Venezuela Supera A Siria En Solicitudes De Asilo En La Unión Europea Por Primera Vez
En enero de 2025, los ciudadanos venezolanos se convirtieron por primera vez en el grupo más numeroso de solicitantes de asilo en la Unión Europea, desplazando a los sirios después de casi tres años de liderazgo. Según los datos publicados esta semana por Eurostat, el organismo estadístico oficial de la UE, se registraron 8.325 nuevas solicitudes de asilo de venezolanos, lo que representa un hito en la configuración de los flujos migratorios globales y plantea nuevos desafíos para la política migratoria europea.
Este cambio no solo refleja la persistencia de la crisis en Venezuela, sino también la evolución geopolítica de los movimientos migratorios en un contexto donde América Latina aparece cada vez más en el radar de las autoridades europeas.
Una tendencia que redefine el mapa migratorio europeo
Desde 2015, la UE ha lidiado con olas migratorias marcadas por conflictos prolongados como la guerra civil en Siria o la inestabilidad en Afganistán. Durante casi tres años, los sirios lideraron las estadísticas de asilo en la región. Pero en enero de este año, esa tendencia cambió: los venezolanos pasaron al primer lugar, seguidos por los sirios (7.055 solicitudes) y los afganos (5.635 solicitudes).
En total, la Unión Europea recibió 66.800 solicitudes de asilo en enero de 2025, un 8% más que en diciembre de 2024. Aunque la cifra representa una caída del 24% respecto al mismo mes del año anterior, el aumento en la participación venezolana es significativo y llama la atención por su progresión sostenida desde 2023.
Este cambio de liderazgo entre nacionalidades solicitantes de asilo no es común. Según analistas del Consejo Europeo para Refugiados y Exiliados (ECRE), la dinámica migratoria suele ser estable en términos de países de origen predominantes. El hecho de que Venezuela haya superado a Siria marca, por tanto, un cambio estructural en los patrones de solicitud de refugio.
Los destinos más frecuentes: concentración y presión desigual
Cinco países de la UE concentraron el 84% de todas las solicitudes: Alemania, España, Francia, Italia y Grecia. De estos, España recibió más de 13.200 solicitudes, siendo uno de los principales destinos para los solicitantes venezolanos por razones idiomáticas, culturales y por la existencia de comunidades previas.
No obstante, cuando se analiza la carga relativa por habitante, Grecia encabeza la lista con 50 solicitantes por cada 100.000 personas, seguida por Luxemburgo y España. Esta distribución revela una presión desigual sobre los sistemas de acogida nacionales, algunos de los cuales ya enfrentan problemas de saturación, falta de personal y demoras en los procesos de resolución de asilo.
Además, el informe destaca la vulnerabilidad de ciertos grupos: en enero de 2025, se contabilizaron más de 2.100 menores no acompañados solicitando asilo en territorio europeo, procedentes principalmente de Egipto, Siria y Afganistán. Alemania, Grecia y España lideraron también en este tipo de solicitudes, que requieren mecanismos de atención especializados y protección reforzada.
¿Por qué crece el éxodo venezolano hacia Europa?
Durante años, el flujo migratorio venezolano se dirigió principalmente a países vecinos como Colombia, Perú, Ecuador o Brasil. Sin embargo, el agotamiento de las capacidades de acogida en América Latina, sumado al endurecimiento de políticas migratorias en varios países de la región, ha llevado a miles de venezolanos a buscar nuevas rutas, incluyendo la vía transatlántica hacia Europa.
La situación en Venezuela sigue siendo crítica: colapso económico, inflación persistente, deterioro de los servicios públicos, represión política y falta de garantías democráticas. A pesar de los intentos del gobierno de Nicolás Maduro por mostrar signos de normalización, las condiciones estructurales que alimentan la migración forzada no han cambiado. Por el contrario, en muchos casos se han profundizado.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 7.7 millones de venezolanos han abandonado el país desde 2015. Una porción cada vez mayor de ellos lo hace con destino a Europa, donde encuentran obstáculos legales y sociales, pero también redes de apoyo más estables y oportunidades percibidas como más duraderas.
Desafíos para la Unión Europea
La emergencia de Venezuela como principal país emisor de solicitantes de asilo en la UE plantea nuevos retos para el sistema europeo de acogida y protección internacional. A diferencia de los migrantes que huyen de conflictos armados, muchos venezolanos enfrentan una forma más compleja de persecución: económica, institucional y social, pero no siempre encuadrada en las definiciones tradicionales de refugio.
Esto obliga a las autoridades europeas a revisar criterios y procedimientos, especialmente en lo que respecta al reconocimiento de estatuto de refugiado, la duración de los permisos temporales y los mecanismos de integración. Países como España han impulsado procedimientos más expeditos para los venezolanos, pero en otras naciones los procesos pueden tardar meses o años.
Perspectivas: una tendencia que no parece retroceder
Los datos de enero de 2025 podrían marcar el inicio de una nueva etapa en la crisis migratoria global. Si la situación en Venezuela no mejora —y si persisten las barreras regionales en América Latina— es probable que Europa siga recibiendo un número creciente de solicitantes venezolanos en los próximos meses.
Organismos como ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones han instado a los gobiernos europeos a coordinar estrategias más integrales y humanitarias, que incluyan no solo mecanismos de acogida, sino también planes de integración a largo plazo y apoyo a los países de origen y tránsito.
Mientras tanto, el dato estadístico ya ha hecho historia: Venezuela ha superado a Siria como el principal país de origen de solicitantes de asilo en Europa, y con ello, el debate migratorio en el continente da un giro inesperado, con América Latina en el centro de la agenda.