.: Una Oportunidad entre la Adversidad
La reactivación del sello llega en un momento tenso para la relación comercial bilateral. En abril, Estados Unidos impuso aranceles del 25% al acero y aluminio mexicanos, bajo el argumento de proteger su industria. Estos gravámenes afectan un volumen significativo de las exportaciones, considerando que más del 83% del comercio exterior mexicano tiene como destino el mercado estadounidense.
Lejos de una postura confrontativa, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha apostado por una respuesta estratégica. Además de la campaña publicitaria, se han anunciado medidas arancelarias y no arancelarias para proteger sectores sensibles como la agricultura, la industria textil y las manufacturas ligeras.
“El relanzamiento del distintivo no es un acto simbólico: es un mensaje claro de que México apuesta por su gente, por su industria y por su capacidad de competir con calidad”, afirmó la mandataria en una conferencia reciente.
Retos
El éxito de la campaña dependerá de varios factores: desde el compromiso real del sector privado hasta la capacidad del gobierno de sostener políticas públicas que respalden la productividad y la innovación.
Además, se requerirá un cambio de mentalidad en el consumidor mexicano, quien deberá percibir el valor agregado de elegir productos nacionales no solo como un acto económico, sino como una decisión cultural y estratégica.
El secretario Ebrard concluyó: “Esta no es una campaña contra nadie. Es una campaña por México, por el empleo, por la innovación y por un futuro más autosuficiente”.