AirCar: El Primer Auto Volador Certificado Listo para Producirse en 2026
La imagen de un automóvil elevándose suavemente desde la carretera hacia el cielo, tantas veces reservada a películas de ciencia ficción, ha dejado de ser un concepto utópico. La firma eslovaca Klein Vision ha materializado esta visión con el AirCar, un vehículo híbrido que combina la ingeniería automotriz con la aeronáutica certificada, desafiando las fronteras de la movilidad personal y obligando a la industria a replantearse su propio futuro.
Una Transformación en 80 Segundos: Diseño al Servicio de la Doble Función
El AirCar es, a primera vista, un coupé deportivo de líneas elegantes y proporciones generosas —6 metros de longitud— que no desentonaría en un catálogo de alta gama. Pero su verdadera singularidad se revela en su capacidad de transformarse de automóvil a aeronave en apenas 80 segundos. A través de un sistema automático, sus alas y estabilizadores traseros emergen de la carrocería con una precisión que recuerda más a la ingeniería militar que a la automoción tradicional.
Este proceso no requiere intervención manual ni infraestructura especializada. Es tan sencillo como activar un botón. El resultado: un vehículo que se adapta al entorno, capaz de circular por las calles y despegar desde pistas convencionales, sin comprometer diseño ni funcionalidad.
Prestaciones de Vuelo en un Chasis Terrestre
En cuanto a rendimiento, el AirCar no juega en la misma liga que los automóviles eléctricos convencionales. Equipado con un motor de 280 caballos de fuerza, alcanza velocidades de 200 km/h en carretera y hasta 250 km/h en el aire, cifras más próximas a las de una aeronave ligera que a las de un coche urbano.
Su autonomía de vuelo es de 1,000 kilómetros, permitiendo cubrir distancias interurbanas sin escalas y posicionándose como una solución viable para el transporte regional. Este rango no solo supera ampliamente el de los vehículos eléctricos actuales, sino que redefine la movilidad personal en términos de velocidad, alcance y flexibilidad.
De Concepto Experimental a Vehículo Certificado

Lo que distingue al AirCar de muchos otros prototipos de “autos voladores” es su aval oficial. En 2022, obtuvo el Certificado de Aeronavegabilidad de la Autoridad de Transporte Eslovaca, tras completar más de 170 horas de vuelo y superar 500 despegues y aterrizajes en condiciones controladas.
Este reconocimiento no solo valida su viabilidad técnica, sino que también lo convierte en uno de los pocos vehículos híbridos tierra-aire con certificación real, allanando el camino para su futura homologación en otros países y sentando precedentes en materia de regulación para este tipo de vehículos.
Producción, Mercado y el Factor Exclusividad
Klein Vision tiene previsto iniciar la producción en serie en 2026, con una capacidad estimada de hasta 100 unidades anuales. El rango de precios oscilará entre 800,000 y 1 millón de dólares, ubicándolo en la franja de los superdeportivos de lujo y los aviones privados de pequeño porte.
El público objetivo en esta primera fase estará compuesto por clientes de alto poder adquisitivo, empresas de servicios de transporte aéreo personalizados y pioneros tecnológicos interesados en soluciones de movilidad exclusivas. No obstante, la visión a largo plazo apunta a democratizar la movilidad aérea personal a medida que la tecnología se abarate y la infraestructura se adapte.
El Verdadero Desafío: Regulación, Infraestructura y Aceptación Social

Más allá de la hazaña tecnológica, el AirCar enfrenta desafíos estructurales que determinarán su éxito. Las normativas de tráfico aéreo, la falta de infraestructuras adaptadas (como aerovías urbanas o espacios para despegues cortos) y la aceptación social de vehículos voladores en entornos urbanos son barreras que aún requieren soluciones.
Sin embargo, su existencia certificada obliga a las autoridades y a la industria automotriz a acelerar el debate sobre la integración de estos vehículos en las ciudades del futuro.
Un Punto de Quiebre en la Historia de la Movilidad
El AirCar no es un simple vehículo innovador. Es el resultado de más de tres décadas de desarrollo, liderado por Stefan Klein y su equipo, quienes han logrado convertir un sueño centenario en un producto real y certificado. Su llegada marca un antes y un después para la movilidad personal, señalando un horizonte donde las distinciones entre carretera y cielo se vuelven difusas.
Más allá del impacto comercial inmediato, el AirCar representa un cambio de paradigma: el transporte individual ya no estará limitado por las dos dimensiones del asfalto. El cielo, literalmente, empieza a ser parte del camino.